El experimentado periodista ha publicado recientemente un libro dedicado a Elton John.
José Luis Martín es un periodista musical de amplísima experiencia, que ha dirigido y presentado programas radiofónicos, dirigió los programas de televisión Bad Music (TV L’Hospitalet) y La Xarxa (Televisiones Locales de Cataluña), ha dirigido varios documentales (“Una noche con los clásicos” y “La historia del blues en Barcelona” entre otros), colaborado en revistas especializadas (Popular 1, R.P.M., Free Rock, etc.) y dirigido la web bad-musictv.com. También ejerce de presentador en los festivales Benicàssim Blues Festival y Festival Blues& + de Lleida desde hace siete años.
Además, es el autor de los libros de temática musical: “Queen & Freddie Mercury”, “Deep Purple. La saga”, “Leyendas urbanas del rock” y “Elton John”.
Precisamente este último libro, publicado la primavera pasada, nos ha servido de motivación para entrevistar a José Luis Martín, para repasar su amplia trayectoria profesional y conocer lo detalles de elaboración de “Elton John”, una obra biográfica que permite conocer en detalle la carrera de este gran artista, que se ha lanzado por la editorial Ma Non Troppo y que es un complemento perfecto a la visualización dela película “Rocketman”.
Llevas muchísimos años ligado al periodismo musical. ¿Qué es para ti lo mejor de esta profesión? ¿Y lo más duro?
Pues sí que llevo bastantes años al otro lado de la música, pero todavía me sigo poniendo nervioso cuando se enciende el chivato rojo de la radio, o como este fin de semana, cuando tengo que subir a un escenario para presentar.
Amigos se extrañan de que siga apareciendo el nerviosismo, pero es eso precisamente lo bueno, la adrenalina sigue fluyendo y la verdad es que produce una gran cantidad de endorfinas y eso me gusta. El día que no sienta los revueltos en las tripas, será cuestión de ir pensando en retirarse a cuidar macetas.
Lo mejor de este mundo es la música, sin lugar a dudas y por encima de cualquier otra valoración. La música me emociona, es mi mejor compañera y cada día me sigue sorprendiendo. También la gran cantidad de gente maja que he conocido, con la que he compartido historias y que en algunos casos se han transformado en mis mejores amigos.
Lo peor es llegar a conseguir vivir de esto, pero afortunadamente nunca he dependido de ello para comer. Incluso cuando he tenido periodos de mi vida donde disfrutaba de faena musical remunerada, era un sobresueldo, siempre he contado con un trabajo ajeno, que entre otras cosas me ha regalado una enorme independencia, algo que no tiene precio.
Tienes una amplísima experiencia como presentador de programas musicales de televisión y rodando documentales musicales… ¿Qué ha representado en tu carrera trabajar en televisión?
En televisión fueron 10 años increíbles, donde nos juntamos un equipo de gente maravillosa, que todavía seguimos unidos y son de lo mejor que me ha pasado. En una década grabamos más de 2.000 conciertos, documentamos a toda una generación de músicos en un momento en el que la música en directo en televisión no existía. Desde el programa Bad Music demostramos que con un presupuesto ridículo se podía hacer magia. Además estuvimos cinco años haciendo un programa diario, una auténtica locura, pero muy divertida.
La realización de documentales es una consecuencia del programa de televisión, una investigación más elaborada y contando en ocasiones con complicidades externas.
Lo que ha aportado es experiencia, una enorme satisfacción y poco más.
Y respecto al género documental… ¿Cuáles son los trabajos de los que te sientes más orgulloso?
Por encima de todo está “Barna Blues. La Historia del Blues en Barcelona”, que fueron casi cinco años de trabajo, en un documento que sigue siendo el único en el género que existe en nuestro país. También es cierto que del documental “Hondarribia Crossroads. El Punto de Encuentro”, me siendo muy orgulloso y ahora estamos montando el segundo, que desgraciadamente ha dado un giro inesperado, porque cuando se inició la postproducción desapareció el Festival y quedará como un documental de despedida.
Lo malo es que en el documental dependes mucho de terceras partes y a veces, más de las deseadas, las cosas no salen bien. Hay tres documentales en procesos avanzados de grabación y de montaje que se trucaron por factores ajenos al equipo, y eso si que produce una enorme frustración. Ahora mismo, me costaría mucho meterme en el proceso de otro documental por ese motivo; ya que hablamos en algún caso de más de tres años de trabajo que se quedan en el limbo y sin poder hacer nada.
¿Están disponible alguna de esas grabaciones para poderlas disfrutar hoy en día?
Son producciones muy pequeñas y además el tema de los derechos digitales en internet es una agujero negro insoldable, así que las ediciones están agotadas, aunque espero y deseo que la gente los copie y piratee. Yo mismo colgué uno de ellos en nuestro canal de YouTube y a los pocos días lo eliminaron. Me gustaría cederlos a alguna biblioteca, así como todo el fondo videográfico de los años de Bad Music TV, pero ninguna sabe como gestionar ese material, así que de momento están en cajas en un almacén y es una pena.
Durante unos años dirigiste la web badmusictv.com ¿Qué tal la experiencia? ¿Cuánto duró el proyecto?
El proyecto sigue funcionando aunque de forma más modesta, además ha cambiado en dominio a badmusicradio.wordpress.com.
Cuando se terminó la experiencia de Bad Music TV, aguantó el tirón, pero vimos que mantener el nivel nos asfixiaba y comprendimos que es más sano saber parar. Ahora es una web donde compartir el programa de radio y algunas secciones ajenas, pero sigue ahí.
La web, con diferentes nombres alrededor de Bad Music, lleva más de 20 años activa.
Varios de tus documentales giraron entorno al blues y eres actualmente presentador en los festivales de blues que se celebran en Benicassim y Lleida. ¿Qué tiene para ti de especial el blues? ¿Es tu estilo favorito?
No es mi estilo favorito, si tuviera que decidirme por alguno en concreto me quedo con el rock en su máxima expresión. Si que es cierto que cuando empecé a escuchar música tuve la suerte de tener a mi alrededor a gente que me facilitó escuchar blues; el blues británico de finales de los sesenta y me dejó huella. Siempre lo he tenido ahí presente, pero el rock siempre ha sido lo primero.
Me declaro melómano en todos los sentidos y no me cierro a nada, lo que desembocó que en los años de televisión nos centráramos en la música alternativa y el indie nacional, sin abandonar el rock y dando pinceladas de blues cada vez que podíamos.
Sí que es cierto que en un momento determinado me sentí decepcionado con la atención que le había prestado a un movimiento que no era lo que yo esperaba, e incluso medité dejarlo todo, pero volvió a aparecer el blues y a marcarme de nuevo profundamente más de treinta años después y se ha quedado. Lo uno lleva a lo otro; nadie hablaba de blues en televisión, nadie hacia producciones de video sobre blues, etc… Piensa que recibimos un premio Blues Behind The Scenes Awards en 2015 en la categoría de Media Category, el más prestigioso que se puede conseguir en Europa dentro del blues y por un medio de comunicación. Total que de una forma que ni recuerdo se juntaron varias cosas y terminé presentando los festivales… y que dure, lo paso genial.
¿Qué nos puedes contar sobre los libros que has publicado?
Lo de escribir libros es fascinante, me resulta totalmente cautivador y eso que jamás hubiera pensado en hacerlo. Había podido hacer algún artículo extenso en alguna ocasión y participado en monográficos, pero nada tan amplio como un libro.
“Queen & Freddie Mercury” fue el primero y me enamoré de la experiencia. No soy un fan de Queen al uso, es más cuando editaron Hot Space renegué de ellos y les dejé de prestar atención. Fue una historia de rebote, la editorial le propuso la idea a un amigo y él les dijo que no se veía capacitado pero me recomendó. Mi hija mayor, con la que ya voy a conciertos, si que es una fan de Queen en toda regla, pero cuando nació ya había muerto Freddie y nunca me perdonará que yo lo haya visto en concierto y ella no, así que me lance a la nueva aventura por ella.
Estoy muy satisfecho y la verdad es que sólo recibí una mala crítica, que parecía más personal que otra cosa (aunque no conozco al autor).
“Deep Purple. Historia de la Saga” fue propuesta mía. Cuando llevaba un tiempo editado el anterior me entró el gusanillo y Deep Purple siempre ha sido una banda que me ha fascinado. Aunque está mal decirlo, a mi me gusta como quedó, sobretodo teniendo en cuanta el árbol genealógico que tiene la banda.
Pero sin lugar a dudas el más fascinante fue “Leyendas Urbanas del Rock”, otra propuesta de la editorial que mientas me la estaban ofreciendo ya estaba dibujando un guión en el pensamiento. Es el que más tiempo he tardado en escribir, porque el periodo de documentación fue intenso y extenso, pero es el más gratificante en todos los sentidos y sin duda mi preferido.
Actualmente estoy sumergido en otro libro genérico que me está apasionado de la misma forma.
Una de las cosas más atractivas de escribir, para una persona que siempre ha trabajado en grupo es el hecho de enfrentarte sólo al reto; encerrarte en casa, literalmente los últimos dos meses y sólo con la música y la documentación; lo que hace años me podía aterrar y aburrir soberanamente ahora me entusiasma.
Tu libro más reciente está dedicado a Elton John… ¿Eres un fan de toda la vida de Elton John o has tenido que profundizar en este artista para escribir el libro?
Pues me pasa como con Queen, cuando era joven escuchaba a Elton John, pero me paré en los discos de los 70 y de ahí no pasé. Por desgracia, me dibuje un personaje basado en el estereotipo de bufón de la jet set, sin prestarle demasiada atención a la música.
De esta forma ha sido un trabajo a medias entre el fan y el escéptico, por lo que he tenido que documentarme mucho, pero ha valido la pena.
He intentado huir de la imagen preconcebida que se tiene de Elton John y desde luego no mitificarlo en absoluto, pero sin caer en el morbo de regodearme en su miseria, ejercicio que resultaba muy fácil. Creo que al final he conseguido un texto muy honesto, que reivindica al músico e intenta comprender al hombre que busca en todo momento refugiarse en su personaje.
Se puede decir que el primero que aprendió a comprender a Elton John fui yo al escribirlo.
¿Cuánto tiempo te ha llevado elaborar este libro? ¿Te resultó complicado conseguir fuentes de información?
Normalmente, el proceso de elaboración es de entre 8 y 9 meses, entre el periodo de documentación y el desarrollo, quizás un poco más en el libro de “Leyendas Urbanas del Rock”.
Soy muy afortunado, porque trabajo en un Centro Cultural que tiene una enorme biblioteca pública y eso es un filón, además leer me encanta por lo que es un privilegio. En el caso de Elton John hay mucha documentación y además seria y muy cercana.
¿Consideras que la fama de Elton Jhon está a la altura de su talento?
Considero que el binomio Elton John / Bernie Taupin han hecho cosas increíbles y tienen ocho discos maravillosos, todos ellos grabados entre 1970 y 1975. Ya sólo decir eso asusta, ocho discos en cinco años; pero si asumimos que era uno de los músicos que más giraba es de auténtico terror.
La fama de Elton John es más importante por lo extravagante del personaje que por la calidad del músico, y espero haber logrado que alguien que haya leído el libro consiga verlo de otra forma, sería todo un éxito.
Hoy en día es imposible hablar de Elton Jhon y no aludir a la reciente película, “Rocketman”, la cual de hecho se cita en la portada del libro. ¿Qué opinión te merece la película? ¿Cómo de fiel la consideras respecto a la biografía real de Elton Jhon?
Lo primero que hay que dejar claro que no es un film como Bohemian Rhapsody, aunque soy de la opinión que parte del público buscaba eso precisamente.
Rocketman es una historia basada en la realidad, pero con un transfondo muy onírico, que puede despistar al espectador. No se trata de una biografía de Elton John, como sí pretendía ser Bohemian Rhapsody sobre Freddie Mercury.
Desde ese punto de vista es una buena película, que contiene muchos elementos biográficos del protagonista, pero no secuenciados de forma coherente. Es realista desde el punto que no esconde la miseria del personaje, pero quizás faltan muchas cosas que podrían aclarar más la historia. Como las comparaciones con la película de Queen son inevitables, te diré que miente menos, pero es menos familiar, por lo que ha tenido menos éxito.
Lo que menos me gusta de la cinta es la insinuación infantil y cutre de que el nombre de Elton John provenía de John Lennon, cuando es una mezcla de los nombres del saxofonista Elton Dean y el gran cantante Long John Baldry, compañeros en Bluesology que son prácticamente ignorados en la historia, como lo son gente muy importante para John como el productor Gus Dudgeon y que ni es nombrado, o los miembros de su banda, completamente borrados.
Es una buena cinta musical, pero no es un biopic.
¿Tu libro es más recomendable para quienes se adentran en la música de Elton John o para quienes la conocen bien?
Mi intención y creo que la de la editorial es publicar libros que no sean exclusivos para eruditos o fans. Lo verdaderamente interesante es conseguir que el lector descubra un músico excepcional y que le ayude a profundizar en su música y en su historia. No sólo en este libro, en todos. Es imposible sorprender a un fan de Queen, Deep Purple o Elton John, en una época donde el acceso a la música es muy sencillo. Cuando era joven me apasionaba tener en mis manos revistas musicales, que paliaban la sequía de libros sobre música; afortunadamente ahora se editan con regularidad obras muy interesantes de todo género, pero posiblemente lo que falla es la curiosidad del público y la falsa obviedad de que Internet lo dice todo. Un libro bien documentado, contrastado y que aporte una visión personal de la historia que narra, no es comparable con el maremágnum de escritos hormonales en la red. Aunque esa es una idea muy romántica y posiblemente sólo refleje que ya tengo unas cuantas edades.
Y para finalizar, agradeciendo tu atención… ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Pues ahora llevo unos meses fascinado en otro libro, que como soy algo supersticioso, prefiero no vender la piel del oso antes de cazarlo. Si que te puedo contar que va más en la línea de Leyendas Urbanas del Rock, aunque no es una segunda parte ni mucho menos.
Como te decía antes, los libros genéricos me entusiasman, aunque son los más difíciles de escribir, porque la tarea de documentación es muy extensa y variada. En este caso estoy leyendo lo que no está escrito, además es necesario abarcar más allá de la música, pero resulta cautivador. Debería publicarse para la próxima primavera, pero eso se me escapa.
El tema es absorbente y bastante sórdido, pero sólo por ver la cara del bibliotecario al pasarle la lista de libros que pedía, ya vale la pena involucrarse en algo así.
Muchas gracias a La Factoría del Ritmo por apoyar la cultura musical.
Más información en la web oficial de Redbook Ediciones: https://www.redbookedicioneslibros.com/
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).