El de Boston presentaba ¿A qué venimos sino a caer?, un disco a modo de recopilación de temas cantados en castellano, francés e italiano, además de una en su idioma nativo, el inglés.
Una revista de tirada nacional anunciaba la gira que Jonathan Richman ofreció este mes en nuestro país con la frase “una velada con el hombre que no quiso reinar”. Qué razón tenían. Al menos, la tuvieron en lo que respecta a la segunda parada de este tour, que tuvo lugar en el Conservatorio Jesús de Monasterio de Santander.
El de Boston presentaba ¿A qué venimos sino a caer?, un disco a modo de recopilación de temas cantados en castellano, francés e italiano, además de una en su idioma nativo, el inglés. A estas canciones, resultado del interés que despierta en Richman el sur de Europa y sus respectivas lenguas, se les sumaron otros clásicos de su ya largo repertorio como I Was Dancing In The Lesbian Bar, Egyptian Reggae o Pablo Picasso, de los seminales The Modern Lovers.
A sus casi sesenta años, quien lo diría, Richman estuvo acompañado de su inseparable baterista Tommy Larkins, un músico al que no parecía hacerle mucha gracia estar sobre las tablas dada su increíble indiferencia hacia su compañero, el público y hasta quizá su instrumento.
Los asistentes no tuvimos la suerte de ver un gran concierto. Y, la verdad, había de todo: buenas canciones, la característica voz y la gran destreza a la guitarra de Richman, un lugar idóneo para disfrutar de la velada. Por no hablar de la gracia innata del de Bostón. Porque eso sí, reírte, te ríes un rato.
Pero faltó algo, todavía no sé exactamente qué. Hoy me decanto por que fue el ritmo. Richman no consiguió darle mucha cohesión a los temas que iba interpretando y los largos descansos entre una y otra pieza tampoco ayudaron mucho. La total improvisación que parece mandar en los conciertos del cantautor norteamericano nos jugó una mala pasada. A todos.
Afortunadamente, esa noche también hubo claros en el norte de la península y el de Boston logró hacernos olvidar que el domingo estaba terminando y que un nuevo lunes estaba a la vuelta de la esquina en algunas piezas. Caso de Ha muerto la rosa, Because her beauty is wild and raw, A Que Venimos Sino A Caer, Celestial, Le Printemps Des Amoureux Est Venu o Es Como El Pan.
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