Heaven's Cry: Primal Power Addiction

Al menos es la impresión que da en una primera escucha, es un estilo con claras bases de lo que llaman hoy día hard rock clásico sin olvidar ese toque progresivo que está tan a la moda hoy día y que sentaron a finales de los 80’s bandas como Queensryche como dejaron claro en aquel estupendo álbum conceptual “Operation Mindcrime” o Dream Theater en posteriores trabajos en las siguientes décadas. Incluso por un momento me hicieron recordar por el sonido de batería y bajo a Voivod, aunque éstos tuvieran unas inclinaciones más cañeras, mientras el estilo de Heaven’s Cry es eminentemente mucho más refinado y melódico. Sobre todo apoyado en su batería René Lacharité, el bajista Sylvain Auclair, sin olvidarnos de las aportaciones vocales de Pierre St. Jean y las guitarra de Eric Jarrin y Olaf Quinzanos. Los coros quedan muy limpios y nada ostentosos, esta sobriedad se plasma desde los primeros tracks como “2k Awe Tick” o “A new paradigm” que nos van invitando a una agradable audición y encontramos pasajes de medio tiempo tan buenos como “Divisions” con ciertos toques de rock sinfónico de los años dorados del género, pero siempre sin alargar en exceso los temas como suelen abusar normalmente las bandas afines a este sonido.

   Desde la primera escucha, nos damos cuenta que no estamos oyendo, ni mucho menos a unos músicos aficionados o simplemente que se han limitado a desarrollar los riffs más famosos que les hicieron vibrar a ellos. Si no que en base a unas influencias tal vez muy marcadas han ido construyendo su propio sello de identidad. Una identidad que viene refrendada por el virtuosismo y la calidad de estos cinco magníficos músicos canadienses.

   Una de las sorpresas agradables del álbum y que estoy seguro reclamará la atención de más de uno, es la buenísima adaptación del tema escrito por Rob Hirst, Jim Moginie, Peter Garrett; es decir, aquel inolvidable hit de los australianos Midnight Oil de su álbum “Scream In Blue Live”, esta vez como no podía ser de otra forma con un toque mucho más heavy.

   Hay que destacar el buen trabajo en cuanto al diseño del guitarrista Olaf, mientras el vocalista St. Jean firma una más que meritoria producción, haciéndonos suponer hasta cuanto se han comprometido estos artistas para sacar adelante una obra tan buena. Un trabajo más que recomendable de un grupo que merecería estar en la escena metálica en una posición más aventajada.

 

Comentario: José Francisco Fernández de Guevara Ferri
(Fecha de publicación: 09/10/2003)