El final del concierto con Biafra descamisado tirándose al público fue de órdago. Todos los allí presentes estábamos incrédulos. Una ovación emocionada puso fin a una noche que va a ser difícil de olvidar.
Muy lejos quedan ya los floridos años sesenta cuando Dylan proclamaba contra viento y marea aquello de “Forever Young”, pero contra todo pronóstico y en muchos casos (véase Iggy Pop, AC/DC, New York Dolls…), su mensaje sigue completamente vigente. El bien llamado “síndrome de Peter Pan” tiene en el antiguo vocalista de los Dead Kennedys uno de sus máximos exponentes. Su barriga ha podido aumentar y en su cabeza puede que nos encontremos menos pelo, pero su cerebro sigue estando a rebosar de infeccioso veneno preparado para llegar a las entrañas de una sociedad enferma.
El motor que ha empujado la vida del amigo Biafra siempre ha sido su incesante activismo social y político, pero no de una forma cansina, torpe y panfletaria como desgraciadamente estamos acostumbrados a ver, sino de una manera constructiva, pragmática y camaleónica (sus proyectos a lo largo de estos años son incontables y de lo más dispar). Tanto abrazó el hardcore punk y el metal más vanguardista con No Means No o The Melvins, como el country con Mojo Nixon o la electrónica en sus Revolting Cocks (proyecto que lideraba junto a Al Jourgensen de Ministry).
Yo creo que ni el más optimista hubiera llegado a pensar en encontrarse a un Jello Biafra en tan buena forma y tan motivado. La ocasión no era para menos ya que era la primera vez que el de San Francisco visitaba la península (no sus antiguos compañeros en los Kennedys muertos, aunque esa es otra historia…), y no defraudó lo más mínimo, vaya si no lo hizo… El motivo de su visita fue la presentación de su última obra junto a su actual banda The Guantanamo School of Medicine; el recomendabilísimo “The Audacity of Hype”, llamado así en una clara burla al libro de muy parecido nombre de Barack Obama, en donde pone otra vez de manifiesto su espíritu crítico y ácido.
Con una sala prácticamente a rebosar y enfundado en una ensangrentada bata blanca, Biafra salió como un vendaval con los primeros acordes de “Terror in Tinytown” y dejarnos secos de un disparo con “Clean as a Thistle” y el clásico desde el momento que se escribió, “New Feudalism”. La banda suena poderosa y fresca, aunque fue una pena que la guitarra del talentoso Ralph Splight (Victim’s Family) no fuese más cristalina porque con su calidad ganaría enteros. Pero eso solo por ponerle alguna pega a una noche grandiosa, en la que el público estuvo tan entregado que ni siquiera se echaron demasiado en falta los hits de los Dead Kennedys, aunque cuando sonaron “California Über Alles” o “Holiday in Cambodia” aquello se convirtió en un gigantesco mosh-pit.
Cada actuación suya es una verdadera exhibición de gestos, posturas e interlocuciones con el público (sus años de spoken word y su fugaz “carrera política” le han servido de mucho Je,Je…) que no hacen más que amenizar sus shows y dar más sentido a sus letras. Hay que decir que tiene que ser muy satisfactorio como artista el ver lo bien que ha recibido la gente sus nuevos temas, “Panicland”, “Pets eat their Master y sobre todo “Three Strikes” fueron coreadas con un entusiasmo que sorprendió al mismísimo Biafra.
El final del concierto fue un autentico Deja-Vu, con el americano descamisado tirándose al público mientras de su garganta salía “Police truck”, y quizás una de las mejores canciones de la historia del punk “Moon over marin”. Todos los allí presentes estábamos incrédulos y creímos trasportarnos a 1983 o algo así. Una ovación sincera y emocionada puso fin a una noche que va a ser difícil de borrar de nuestras cabezas. Solo pedir que en su próxima visita, de la que espero no pasen otros veinte años, Billy Gould (Faith No More) le acompañe y ya la fiesta sea completa. Too Drunk, Too Fuck!!!!!!
SET LIST
01. Terror Of Tinytown
02. Clean As a Thistle
03. New Feudalism
04. Electronic Plantati
05. California Uber Alle
06. Panicland
07. Lets Lynch the Land
08. Three Strikes
09. Strength Thru Shop
10. Dot Com Monte Carlo
11. Pets Eat Their Master
Fotos: Jesús Figueirido
Be the first to comment