Album conjunto de estos dos músicos vascos publicado por Gaztelupeko Hotsak, sello que ha difundido la siguiente información:
Quien haya seguido las trayectorias de lgor Arzuaga y Luis Vil quizá se sorprenda al ver los nombres de ambos músicos alaveses unidos en este disco, pues aparentemente han recorrido caminos muy diferentes.
Discos de corte intimista, donde la poesía tiene tanta importancia como la música, entre el pop, folk. el rock. ecos de cabaret y la canción de autor francesa, y en los que Arzuaua ha ido encontrando una voz libre y personal. Además, es un músico versátil que domina varios instrumentos: piano, guitarra, acordeón diatónico, armónica…
LuisVil se inició en grupos que hard-rock y punk que tuvieron cierta repercusión en la escena underground vasca de losados 90, tales como Ironic Cancer Phobia, Triturbo y Drellas, con diferente implicación en cada una ellas. Posteriormente, sintió la necesidad de llevar adelante proyectos más cercanos a la música de aquellos autores con los que había crecido: Bob Dylan. Neil Young, Leonard Cohen, Tom Waits, Nick Cave… Música más reposada, grave, oscura… De ese empeño surgió Ricoamor, pero el grupo no funcionó como Vil deseaba y decidió comenzar una carrera en solitario, haciendo discos de “rock bastardo” (Retratos del caos, Sapos y culebras) o de poesía con arreglos de cuerda y sonidos acústicos (Versos ajenos).
Vil también ha dirigido un par de cortometrajes, y en uno de ellos, Flores de papel, fue cuando trabajó por primera vez con Arzuaga, haciendo la banda sonora del film.
Vieron que tenían puntos en común —el gusto por la poesía. la música de mediados del siglo XX, el Berlin de Lou Rced…— y que había margen para hacer algo juntos, “una mezcla de tradición y vanguardia en baja fidelidad, en busca de un sonido primitivo”, en palabras de Luis Vil.
Así ha nacido Mara-mara, un disco de canciones compuestas por Igor Arzuaga. pero en el que la participación de I.uis Vil en la producción y en los arreglos ha sido fundamental.
Entre los dos han hecho un bello disco, cuidado y rico en su instrumentación (guitarras crudas, acordeón, piano, armónica, percusiones. banjo…), que bajo una atmósfera común reúne muchas de las influencias citadas anteriormente, y en el que podemos encontrar música fronteriza (Beste abesti ha!) y country-folk (Isiltasunera), rock crudo y seco que recuerda a Anari (Poesia), pop de melancolía dulce (Pianoaren notak), canciones como las que crea Nick Cave cuando se sienta al piano (Paseoan), percusiones chatarreras a lo Tom Waits (Ntre aberria), una especie de pasodoble de taberna (Begira ezazo), aires cabareteros franceses aderezados con los detalles juguetones de Pascal Comeladc (Lehenengo hitz batzuk), pop-rock guitarrero (Kartzelch y atmósferas oscuras e inquietantes (Maite dut gana).
Mara-mara es un disco atípico en la producción musical vasca, la unión de dos maneras personales de entender la música. Esperemos que solo sea el inicio de una fructífera colaboración.
