Jaleo: Algo más que duende

Jaleo: Algo más que duende
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Jaleo son algo aparte en la panorama musical flamenco del país.

Han tomado el flamenco como vía para encauzar distintas músicas de este siglo y han añadido elementos de baile moderno, con lo cual sus actuaciones no se podrían calificar meramente como un concierto, sino más bien de espectáculo visual y musical. Sus actuaciones en grandes festivales como el de Pirineos Sur o el Espárrago Rock, dan buena fe de ello.

Por otra parte, su meta es evolucionar, hacer cada vez nuevas experimentaciones, no quedarse parado; la música como algo vivo. Inconformistas, dicen que cuando mejor salen las cosas más contentos y más descontentos están, pues es el momento de plantearse metas más altas.

Tuvimos ocasión de verles en Madrid en un día aciago (se quejan de que están gafados con la capital). El percusionista estaba enfermo y tras la actuación lo llevaron al hospital, además, para más inri, una bailarina estaba con una lesión en un pie y las pruebas de sonido fueron inexistentes. Por otra parte, la presencia del Festimad y una escasa publicidad les hizo encontrarse con una sala bastante desangelada. Aún así, nos cautivaron de tal manera que decidimos entrevistarles sin conocer nada más que el arte que habían puesto sobre el escenario.

Y claro, en estos casos, uno no sabe muy bien en qué ambiente se va a desarrollar la entrevista y la verdad es que todo fueron facilidades y lo que podía haberse limitado a una pequeña entrevista se fue convirtiendo en una amigable conversación de casi media hora ¡y porque se tenían que ir!.

Empezamos comentando un poco los acontecimientos de la noche con Joan, bajista y Diego, guitarra y voz, los alma mater del grupo.

La Factoría del Ritmo: ¿Qué tal la actuación?

Dato pendiente ( Jaleo : Algo más que duende )

Joan: Uff, ¡vaya!. No ha habido pruebas de sonido y nosotros necesitamos un feeling, por eso es tan importante el sonido. Sin ese feeling la cosa no funciona. Si en un acorde que tiene que ser tope denso, suena “ckchuakk”, entonces la cagamos. Es como si a un pintor le das un pincel roto.

La gente no siempre entiende lo que hacemos, son temas raros, no son a piñón fijo, de aquello de “¡ele!”, pero si nosotros lo expresamos bien, la gente lo recibe de puta madre, sea quien sea, porque entre nuestro público hay gente joven, heavys, rockeros, gente mayor.

En este caso, con una música tan “fusionera”, la pregunta es obligada: ¿Cuáles son vuestras influencias?

Diego: Entre lo que escuchamos hay mucho jazz, Chick Corea, Pat Metheny, Paco de Lucía, de un lado a otro, todo.

J: Pink Floyd, King Crimson, Yes, el funky… todo.

D: Si escuchas el último disco verás un abanico de música que dirás “¿pero esto son estos?”

J: y además metido casi siempre en el mismo tema. Aunque temas que se diferencian, hay temas en que hay partes agresivas “zzhuanng!!” con partes más…..

(me es imposible describir el feeling de Joan haciendo con que toca el bajo pausadamente)

D: No somos puristas para nada. No nos atenemos a reglas o purismos.

J: Hacemos lo que nos gusta y lo que nos divierte.

Entonces o gustará la música de Jorge Pardo, Chano Domínguez…

Los dos: Sí, claro.

¿ Habéis escuchado a Enrique Morente y Lagartija Nick?

D: ¡Sí! A Morente y Lagartija los hemos visto hace apenas una semana, en el Espárrago Rock, estuvimos tocando allí y tuvimos ocasión de verle.

¿Qué os pareció el Espárrago?

J: Yo no me creía que la gente flipara tanto, porque llegamos, sin pruebas de sonido; claro, hay tantos grupos, y unos detrás de otros, que aún con un monitoraje nefasto, no por culpa de ellos, sino porque no hay tiempo…

D: y ver a una gente que ha venido de ver a Iggy Pop, a Morente… pues la gente, ¡oye! ¡muy bien!. Había mil y pico personas en el escenario dónde estábamos nosotros y tan contentos.

¿Qué os parece la evolución que ha tenido Ketama? De ser un grupo un poco de culto y hacer una música fantástica a, de repente, salir en las revistas del corazón.

D: Me gustaban más antes. Son muy buenos músicos, pero a mi, personalmente, me gustaban más antes.

Dato pendiente ( Jaleo : Algo más que duende )

J: Bueno, ellos han optado por abarcar a más gente, y yo creo que no han intentado perder tanto, lo que pasa es que si haces lo que el público quiere, tendrías que hacer pum-pum-pum, facilito, digerible. Pero claro, para los que estamos luchando por enseñarles algo nuevo, pues es como ir en contra, estar en una barca y tú ahí, remando en contra como puedes.

D: Por ejemplo, estar ensayando meses un tema, o un pasaje de un tema, de estos complicados, llegas a un sitio, lo haces, y ves que nos ha salido de puta madre y ves que la gente no conecta, que se queda igual, pues…..

(silencio y mirada expresiva)

pero si empiezas pa-pa-pa

(haciendo un ritmo clásico)

la gente ya se lanza… es penoso pero es así

¿La reacción del público es igual en todos los países que habéis visitado? porque en principio todos son ajenos a vuestra música.

D: Ya, pero los discos de Paco de Lucía, Pat Metheny…. siempre los tienen, en todo el mundo, la misma gente. Es esa gente, hay pocos eso sí, la que más conecta, sea de donde sea.

J: Nos encontrado de todo. Ha habido gente, en Alemania, que hay muchos hijos de emigrantes españoles que esperaban un show de sevillanas y se han sorprendido, pero a muchos les ha gustado, a otros no. En el extranjero no tienen esa sangre, entonces agradecen mucho ver a alguien que está allí “sufriendo”; y es el ritmo, porque les ves bailar y los pobres, pues claro les cuesta, son más parados, mas…

(imita a un robot)

La cultura de aquí es más rica en ritmos, entonces cuando ven los cortes que hacemos los tíos flipan y lo agradecen. Bueno, ha venido gente llorando. Fue en Polonia, hace seis años. Nos vino una chica llorando diciendo que después de vernos a nosotros se podía morir a gusto. Y fue hace eso, cinco o seis años, que nosotros hemos vuelto allí y hemos visto como ha ido cambiando el panorama: cada vez hemos visto mejor las carreteras, más luces en las ciudades, ¡ya tienen mcdonalds y levis!..

(risas)

.. entonces estaban mucho peor, y esta chica nos agradecía el que hubiéramos venido de tan lejos para que hubiera podido escuchar aquello.

D: Porque ellos, para poder ir a un concierto se tiraron quince o veinte días ahorrando, ganan una miseria, para luego una hora y media o dos de espectáculo, así que cuando van a vernos lo disfrutan mucho más.

Esto debe ser bastante agradecido para un músico..

D: A veces, cuando ves venir a alguno, porque lo ves venir…. no es el típico “oye muy bien, ¿eh?”, sino que te viene con el corazón en la mano y te dice “oye, me lo he pasado bomba con vosotros”, pues eso es, de vez en cuando, lo que te das las ganas de seguir tocando.

Porque vosotros, con tantos años sobre los escenarios, ¿cómo veis el mundo que rodea a la música?

J: El problema es que la música es muy bonita y el negocio es otra cara totalmente distinta. Yo por una parte lo entiendo, el que tiene una empresa discográfica es su negocio, y quiere ganar dinero con eso, es lógico ¿no?, pero creo que hay demasiado desfase entre una cosa y la otra. Están vendiendo cosas que está bien que tengan su mayoría y su público, pero si contrastaran un poco, si también dieran otras cosas… porque al fin y al cabo la música es como todo, es escuchar y ver. Si tú no te mueves de Madrid pues dirás: esto es muy bonito, pero tú vete a Amsterdam, o a París… te abres, hay gente de puta madre por todos los lados y cosas de arte fantásticas en todo el mundo, no sólo en nuestra tierra son guapas las cosas. Y con la música pasa igual. Si sólo oyes lo que te están machacando en la radio, pues está bien, pero no ves más, y es una lástima que se pierda todo lo otro, y a mucha gente seguro que le gustaría. Existe otra sensibilidad, otros matices. No todo es rojo, negro, o blanco, hay más amalgama de colores. Hay mucha gente que está luchando para lograr que esto llegue, medios también, que tienen su público, y que van tirando como pueden.

D: También hay pocas discográficas que se la jueguen un poco con gente que no está como muy clara la cosa. No hay más que ver cómo están las cosas ahora. Todos son recopilatorios y dentro de unos años los vuelven a sacar… va todo a piñón fijo.

Habéis dicho que vuestro público es variado. ¿Ha habido evolución en la gente que va a veros, a lo largo de los años?

J: Antes el público era más selectivo. Porque ahora tenemos ya canciones cantadas. El primero era todo instrumental. Antes era más jazz, más fusión, con más improvisación.

D: De todas maneras, en todas las canciones que hacemos tenemos un puntillo que no es estándar…

J: …que no es regalado. No es lo primero que te salga porque sí, sino que le buscas, le vas dando vueltas.

D: Hasta alguna de las canciones fáciles que hacemos le buscamos la vuelta en el ritmo, o en algo. Yo creo que por eso la gente a veces pues no nos comprende…

(Risas)

En este momento aparece Sonia, una de las bailaoras. Para entonces la entrevista ya ha derivado en una amigable charla. El clima de confianza es alto, así que lo que en principio fue una entrevista va dando la vuelta y son ellos los que nos preguntan qué sonido han tenido, qué nos ha parecido el espectáculo. Les comentamos que bien, que nos ha sorprendido, tanto la música como el baile y lamentamos que el público no haya respondido….

J: ….igual teníamos que ir un día al Teatro Real, a ver si ahí se llena o no.

…pero no se si el feeling del público…..

J: Síiii!!!, no te creas, que la gente de corbata también disfruta. Mira, el alcalde de Pozman, la segunda ciudad de Polonia… bueno allí hay muy poca pasta y la gente que pudo venir al teatro era gente de mucho postín, y cuando nos llevaron a cenar entramos y estaba todo el mundo de pie cantándonos un himno, parecíamos los Beatles.

(risas)

D: Siempre funcionamos más cuando más cultura haya en el público. No te quiero decir que sea más de corbata, sin que cuando es más, digamos, humilde.

J: Claro, que no todo el mundo ha tenido la oportunidad de tener ese acceso a la cultura, que es la pena. Seguro que hay gente podría haber sido un estupendo matemático, y a lo mejor ha acabado de peón. Cuanta más oportunidad tenga la gente de expresarse y recibir información de cosas nuevas, las ideas serán mucho más abiertas, y esto va a favor de todo, a favor de la sensibilidad del mundo. Igual pasa con el rollo este de Barcelona y Madrid. Yo tengo amigos de todos lados y me da igual si son de Madrid o no. Lo bueno es aprender de los demás, de lo bueno y malo de cada uno.

En las revistas se habla mucho de la rumba catalana. ¿existe realmente esto?

D: Sí, hay su rollo, pero yo, personalmente, creo que sí, que es verdad, que existe una rumba catalana, pero es una especie de aborto. Me explico, aquí llegó gente de muchos sitios con la rumba, y ellos lo han echo suyo, catalán. Lo han echo más ligth.

Sonia: Pero no creo que sea para mal, cada uno le ha dado su sabor. Lo que pasa es que ningún grupo hace la misma rumba catalana, cada uno le da su onda…

D: …pero también se puede comparar un poco con el rock catalán, que en realidad no sé lo que quiere decir, es rock cantado en catalán y ya está…

J: … pero yo creo que también le han puesto algo también de su temperamento, porque tú te vas a Cataluña y no ves a la gente por ahí diciendo “olé”. Eso sí, ahora nos vamos a Sevilla y esperamos mañana pillar una fiesta de puta madre. Allí son así y ya está.

Hace unos años se habló mucho del término de Nuevo Flamenco, una cosa que luego quedó un poco relegada. ¿Realmente existe el NF?

D: Yo creo que sí es verdad que existe , pero que no habría ni que llamarlo NF, porque ha sido una evolución natural, no es NF, es que el flamenco es así ahora.

S: Ya no estamos en el 43. Ya no nos ponemos las fajas que se ponían antiguamente las mujeres, ni los refajos. Vamos con pantalones.

J: Es la misma evolución que puede haber ocurrido con el rock, lo que pasa que se le llama NF.

D: Lo que pasa es que el flamencos es una cultura mucho más cerrada. Antes era eso, la familia y no salgas de aquí ni toques más para allí que luego hay líos. Cuando tomamos unas copitas viene el hijo y la mujer y cantan y tocan, muy bien, muy bonito…. y de ahí no salía.

S: Y el taranto era así y así y se cantaban estas letras y estas otras, y la alegría de tal manera, y cuando bailabas por alegrías tenias que hacer tu escobilla, tu castellana, tu no se qué…. hoy en día eso no se hace.

Y la gente más ortodoxa, que lleva muchos años escuchando flamenco, ¿cómo reacciona?

S: ¿Sabes lo que pasa?, que los flamencos antiguos, y sobre todo los que han estudiado flamenco tienen unas ideas como los conservadores del toreo. Esto es lo puro y esto otro es lo ligth y no vale, y a la gente que se sale de las cuatro reglas: Jesulín, El Cordobés, no la han respetado. Han dicho: esto no es torear, hay unas normas que seguir. Y en flamenco es lo mismo. La gente antigua, bueno, y la no tan antigua, porque yo, en un principio, no entendía la fusión tampoco. Yo, que soy joven, no lo entendía porque para mi el flamenco era el flamenco y que le metieran unas armonías de otro tipo de música para mi era descabellado. Pero con el tiempo te das cuenta que es como el respirar, hoy respiras este aire, mañana otro distinto.

J: La música no puede quedar encorsetada, tienes que buscar otra salida, porque la gente ha cambiado, el mundo ha cambiado, la información ha cambiado ¿cómo puedo seguir haciendo lo mismo que hace 80 años?

D: Eso era puro en su momento, pero si yo estuviera diciendo esas letras o ese tipo de sentimiento ahora, yo estaría mintiendo. Yo no vivo como hace 100 años ni tengo ese sufrimiento. A mi no me pasa nada de eso. Puro es lo que haces de corazón. Pero si alguien siente como entonces, eso es puro también.

¿Pero por qué el flamenco es tan idóneo para fusionar con otras músicas?

(todos a la vez)

J: El flamenco tiene una riqueza, una variedad de matices…..

S: Es que los españoles no tienen ni idea de lo que tienen en su país. Están más pendientes de 22 tíos detrás de un balón.

D: Date cuenta de una cosa, los mejores músicos de jazz siempre han echado mano del flamenco en algún momento. Porque les flipa, tiene…. tiene… tiene duende.

De repente Sonia que, a todo esto, había subido a meter prisa por que se iban dice: “nos están esperando desde hace un cuarto de hora”. Así que apresuradamente nos despedimos con un ¡hasta la próxima! Que ciertamente no fue mucho después….

Efectivamente, un mes después vinieron acompañando a Albert Plá y tuvimos ocasión de saludarles de nuevo. Desde luego, con gente así da gusto.

Entrevista realizada por Félix Vera y F-MHop

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

F-MHop
Jefe de redacción de La Factoría del Ritmo desde su fundación en 1995. Ha colaborado en diversas publicaciones musicales, entre las que se encuentran Rockdelux, Hip Hop Life, Hip Hop Nation, Serie B, Metali-k.o., Zona de Obras, Pulse! Latino o Astur Music. También ha hecho radio, colaborando con Onda Cero, Arco FM y Onda Verde Gijón. También fue beatmaker en el grupo Soul Dealers, practicantes de un Hip Hop combativo y comprometido.

Félix Vera
Escritor, músico y viajero infatigable, ha pasado parte de su vida en Australia y actualmente reside en Alemania. Forma parte del equipo de La Factoría del Ritmo desde el año 1995. Militó como guitarrista en los grupos de rock Containers y Ras con Ras. Ha publicado relatos en diversas revistas y es autor del poemario-rock: "Las Vueltas". Además es uno de los fundadores de la inusual editorial Alas Ediciones, dedicada a promover "literatura que deja manchas".

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