Tras un receso para dar vida a Los Magníficos, un grupo que revindica los estilos de las etapas previa e inicial del rock and roll clásico, Jorge Martínez revitalizó a Los Ilegales, con un nuevo álbum y muchas ganas de llevar las nuevas y viejas canciones a escenarios de toda España.
Clásicos de nuestro rock, con una sólida trayectoria que se extiende a lo largo de diez álbumes en estudio, más grabaciones en directo y singles varios, Ilegales es el vehículo expresivo principal del compositor, cantante y músico Jorge Martínez, quien decidió revitalizar el grupo el pasado año 2015, tras cuatro años de pausa en el que estuvo centrado en otro proyecto musical, Los Magníficos, de diferente estilo pero defendido con los mismos músicos.
La nueva etapa se hizo pública con el lanzamiento en el mes de marzo del pasado año del álbum “La vida es fuego”, que fue seguido de una extensa gira de actuaciones que se alarga hasta la actualidad. Ese disco fue grabado en formato trío, con Alejandro “Espina” Blanco al bajo y Jaime Beláustegui a la batería.
Esta entrevista se la hicimos a Jorge Martínez pocos días antes del triste fallecimiento de Alejandro “Espina” Blanco, que sufrió un infarto fatal el pasado 12 de marzo.
El grupo estaba a punto de iniciar una nueva etapa de conciertos presentando su nuevo disco, tras unas semanas de descanso, y ante la triste noticia hizo publico un comunicado de reconocimiento al compañero perdido y pocos días después se tomo la decisión de que Ilegales debía continuar, para lo cual incorporaron a la banda a Willy Vijande, quien ya había formado parte de ella años atrás.
Sirva esta entrevista de sentido homenaje de todos los que hacemos La Factoría del Ritmo a Alejandro “Espina” Blanco, un músico asturiano muy apreciado que regaló apasionante momentos sonoros a todos los oyentes que se aproximaron a los discos o directos de todos los grupos en los que tocó:
“La vida es fuego” se publicó a mediados del pasado 2015 y desde entonces ya habéis dado un montón de conciertos. ¿Cómo ha sido ese reencuentro con el público Ilegales tras 5 años? ¿Se han sumado nuevas generaciones?
“La vida es fuego” contiene una colección de canciones que reproducen fielmente todos los tics ilegales, son canciones muy en el estilo del grupo porque hemos considerado que son la mejor manera de celebrar un reencuentro.La respuesta ha sido entusiasta, etílica y, a veces, emotiva. La estrategia de tocar en grandes festivales genera un contacto con público nuevo y que anteriormente era ajeno a nuestra existencia. Se nos acoge con cierto entusiasmo y con sorpresa de que lo que están oyendo no sea rabiosamente nuevo.
Vuestro regreso se ha producido tras varios años de una terrible crisis económica… ¿Las estructuras del rock, sellos y discográficas, se han transformado en estos años?
El negocio de la música se ha contraído tremendamente, la piratería, el impuesto cultural y la rapacidad de las operadoras de telefonía sumadas a la crisis general han deteriorado considerablemente el ambiente.
Iniciasteis esta etapa de conciertos con un formato de grupo con gran infraestructura: personal, equipo de sonido, de luces. Lo que permite dar un espectáculo más lujoso, a costa de la movilidad. ¿Seguís en esta misma línea? ¿En el momento actual prefieres este planteamiento o uno que os permitiera moveros con más facilidad y actuar en salas más pequeñas?
Confieso que preferiría mas movilidad pero sería una estrategia equivocada, gran parte del público mantiene la errónea creencia de que a mas montaje mas calidad.En este momento nos divierte funcionar con una cierta cantidad de medios que magnifican el espectáculo pero estamos atentos a todos los indicadores que puedan advertir de que nos estamos pasando; no queremos un gran circo porque eso acaba diluyendo lo esencial. Un envoltorio por vistoso que sea es sólo un envoltorio.
Mike Bergara os lleva acompañando desde el principio de la gira, como segunda guitarra y teclista. ¿Se incorporará a la alineación “oficial” de Ilegales? ¿Es posible que participe en la grabación del próximo disco?
Mike está haciendo un gran papel y se ha integrado perfectamente en la banda. Mañana nunca se sabe…
Por lo que he leído en otras entrevistas, en esta etapa os habéis encontrado con muchos grupos de jóvenes músicos que se declaran admiradores de Ilegales, algunos con estilos que lo harían difícil de adivinar… ¿Nos podéis algunos de los grupos o artistas que os mostrado esa admiración y respeto y más os ha sorprendido?
Me ha extrañado un universo en el caso de gente de “Mártires del Compás” o “Los delincuentes”. A mi siempre me ha interesado su música pero nunca creí que ellos escuchasen “Ilegales”.
En Sudamérica sois un grupo muy querido y sabemos que aprecias mucho al público de ese continente. ¿Tenéis previsto visitarlo próximamente? ¿Se ha publicado allí vuestro nuevo disco?
Creo que ahora se está negociando la publicación de “La vida es fuego” en varios países… lo que tenemos que hacer es pasar seis meses al año en América.
El momento de grabar “La vida es fuego” tenías material para otro disco. ¿Veremos pronto publicadas esas otras canciones?
Las canciones que han quedado para el próximo disco son las más interesantes, pero probablemente al ser mas elaboradas y más ambiciosas artísticamente son menos adecuadas para un reencuentro. No puedo permitir que esas canciones se queden sin publicar, ellas son las que han obligado el regreso de “Ilegales”. He luchado con un montón de dudas durante años y ahora que estamos funcionando no vamos a renunciar a ellas. Se publicarán si o si.
Hay artistas que cuando deciden aparcar un grupo lo hacen, además de por motivos artísticos, por cambiar de aires y de gente con la que trabajar. Sin embargo en tu caso has mantenido a Alejandro Blanco Espina y Jaime Belaútegui como compañeros esenciales de viaje tanto en Ilegales como en Los Magníficos. ¿Has sentido en algún momento la necesidad de trabajar con otros músicos? ¿Cuál es vuestro “secreto” para que la relación se mantenga fructífera durante tantos años?
Todos los “Ilegales”, además de ser muy buenos músicos, son gente muy dura y se que funcionan en circunstancias fáciles o difíciles sin contemplaciones. Si hay que buscar un arreglo un sonido son capaces de ir al infierno a buscarlo y volver con el entre cenizas.
Te entrevista cuando lanzaste el disco de Los Magníficos y la verdad es que me pareció un proyecto superinteresante. ¿Qué tal de acogida tuvo? ¿Qué te llevó a revitalizar Ilegales?
Lo de “Los Magníficos” es una especie de cruzada a la que estábamos obligados. Nobleza obliga, teníamos los conocimientos, los instrumentos adecuados y todas esas técnicas desaparecidas o en desuso… sólo tuvimos que echarle valor.No hemos perdido el tiempo; ahí están dos discos con material realmente valioso. Ahora, incluso Gibbons de ZZ Top, está experimentando en esos caminos.Creo que la respuesta del público hubiese sido mejor si lo hubiésemos intentado unos años antes, cuando todo lo cultural estaba mejor visto, no obstante las mejores ofertas se produjeron cuando ya tenía una amplia colección de canciones ilegales que luchaban por vivir.¿La inconstancia de la suerte?
En aquel momento nos explicaste que consideras que resulta dificilísimo compaginar ambos grupos, por las características estilísticas de uno y otro proyecto. ¿Los Magníficos han terminado o pasan a la reserva por un tiempo?
Ahora me encuentro más capaz de compaginar ambas cosas pero no tanto como para atreverme con ello. El riesgo de patinar es muy alto y me temo que “Los Magníficos” tendrán que esperar un tiempo.
Y nada más, salvo desearte muchas suerte y una última pregunta… ¿Alguna vez te has imaginado tu vida si no hubieras sido músico de rock?
Sí, me han ofrecido un montón de trabajos mejor pagados y más valorados socialmente; una voz me decía acepta y cambia de aires. Me veía a mi mismo haciendo otras cosas y divirtiéndome con ello pero con todas estas guitarras por la casa…
Enlaces de interés:
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Entrevistas).
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