El reciente anuncio de la finalización del acuerdo de licencia que iVoox tenía con SGAE, afectará a miles de “podcasters” y supondrá un gran obstáculo para los creadores de contenidos independientes.
El pasado 7 de febrero, se publicó en el blog de iVoox un comunicado en el que explicaban la finalización del acuerdo de licencia que tenían con la SGAE, por el cual, todo podcast que se subiera a la plataforma estaba cubierta en sus obligaciones respecto al pago de derechos de autor por los contenidos musicales.
Este comunicado se puede leer en el siguiente enlace, https://blog.ivoox.com/sobre-la-actual-licencia-sgae_0073603/, y en él se explica que “nuestra licencia dejará de ofrecer su actual cobertura a partir del próximo 1 de marzo, no obstante los audios ya publicados mientras estuvo vigente el acuerdo seguirán estando cubiertos.”
Nota (añadida el 25/02/2019): Hoy 25 de febrero de 2019 iVoox ha publicado una entrada en su blog sobre una próroga temporal del acuerdo. Puedes leer más información en esta noticia que hemos publicado: “iVoox, SGAE: Renuevan temporalmente su acuerdo sobre podcasting“.
Un mensaje de aspecto nada alarmista, con una gran carga de profundidad
El comunicado está redactado en un tono extremadamente tranquilizador, aunque una lectura atenta, induce a pensar que iVoox no confía en un nuevo acuerdo con la SGAE a corto o medio plazo, pues alude explícitamente a que “estamos trabajando para ofrecer alternativas” y citan a la librería “Epidemic Sounds”, como una nueva característica que podrían tener sus planes “pro”.
Adicionalmente, dicen de forma literal lo siguiente: “aquellos casos particulares que así lo deseen, negociar directamente con la propia SGAE para la obtención de una licencia”.
Hay que destacar, para que el lector entienda la trascendencia del hecho, que iVoox era la única plataforma de alojamiento de podcast que tenía este tipo de acuerdo con la SGAE, vigente desde 2012, lo que la hacía muchísimo más atractiva que el resto, sobre todo para programas donde la música juega un lugar importante.
También hay que subrayar que ese comunicado se indica: “los audios ya publicados mientras estuvo vigente el acuerdo seguirán estando cubiertos”. Lo cual hace, al menos, que los contenidos ya publicados no se ven afectados.
Las tarifas de la SGAE para podcasts
En la web de la SGAE hay una página que dedica a las tarifas para “Radio a través de internet (Webcasting y Podcast)”, en el que se informa en detalle de esas cuantían económicas en documento PDF y se ofrece un recuadro aclarativo de las tarifas mínimas, del cual mostramos el apartado sobre “podcast”:
Sobre estas cuantías hay unos coeficientes correctores, en función del porcentaje de música empleada en el podcast:
Como se puede observar, la tarifa mínima para podcast es de 152,79 €, en el tramo de visitas mensuales más reducido. Esta cantidad podría verse reducida por el coeficiente corrector, pero en el caso de programas musicales, esa será la cantidad de referencia.
Además, los usuarios “no comerciales”, tendrán una reducción del 25%, lo que da como resultado 114,59 €, a pagar mensualmente.
Nota aclaratoria (añadida el 2019/02/22): El ejemplo que aquí se expone, es aplicable a un podcast de contenido netamente musical, suponiendo por tanto que incluye al menos un 70% de música en su contenido.
Esta página con las tarifas de SGAE para podcats se puede consultar aquí: http://www.sgae.es/es-ES/SitePages/corp-ventalicenciaP3.aspx?l=69
Repercusión de la nueva situación en los “podcasters” aficionados
Cabe destacar, que ese tramo más reducido se aplica hasta 50.000 descargas mensuales, una cantidad que resulta abultadísima para la inmensa mayoría de aficionados a la creación de podcasts, pues muchos rondan las varias centenas, o incluso las varias decenas de oyentes al mes.
Se debe tener en cuenta, que parte del éxito, y del atractivo de iVoox, es la posibilidad que ha dado a miles de aficionados a la radio, a crear contenidos.
La inmensa mayoría de estos aficionados no tienen ningún tipo de ingreso, lo hacen por simple pasión y, lejos de tener ningún tipo de retorno económico, entregan su tiempo, invierten en equipo y hacen un noble esfuerzo por difundir aspectos de la cultura que habitualmente no reciben atención de los medios mayoritarios.
Así, el hecho de que la nueva situación obligue a este tipo de creadores de contenidos para “podcasts” a afrontar estos pagos, muy posiblemente dé como resultado que muchos cesen en su actividad y en su contribución a la difusión de la cultura.
Las alternativas no siempre son viables
La riqueza del iVoox actual está en esa miríada de creadores independientes, que llegan a grupos reducidos de oyentes, pero sumando todos esos pequeños grupos, suponen un inmenso número de personas que cada día escuchan los contenidos que están alojados en esa plataforma.
Dentro de estos programas, hay una gran diversidad de temáticas. Y en aquellas en la que la música no sea primordial, es viable que encuentren alternativas no vinculadas a la SGAE, como las canciones de artistas que se acogen a licencias Creative Commons, o similares, el dominio público o incluso, fondos musicales compuestos por los propios responsables del programa o compositores amigos.
Pero en los podcasts donde la música es la temática central, esto no es viable. Al menos sin afectar drásticamente a su esencia.
Los beneficiados: los grandes medios radiofónicos
Esta nueva situación provocará la desaparición de muchos podcasts minoritarios y todos esos oyentes volverán a fijar su atención en los medios tradicionales, para los que hacer frente a esos pagos es sumamente sencillo. Pagar 611,19€ para un medio profesional, de implantación nacional, con decenas o cientos de miles de oyentes supone una cantidad nimia.
Así, las grandes cadenas de emisoras de radio tradicionales, podrán ser hegemónicas también en el ámbito digital.
La repercusión en las emisoras de radio minoritarias
En muchos lugares de España emiten pequeñas emisoras, algunas son proyectos sin ánimo de lucro, otras el resultado de animosos emprendedores que logran hacerse un hueco con mucho esfuerzo y vivir de la radio sin grandes alardes.
En muchos de estos tipos de emisoras participan voluntarios, que aportan programas sin obtener un beneficio.
Este tipo de emisoras existen en nuestro país desde los años 80 y con la llegada de Internet, se produjo en ellas una pequeña revolución.
Antes, su capacidad para captar oyentes estaba limitada a zonas geográficas muy reducidas. Ahora, potencialmente, están al alcance de oyentes de todo el mundo, gracias al streaming y los servicios de podcasting.
Lo normal es que estas emisoras, salvo excepciones muy puntuales, estén cumpliendo con la SGAE en lo que respecta al pago de derechos de autor. Lo que suponía, hasta el momento, afrontar el pago por la emisión en frecuencia modulada y el pago por la difusión en streaming.
La difusión en podcast, se hacía de forma mayoritariamente empleando iVoox y, en muchos casos, era algo que quedaba bajo la acción directa de los autores de cada programa.
La suma de estos canales de difusión, estaban permitiendo que algunas de estas emisoras tuvieran cierto florecimiento a nivel local, pues la cercanía les diferenciaba del resto de la oferta comunicativa, a la vez que se beneficiaban de estar disponible en cualquier momento y a voluntad del oyente.
Es difícil que captasen un número mínimamente significativo de seguidores fuera de su ámbito geográfico, pero las personas vinculadas a esa zona, ya estuviera de viaje o hubieran emigrado, sí podían seguir manteniendo su interés por la emisora y escuchando sus programas.
Ahora, con la nueva situación, tras la ruptura del acuerdo entre iVoox y SGAE, este tipo de emisoras deberá valorar si puede afrontar el nuevo esfuerzo económico, o tendrá que sacrificar la presencia de sus programas como podcasts. En cuyo caso, verán reducida su proyección.
La legitimidad de la SGAE
Las entidades de gestión de derechos de autor existen en la inmensa mayoría de países del mundo y tienen su origen en la necesaria protección de los creadores sobre el uso que se hace de sus obras; el derecho que tienen a percibir una compensación económica por su utilización, más cuando se dedican a un “oficio” con ingresos no garantizados, que llegan sin ninguna periodicidad y que son el resultado de cultivar su talento durante mucho tiempo, con un gran esfuerzo y que para nada tienen garantizada una compensación.
En nuestro país, la Sociedad General de Autores y Editores, la conocida SGAE, es la sociedad que se encarga de la gestión de los derechos de autor en el mundo de la música.
Desde hace años, los noticieros han recogidos situaciones irregulares en su gestión, que en ocasiones han acabado en los tribunales, o tensiones internas que resultan muy llamativas. Pero estos casos no afectan al fondo de la legitimidad de la actuación de la SGAE, aunque pongan en cuestión su correcto funcionamiento.
Así, la SGAE, al buscar una compensación económica por el uso de la música de los artistas vinculados a ella, tan solo cumple con su obligación con ellos, independientemente que lo consiguiera de iVoox o, ahora, lo tenga que conseguir de los podcasters directamente.
Si bien, se le puede hacer la crítica de que no han pensado en todos los casos de la realidad actual, ignorando a los pequeños creadores de contenidos, a los que se le podrían pedir pagos más reducidos y proporcionales al número de descargas que consiguen.
Porque, resulta evidente, que incluso sin ánimo de lucro, no es lo mismo el podcaster que tiene cerca de 50.000 oyentes, que lo tiene fácil para conseguir ciertos ingresos que le permitan cubrir gastos y pagar la actual cuota de la SGAE, que quienes tienes unas pocas decenas o pocos cientos de descargas al mes.
Las motivaciones del fin del acuerdo
En el comunicado de iVoox se señala: “SGAE está revisando su marco de licencias para adaptarlo a los modelos de licenciamiento de las principales Sociedades de Autor de Europa”.
Ayer mismo, día 14 de febrero, la SGAE publicó una noticia en su web relativo al “acuerdo sobre la Directiva de derechos de autor en el ámbito digital, alcanzado en Bruselas entre la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo”.
En esa noticia calificaba este acuerdo de “histórico”, explicaba “Un texto que, al trasponerlo a las legislaciones nacionales, permitirá establecer una remuneración proporcional en los derechos de autor en Internet” y hacía la siguiente valoración: “los autores y creadores están hoy más cerca de conseguir una reivindicación histórica: que sus derechos como autores y creadores reciban una remuneración justa por el uso de sus obras en las grandes plataformas digitales”.
Esta noticia se puede leer completa en el siguiente enlace: http://www.sgae.es/es-ES/SitePages/EstaPasandoDetalleActualidad.aspx?i=3618&s=0
Y la Unión Fonográfica Independiente (UFI), que agrupa a un buen número de sellos independientes españoles, también publicaba ese mismo día una noticia en el mismo sentido: “Tras mucho debate y nuevos cambios en el texto de la Directiva sobre derechos de autor en el mercado único digital adoptado por el Parlamento Europeo en septiembre, anoche por fin se llegó a un acuerdo en Estrasburgo y la directiva puede pasar a las etapas finales del proceso legislativo europeo. Ahora los Estados miembros y el Parlamento Europeo tienen que aprobar el texto final. Los cambios realizados en las discusiones del trílogo de esta semana se publicarán pronto y esperamos que ayuden a lograr un texto equilibrado.”.
El texto completo de esta otra noticia se puede leer en http://ufimusica.com/se-aprueba-el-texto-para-la-reforma-del-copyright/ .
Ante el contenido de estas noticias, cabe preguntarse cuanto tiempo tardará en finalizarse y aprobarse el texto legislativo europeo de forma definitiva y cuándo llegarán las adaptaciones en las legislaciones nacionales. Algo que, por experiencia en otras muchas legislaciones en otras materias, puede llevar varios años.
¿Qué opciones tienen los pequeños “podcasters”?
Como ya hemos señalado, los creadores de podcast que estén orientados en contenidos no musicales, podrán encontrar con cierta facilidad piezas musicales no vinculadas a la SGAE.
Para los centrados en el campo musical, la opción de optar por otras plataformas de podcast, en nada influye respecto a afrontar tarifas de la SGAE, porque no tienen acuerdos con esta entidad de gestión de derechos.
Respecto a iTunes, es un canal de difusión de contenidos alojados en otras plataformas, de manera que mientras iVoox cubría la licencia SGAE, quien difundía ese contenido también por iTunes estaba cubierto y a partir del 1 de marzo dejará de estarlo.
Optar por no pagar las tarifas de la SGAE no resulta una opción recomendable. Lo primero, por el hecho moral de no estar cumpliendo con los derechos de los autores, que son legítimos. En segundo lugar, porque quien optase por ese camino se arriesga a recibir en algún momento una denuncia de la SGAE, la cual podría venir en un plazo corto, medio o muy largo.
Y además, teniendo en cuenta las capacidades de la tecnología actual, la SGAE podrá disponer de herramientas de rastreo que detecten automáticamente a los incumplidores.
Otra opción, evidente, es dejar de hacer podcast. Aunque resulta muy triste que miles de aficionados que hacían su aportación a la difusión de la cultura cesen en algo tan enriquecedor (no en el sentido monetario), para ellos y para la sociedad.
En el caso de podcast que a su vez se emitían en radios minoritarias, el podcast podría desaparecer, continuando con la emisión estándar, si bien la difusión se reduce drásticamente y el atractivo para realizar los programas también.
En estos casos, tal vez fueran posibles negociaciones entre estas emisoras y la SGAE, para llegar a acuerdos económicos asumibles por estas pequeñas emisoras y que dieran cobertura a los programas que se emiten en ellas.
Otra opción, la que sería más deseable, es que SGAE tome la iniciativa en positivo, que tome en consideración a todos estos “pequeños” creadores de contenidos independientes e hiciera una nueva escala de tarifas más detallada, que tuviera en cuenta tramos más reducidos y ajustados a la realidad de esas personas, que hacen programas radiofónicos digitales con entusiasmo, pero que llegan a unas pocas decenas o centenas de personas.
¿Y a partir de ahora?
Ojalá este artículo consiga la repercusión suficiente como para que la SGAE se plantee una forma diferente de afrontar esta situación.
Tal vez merezca la pena a la SGAE reabrir una negociación con iVoox que haga viable la continuidad del acuerdo que han tenido en los últimos años. O bien, que cree una estructura de tarifas más acorde a la realidad de todos esos creadores de podcast aficionados, de gran entusiasmo, pero proyección reducida e ingresos económicos inexistentes.
La SGAE, adaptando sus pretensiones de recaudación a la realidad del panorama de los podcasters actual, es posible que a medio plazo consiga más ingresos (los creadores independientes no cesarán su actividad y harán pagos asumibles) y logre mejorar su imagen, que a día de hoy está muy desgastada ante la sociedad.
iVoox también debería considerar que en su implantación y éxito actual ha sido un factor clave este acuerdo con la SGAE, por lo que luchar creativamente por mantenerlo es una forma de asegurarse que su plataforma no sufra un decrecimiento a corto plazo del que le sea difícil recuperarse y en su lugar, seguir con el continuo crecimiento de los últimos años.
Más información:
Web oficial de SGAE: http://www.sgae.es
Web oficial de iVoox: https://www.ivoox.com/
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).