Reciéntemente se ha publicado el libro-CD “Una historia del Pop y el Rock en España – Los 60”, un volumen compuesto por dos discos compactos y un libro en el que se ofrece una crónica del surgimiento de la cultura pop y rock en nuestro país.
Los autores del libro y la selección de temas son Jose Ramón Pardo y Jose María Íñigo, dos periodistas de sobra conocidos que han hecho un buen trabajo; del gusto de los nostálgicos, pero también de interés para quienes no vivimos esos años y queremos conocer cómo fueron las circustacias sociales que propiciaron la entrada del rock en España y también escuchar las canciones que se hacían en esos años.
La calidad del volumen nos ha impulsado a hacer una entrevista a uno de sus autores… y elegimos a Jose María Íñigo. ¿Por qué?
A Jose María Íñigo muchos le conocimos (aquellos que vivimos nuestra infancia en los año 80 y posteriores) cuando ya era un presentador de éxito, trabajando en programas de variedades y por ello no le hemos vinculado nunca a la música.
Sin embargo mucho antes de esa etapa Jose María Íñigo fue crítico musical, presentador de radio, televisión y director de revistas musicales.
Pero no era un crítico musical cualquiera… era y es el periodista musical pionero de nuestro país. Sí, aunque poca gente lo sabe, Jose María ÍÑigo fue la primera persona por estos lares que trató la música desde un punto de vista periodístico.
Nació en Bilbao en los años 40 y cuando tenía 15 años comenzó a trabajar en medios de su ciudad tratando contenidos musicales… Radio Bilbao, Radio Popular y Diario La Gaceta del Norte. Allí logró un notable éxito, pero sus aspiraciones iban mucho más alla y haciendo gala de un gran espíritu aventurero se fue a Londres a probar suerte… y termino colaborando con la BBC. Esto le abrió las puertas en Madrid, su auténtico objetivo, y allí trabajó sucesivamente en “El Musiquero”, “El Gran Musical” y fue uno de los impulsores de “Los 40 Principales” (parece ser que en aquella su primera etapa Los 40 Principales no está centrado exclusivamente en la música de consumo adolescente).
En estos años también estuvo vinculado a varias publicaciones musicales, en algunas como colaborador y en otras como director: “Actualidad Española”, “Mundo Joven”, “El Musiquero” y “Sono Control”, además de incluir artículos en algunos periódicos con asiduidad.
En el año 1968 entra a trabajar en TVE con “El Último Grito”, un espacio de críticas feroces y radicales de los artistas de actualidad. A éste le siguen “Ritmo 70”, “Hoy 14. 15”, “Estudio Abierto”, “Directísimo”, “Fantástico”, “La Gente Quiere Saber”, “Fiesta”… En los que progresivamente va abandonando los contenidos musicales para convertirse en el presentador todo terreno que conocimos en los 80.
En todos estos años ha escrito entorno a una veintena de libros (“Musica pop, música folk”, “Enciclopedia de la música 1900 – 1970”, etc.) y como curiosidad indicar que también trabajó como actor de cine en algunas ocasiones, participando en “Un dos tres al escondite inglés”, “A 45 revoluciones por minuto”, “Terapia al desnudo” y “Muertos de Risa”.
En la actualidad dirige varias revistas (“Viajes y Vacaciones”, “Vinos y Restauración, “Hoteles del siglo XXI” y “Lo Mejor de Madrid”) y colabora en Radio Nacional de España, presentando dos secciones (“Diccionario de viajes” y “El Musiquero”).
Jose María Íñigo es un tipo amable, correcto, pero también serio, accedió de buen gusto a hacer esta entrevista, pero no conocía La Factoría del Ritmo y seguramente desconoce la existencia de un ámbito cultural underground en nuestro país. Tal vez os extrañe que utilizásemos el usted para plantear las preguntas (de hecho es la primera entrevista que publicamos en todos estos años en esa forma personal), pero las circustancian así lo pedían y para nosotros el que el entrevistado se sienta agusto siempre es algo muy importante.
El libro y el disco han sido elaborados entre usted y Jose Ramón Pardo, ¿cómo surgió la idea de hacer éste volumen?
Me llamó Pedro Piqueras, que es el director de Radio Nacional de España y el cual además de ser periodista es músico y cantante. Cantó en un grupo que se llamaba Carcoma. Me pidió que hiciera esto y yo solicité la colaboración de Jose Ramón Pardo porque es un técnico, sobre todo en la música de los 60, para así conseguir los permisos que nos permitieran sacar el disco.
Por lo tanto hemos hecho todo entre los dos, la selección de las canciones y la escritura del libro que acompaña y que es la historia.
¿Cómo se han repartido el trabajo de la escritura del libro?
Él ha hecho unas cosas y yo otras. Pero los dos hemos vivido esa época, entonces unos capítulos los ha escrito uno, otro los ha escrito otro, manteniendo únicamente el estilo.
El repertorio que han elegido me ha parecido bueno y acertado, pero me ha extrañado que algunos grupos repitan y otros se hayan quedado fuera…
Bueno, en 100 páginas es imposible poner a todos. Yo creo que están los que tienen que estar. Es posible que algunas páginas pudiéramos haber dado cabida a otros, pero me estraña que queden fuera algunos de los que eran imprescindibles en los años 60.
Yo me refería más a los dos CDs…
Es que son sólo 40 canciones. Hay grupos que repiten, porque eran realmente fundamentales. Y éste es un primer doble CD de los años 60, que seguramente tendrá una segunda edición con otras cuarenta canciones.
¿Va a haber más volúmenes dedicados a los 70 o a los 80?
Primero van los 60, luego van los 70 y luego los 80. Llegaremos hasta la movida madrileña. La idea es en navidades los 70 y en primavera del año que viene los 80.
Algo que me ha llamado la atención es que, en el tema de “La chica Ye-Ye”, la versión contenida en los discos es la de Conchita Velasco, y tal vez habría sido mucho más interesante incluir la de Rosalía, que es mucho más difícil de conseguir, menos conocida y a lo mejor es hasta mejor…
La que realmente tuvo gran éxito y ha perdurado en el tiempo ha sido la de Conchita Velasco. Segúramente por la película. Las dos tuvieron mucho éxito, dicho sea de paso. Rosalía era cantante y se dedicaba a cantar, Conchita Velasco era una actriz de cine que cantó esporádicamente. Pero lo cierto es que ha perdurado en el tiempo la de Conchita y no la otra.
Para conseguir los masters y los derechos de autor… ¿ha sido difícil acceder a todo ese tipo de material?
De eso se encargó Jose Ramón Pardo, porque él tiene una compañía de discos, especializada únicamente en los años 60 y 70. Entonces él trabaja con éstos temas a diario. No ha sido complicado, no.
Antes me ha comentado que en esta serie van a llegar hasta los años 80, la movida… ¿Va seguir también trabajando usted junto a Jose Ramón Pardo?
Sí, vamos a seguir juntos. Ya metidos en esto, vamos a seguir juntos haciendo este proyecto y cualquier otro que pudiera salir.
¿Y porque no llegan más allá de la movida?
Pues es posible que quieran llegar, pero eso ya lo tendrán que hacer otros, porque la verdad es que tanto él como yo nos perdemos en los 90. Porque realmente nos hemos especializado en éstos años anteriores y la verdad es que ya no estoy muy al tanto de lo que ha sucedido en los años 90. Y Jose Ramón tampoco.
Para preparar esta entrevista he visitado su página web y algo que me ha llamado la atención es que usted reconoce que cuando se metió en el mundo de la música, ésta le interesaba de forma secundaria…
Lo reconozco… Me metí en la música porque era lo único que me permitía entrar en la radio y en los medios de comunicación. La verdad es esa. No era ni muchos menos un experto. Y tampoco voy a decir que me interesara en exceso. Pero era el único camino que no tocaba nadie. Por eso lo utilicé yo, para entrar en la radio. Y bueno… me empezó a gustar y ahí tuve unos años de mucha fuerza en lo musical.
Pero supongo que en aquellos momentos la música, era no sólo música, sino que era una pequeña rebelión social…
Empezaba a ser eso. Pero ten encuenta que yo empecé a trabajar en la música en el año 57 o 58, con apenas quince años. Y esa rebelión musical a la que te refieres empezó en el año 64 o 63, con la aparición de los Beatles, y en los años 65 a 68. Yo empecé un poquito antes.
Y supongo que en esos momentos era inventárselo todo, porque se comenzaría prácticamente de la nada…
Era inventárselo absolutamente todo. Hacíamos lo que se nos ocurría hacer, poníamos los discos y ya está. Funcionaba lo del guateque, la gente escuchaba la música, y la gente sobre todo compraba muchos discos. Y los éxitos te duraban todo un año, no como ahora que los éxitos se mueren en dos o tres meses. Duraban todo un año e incluso más.
También he leído que fue el impulsor de una revista que se llamaba “El Musiquero”, supongo que sería muy difícil en aquel entonces hacerse un hueco…
Muy complicado, eso me llevó a mí al reconocimiento de que a la gente le interesa poco la historia o la vida de los cantantes y que simplemente lo que interesa es su música. No fueron revistas de gran éxito, no se vendieron mucho la verdad.
Luego realizó el programa “El Último Grito”, donde usted hacía unas críticas de los artistas muy radicales…
Sí, muy feroces y muy crueles. A nadie le gusta que le critiquen dúramente. Pero, si lo tuviera que hacer ahora, antes de criticar muy duramente lo pensaría dos veces, porque hay tanta ilusión detrás de cada disco, tantas ganas y tanta pasión por lo que se hace, que destrozar la labor de uno… yo me lo pensaría dos veces. Ahora, que si hay que ser duro se es duro.
Y aquel momento… ¿le llegó a provocar problemas personales serios con alguien?
Nunca, nunca. Yo tenía mucha fuerza porque trajaba en la radio y en la revista. Pero claro… criticando así, duramente, uno tampoco va haciendo amigos por la vida.
Supongo que también sería una carga de responsabilidad, porque habría gente que podría empezar a triunfar o no en función de su opinión…
No creo que yo tuviera tanto poder. Ahora es diferente, la televisión manda mucho y si se empeña en hacer una figura de uno la hace. Es cuestión de dinero, pero la hace.
En la actualidad para la gente que nos gusta la música hay circuitos… el de la música comercial y el de la música independiente, que en general son discos más difíciles de conseguir, pero nos parece música más interesante, con gente que tiene más cosas que decir, hechos con más ganas y más “puros”… En los años 60… supongo que pensar en discográficas independientes sería algo imposible…
Había algunas independientes que se ocupaban de lo que se llamó la canción protesta. Eran canciones con mensaje político, pero no había discográficas de música experimental. Pero está bien, tiene que haber de todo. El problema está en poder subsistir haciendo ese tipo de música.
Puedes saber más sobre Jose María Íñigo en su página web oficial:
Entrevista: F-MHop.
Fotos por cortesía de RTVE Música
(Fecha de publicación: 05/05/2005)
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 19 (sección: Entrevistas).
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