Artista multidisciplinar, basta conocerle, por su música, sus actuaciones o una simple entrevista, para quedar seducido por su personalidad y su talento.
Guillermo Rayo es cantante, compositor y actor. Se volcó en el arte desde adolescente y ha conseguido convertirlo en su medio de vida combinando trabajos donde está al servicio de los objetivos de otras personas, con actividades donde priman sus ideas y sus gustos.
Ha trabajado en televisión, haciendo trabajos de lo más variado, desde guionista a presentador, y algunos de aquellos programas fueron muy populares: “Caiga quien caiga” y “No disparen al pianosita”.
Ha trabajado en obras teatrales. Ha compuesto música para cortometrajes. Ha sido director musical en el SEMINCI de Valladolid. Y uno de los trabajos “alimenticios” que más resultados y satisfacciones le proporciona corresponde a dos bandas tributo que gozan de notable tirón: una dedicada a Los Rolling Stones (Rayo Stoned) y otra a David Bowie (El Duke Andaluz).
Atendiendo a sus propias inquietudes creativas, ha publicado 9 álbumes, con distintas formaciones o en solitario, pero donde él siempre ha sido el impulsor: Loscomotoras, Rayo y Los Trueno, Rayo y Las Rayitas y firmando con su propio nombre.
Sus conciertos no tienen un planteamiento al uso, sino que son espectáculos donde el arte teatral se entremezcla con la música.
Su más reciente trabajo es el EP “DesmuñecArte”, que es el precedente de un futuro álbum que girará entorno al mismo concepto: el amor sin género.
En las siguiente entrevista repasamos toda su trayectoria y hablamos sobre “DesmuñecArte”:
A lo largo de tu carrera, además de música, también has hecho televisión y teatro. Además, en tu faceta musical has combinado tus propios proyectos, con los tributos y la composición de ba ndas sonoras… Está claro que tienes una vocación artística vital… ¿A qué edad tuviste claro que tu futuro profesional estaría vinculado al arte?
Pues a decir verdad todavía no lo tengo claro. La vida es eso que te pasa por delante mientras piensas qué es. Empecé a tocar la guitarra y a componer canciones de muy joven. Y una cosa lleva a la otra: empecé a actuar en directo y esa es una droga que resulta muy difícil desengancharte de ella. Por otro lado soy una persona curiosa y me encantan los retos. Yo creo que esa es la razón por la que he tocado tantos palos (artísticos).
En 1989 creaste Loscomotoras, banda con la que publicaste tres discos… ¿Estuviste en grupos o desarrollaste algún proyecto previo a Loscomotoras?
Pues Loscomotoras es una creación del grupo de amigos del instituto, que es donde empezamos todos a tocar seriamente, pero no fue el primero. Antes de llegar a ser Loscomotoras, fuimos Chankla y Los Pajarracos (con diferentes formaciones).
Con esa banda, Loscomotoras, publicaste 3 discos con Virgin Records, entre 1989 y 1992. Un gran sello y unos años en los que se podía hacer dinero vendiendo discos. ¿Cómo os fue en esa etapa?
Pues nos fue de oro mientras que duró. Para unos tiernos adolescentes que te fichara Virgin era como la lotería. Hicimos varias giras por toda España, ganamos dinero. Incluso desde SGAE nos llegó dinero (por cierto, con el primer cheque, que me cogió por sorpresa, me compré mi primera guitarra eléctrica seria: Una Gibson SG Edición Limitada (Suitcase) azul metalizada. Preciosa. Fue una etapa muy enriquecedora desde todos los puntos de vista, no solo musical.
Tras Loscomotoras estudiaste teatro en el Instituto Teatro de Sevilla… dado que has declarado que siempre has tenido claro que tu prioridad era la música… ¿Qué te llevó a destinar 5 años de tu vida a estudiar teatro?
Pues por aquellos entonces yo ya tenía la banda tributo a The Rolling Stones. Desde el principio vi la necesidad de la caracterización escénica del proyecto. Eso me hizo pensar en la formación teatral como elemento importante dentro del show. Me presenté a las pruebas del Instituto del Teatro para ver si aquello me podría servir. Eran unas pruebas muy exigentes. 15 días con 300 aspirantes de los que escogían 40 para entrar en la formación. Sorprendentemente para mí me escogieron. Después te das cuenta que todas las materias te ayudaban a ser mejor artista (danza, acrobacia, pantomima, interpretación, música…). De hecho, aprendí a tocar el piano y crecí en teoría musical. Fueron unos años muy productivos que me enseñaron otra profesión con la cual he trabajado bastante.
También has compuesto para bandas sonoras… Lo que me lleva a preguntarte si tus conocimientos musicales son intuitivos, autodidactas o si has cursado estudios formales…
Pues empecé intuitivamente, después continué de una manera autodidacta y al final aprendí mucho formalmente en el aula de música del instituto del teatro. También hice solfeo en el Conservatorio de Sevilla (2 años) y he ido haciendo muchos cursos sueltos a lo largo de mi carrera que siempre me han ayudado a componer (fundamentalmente ligados a la informática musical).
¿Qué nos puedes contar sobre tus trabajos para bandas sonoras?
Pues que me gusta, de vez en cuando, cambiar la manera de trabajar con la música. Las bandas sonoras requieren un estudio de enfoque musical poderoso según lo que quiere el director de la película. Eso te obliga a sacar lo mejor de ti y a meterte en berenjenales que no controlas mucho. Y yo ya dije que soy curioso. El manejo de las herramientas digitales de composición ayudan mucho, pero al final es el desarrollo de una idea que no es tuya y eso me inspira mucho.
En Televisión trabajaste en algunos programas que obtuvieron mucho éxito. En particular “No disparen al pianista” y “Caiga Quien Caiga”, aunque trabajaste en más programas. ¿Cómo fue tu experiencia en televisión? ¿Qué trabajos desarrollaste?
Hice miles de trabajos en televisión. Como presentador, como reportero, como actor, como redactor… Para mí siempre fue una manera de ganar dinero “fácil” para después dedicarme a la música. Siempre fueron un medio más que un fin. Además, la televisión es un mundo muy cruel que requiere de buenas relaciones, peloteo de pasillo… características de las cuales carezco. Pero como experiencia, muy enriquecedora. En todos los sentidos.
Algo muy original que hacías en el programa “Bazar” de Canal + era la “Cantantrevista”. ¿La podías hacer con cualquier tipo de artista y músico o había que hacer una selección o probar con ellos si ese formato funcionaba?
Siempre defendí que se podía hacer con cualquiera que se animase a ello. La idea surgió de las entrevistas que se hacían a los músicos que presentaban disco. Me parecía bastante inocuo el hecho de preguntarle cosas al artista que no tenían ninguna trascendencia y se me ocurrió que podía hacer lo mismo, pero cantando y tocando a la vez. Me pasaban el disco a presentar unos días antes y yo lo sacaba a la guitarra entero. Cuando llegaba el artista, en el desayuno, yo les hablaba de su disco y les proponía hacer alguna canción en medio de la entrevista. Algunos aceptaron (Muchachito Bombo Infierno, Macaco…). Algunos se negaron en rotundo (Falete…). En mi opinión funcionaba siempre que el artista tuviera seguridad en lo que estaba proponiendo en su disco.
Entre 2000 y 2006 tuviste la formación Rayo y Los Trueno, con la que mezclabas música y teatro… ¿Qué espectáculos ofrecíais? ¿Hicisteis alguna grabación?
Fue una época muy creativa desde el punto de vista escénico. Desarrollamos un show básico en el desaparecido Café del Foro de la Plaza del 2 de Mayo en Madrid (Con-cierto-teatro). Los actores y amigos Belén López y Manolo Caro me acompañaron en esta aventura loca que desembocó en una obra teatral llamada “Spain is INdifferent!” que presentamos Manolo Caro y yo en la Sala Triángulo (Madrid) y en el Festival de teatro de Palma del Río (Córdoba). Sí que hay alguna grabación por ahí, pero no le dimos mucha bola y como no sobrevivió a 2006, pues ahí quedó.
Tienes dos grupos de versiones: un tributo a Rolling Stones y otro David Bowie. He leído que económicamente son dos actividades que funcionan muy bien… ¿Qué aporta a un artista vocacional como tú ese tipo de trabajo?
Funcionan mejor que la propuesta original, sin duda. Para mí hacer las canciones de mis referentes musicales no solo me enseña a ser mejor músico, sino que creo que es fundamental para el desarrollo vocacional de cualquier músico. No es lo mismo cantar un par de temas que profundizar en un repertorio completo. El conocimiento es amor, ya lo decía Paracelso. Picasso, antes de crear el Cubismo, pintó prácticamente toda la obra de Velázquez (copió, vamos). En mi caso hacer de Jagger (desde 1993) y de Bowie (desde 2018) lo único que me ha aportado son cosas buenas: entenderlos mejor y aprender de sus logros en composición, arreglos, duende…
¿Cómo llevas que los empresarios, incluso el público, muestre más interés por los grupos tributo que por grupos y artistas, como tú u otros muchos casos, que crean sus propias canciones?
Pues es una putada, la verdad. La dinámica social ha hecho que los que tenemos cosas que decir lo tengamos mucho más difícil para llegar a la gente. Nadie invierte en nueva creación excepto nosotros, los creadores. Como consecuencia a largo plazo supondrá nuestra extinción. O no, porque crear responde a una necesidad más que a una apetencia.
De momento supone la imposibilidad de dedicarte profesionalmente a la creación musical. Otra de las razones de continuar con los tributos es seguir en activo. Si no sería imposible. Espero que como sociedad le pongamos remedio. Yo no puedo evitar seguir componiendo canciones. Otra cosa es que tú las llegues a escuchar.
En 2010 publicaste tu primer trabajo en solitario, “Adicciones”. Esta etapa llega hasta la actualidad… ¿Qué es para ti lo más distintivo de esta etapa frente a las aventuras artisticas en las que estuviste anteriormente?
En 2008 decidí que ya estaba bien de esconderme detrás de nombres de grupos cuando en realidad era yo el motor de todo lo que presentaba desde Loscomotoras. Así que me decidí a grabar “Adicciones” con algunos temas nuevos y otros que había desarrollado con Rayo y Los Trueno. Fue un cambio radical ya que empecé a trabajar solo. Arreglando mis propios temas en el pequeño estudio de grabación que me había montado en casa. A partir de entonces he trabajado con muchísimos músicos a la hora de grabar discos y he aprendido mucho de ellos, aunque no nos uniera el nombre de la formación musical. Y todos los músicos que pasaron tuvieron como única obligación que su aportación musical fuera brillante. Esto ha sido así hasta la aparición de Los Rulantes, mi banda fija actualmente.
Tu más reciente larga duración fue “Piedras rulantes”, de 2016… ¿Qué papel jugó ese álbum en tu carrera?
“Piedras Rulantes” fue volver al inicio, al rockero que había perdido por el camino. Salí volando con “Adicciones” que es mitad rumba y mitad rock. Me fui a la Estratosfera con el experimento de “Pro-testa. Disco Ley” con músicos y arreglos más cercanos al Jazz. Con “Piedras Rulantes” pretendí volver a hacer un disco de Pop Rock. Es verdad que mi experiencia y los músicos de los que me rodeaba en aquel entonces hicieron que fuese un paso más hacia delante, un rock elegante y elaborado del cual estoy muy satisfecho. Siempre le he dado una importancia total a las letras y he ido saltando eclécticamente en las músicas. Era el momento de volver a hacer rock.
Ahora acabas de estrenar el EP “DesmuñercArte”, que el precedente de un futuro LP y que tengo entendido está vinculado a un espectáculo entre musical y teatral… ¿Qué nos puedes contar sobre “DesmuñercArte”?
Es mi nueva aventura. Sigo escribiendo canciones y una de ella supuso la puerta de entrada a otro invento. “La Princesa Azul”, tema que trata sobre el amor sin género, habla en un momento de una muñeca que se desmuñeca. De ahí surgió el arte de dejar de ser muñeca. Ya tenía algún tema que podía encajar en la definición. Juego con el término de muñeca pero también con el de marioneta. De ahí surge la idea de los hilos. De que todos tenemos hilos invisibles que nos hacen actuar muchas veces como no somos realmente. ¿Y si ponemos hilos en el escenario?.
Llevo toda mi vida profesional intentando hacer conciertos con el toque teatral suficiente como para que no sean conciertos al uso, que aporten escénicamente, ayudar a los ojos a cimentar el mensaje básico de las canciones.
En esta ocasión hemos optado por convertir el escenario en una especie de crisálida de donde partimos más formales, más conformistas y al final vamos a surgir más valientes, más libres. Con respecto avanza el show vamos cortando esos hilos a la vez que nos vamos liberando. Al final del show, para que te hagas una idea, yo soy una estrella del glam rock
La crisis del coronavirus ha alterado los planes de muchos músicos y también ha impactado en los tuyos… ¿Qué conciertos o actividades has tenido que suspender? ¿Los tienes ya replanificados?
Todas las actividades. Siete conciertos cerrados y cinco muy avanzados en la negociación. Ninguno replanificado hasta el momento. Te hablo de los tributos. Una auténtica ruina para los que queremos vivir de nuestra profesión.
Respecto Rayo y los Rulantes había cerrada una presentación en Sevilla, que me hacía mucha ilusión, que se ha suspendido.
Ahora es hablar por hablar porque se han suspendido todos, pero tenemos un show (sin parafernalia escénica) muy potente para festivales (todo mi apoyo al sector) pero de momento ninguno se ha fijado en nosotros para formar parte de su cartel. Llamamiento hago desde vuestra plataforma.
¿Cuándo crees que llegará el LP vinculado a “DesmuñercArte”?
Pues no me arriesgo a dar una fecha concreta como están las cosas, la verdad. Lo que sí te digo es que estamos componiendo y grabando cosas (la nueva forma de ensayar) cada uno y estoy muy contento con el resultado. Canciones para completar el LP habrá para finales de este año. Otra cosa es que pueda sacarlo el año que viene ya que dependemos de lo que generamos y este año va a ser nefasto. Confiemos, pues, que sea la más pronto posible
Y nada más, salvo desearte suerte en tu carrera y dejarte espacio para si deseas añadir algo más para nuestros lectores…
Pues a vosotros, lectores de La Factoría del Ritmo que hayáis llegado hasta aquí, me gustaría animaros a que os deis una vuelta por mi repertorio. Os daréis cuenta que no hay una canción igual a la otra pero que todas tienen una intención artística. Que a mis treinta años de profesión y sin ser una estrella mediática se puede tener un puñado de canciones con vocación de sorprenderos.
Visitadme en web (guillermorayo.com), Youtube o cualquier plataforma digital conocida o por conocer…
Ya me diréis qué os pareció.
Nos vemos en el Universo.
Videoclip de la canción “El número úno”:
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).