En este álbum los más grandes entre los grandes, es un decir, parodian a gran cantidad de estilos dentro de la gran familia del metal. ¿Te divertirán o los odiarás?.
Una broma de los miembros del grupo Chococrispis primero hizo gracia entre sus amigos, luego entre quienes escucharon la maqueta y después entre los que escucharon su disco o asistieron a sus conciertos. Se trataba de una parodia de los tópicos del Heavy Metal, que ha divertido a mucha gente, pero que también ha sentado mal a parte de los aficionados a este incombustible estilo.
El sentir de los "heavys" al ver como alguien parodia la música que aman con pasión, es difícil de entender desde fuera, aunque también es cierto que, cómo leí en un foro en plena discusión sobre Gigatrón, alguien que parodia el género con tanto tino, es que lo conoce muy bien, y para conocerlo así hay que amarlo… Y por lo que nosotros sabemos ese es el caso de los músicos de Chococrispis, un grupo realmente interesante, que ojalá algún día tenga éxito con su propia música.
El caso es que ahora Gigatron editan un nuevo álbum, "Mar de Cuernos", en el que hacen un repaso por un montón de estilos dentro del Heavy Metal, a lo largo de veintidós cortes, entre los que apenas echamos en falta algunos géneros… el doom, el sonido industrial y poco más.
El segundo corte del disco, la primera canción ("Banderas de roña"), es todo un himno de heavy metal clásico, con gritos guerreros, cabalgando sobre guitarras a todo trapo. A partir de aquí los temas se suceden, con momentos especialmente brillantes (críticas ácidas y certeras o divertidas)… "Ministro del Pisto" es una canción de rock urbano, en el que clavan la voz de Yosi de Los Suaves, y narran una letra que "casi" habría podido firmar el gallego. "Macho cabrío" lleva al grupo hacia el Death Metal… con Satan de íntimo amigo provocando problemas familiares en sus visitas. "El Rock del Contenedor" nos retrotrae al sello Chapa y a las canciones de Moris. "Mazinguer Metal" es un himno que entusiasmará a todos los que disfrutaron (disfrutamos) con los legendarios dibujos animados japoneses. "Himno al Botellón" hace gala de esta reivindicación social con un corte rítmico, de los de dar palmas, al estilo de heavy de melenas y permanentes. "Tú Mismo", otro himno, este de los de poner los pelos de punta, sobre hermandad entre los "jevys". "Negro de Cojones (Nigger of the Bollocks)", es un hilarante acercamiento al rap-metal, con unos arreglos-scratchs de organillo y una letra disparatada. Y la última que destacaremos es "La Virgen de las Tachuelas", en clave de rock andaluz, Medina Azahara en el horizonte, con perlas como "yo sé que me quiere y me cuida, la Virgen de las Tachuelas, porque es la que le dio permiso al niño Dios para dejarse melena".
A Gigatrón hay que reconocerles su extensión a la hora de tener conocimientos para poder parodiar, también que saben donde meter el dedo en la llaga y que lo hacen con gracia (aunque eso sí, escucharle los 22 cortes de un tirón se hace un poco pesado). Y ante la polémica entorno a ellos, yo propondría que surgieran más grupos así, pero de otros estilos musicales… El Hip Hop, grupo con el que me identifico de forma personal (aunque soy oyente fiel de heavy metal entre otros géneros), sería un candidato ideal… ¿cuántas canciones hay sobre lo mal que riman los otros y que no debieran hacer rap?. ¡¡¡Eso se merece una parodia, ya!!!.
Por último indicar que de forma paralela a la edición de este disco se ha puesto en Internet, de forma "a-legal", un disco "virtual" llamado "Hittrahshhit (El Disco Fantasma)" en el que se incluyen diez versiones de clásicos del heavy metal.
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