Una nueva edición de una de las joyas ocultas del panorama musical veraniego norteño. Sobre escenario Tonino Carotone, Dixebra, Bersuit y Fresh.
Quince ediciones son realmente muchas para un festival y esas son las que lleva el Festival Magosta, una propuesta que nació folk, se mantuvo así durante trece ediciones, pero que finalmente tuvo que mutar hacia el rock mestizo para asegurar su supervivencia. Una pena, pues en La Factoría del Ritmo tuvimos oportunidad de cubrir varias de esas ediciones y eran realmente fantásticas… eso sí la respuesta del público era bastante floja. Ahora la acogida del público es mucho mejor, no hay duda, y el cartel no está mal, aunque no tiene la magia de entonces… pero vivamos el presente. Y el presente de hace muy poquito fue la edición de este año, tres días en los que se combinaron música (en la que sí hubo un huequito para el folk) con otras actividades paralelas a los conciertos (exposiciones, talleres creativos, proyecciones de cine y documentales, mercado artesano, comercio justo, charlas-coloquio, juegos tradicionales, un encuentro de Luthiers y muestras de productos artesanos, gastronomías del mundo y actividades de ONG´s).
Nuestro equipo pudo desplazarse hasta Castañeda el sábado, lamentablemente nos perdimos el viernes y el domingo, aunque esta visita sí nos sirvió para dar un tiento al festival y relataros el ambiente que allí se vivió y la música que se disfrutó durante esa agradable noche de julio.
Al llegar nos encontramos con una sorpresa al comprobar que los conciertos se habían desplazado este año de la campa en la que habitualmente se desarrollaban, un sitio muy acogedor y bonito, a una zona cercana a la que se podía acceder andando (la antigua zona quedaba relegada a parking), que contaba con gradas y una ubicación seguramente más cómoda para los puestos del mercadillo (además protegidos de la posible lluvia). Este nuevo espacio es funcional y el público puede elegir entre seguir las actuaciones a pie de escenario o cómodamente sentado, aunque pierde el encanto del otro (el contexto bucólico del otro se ha transformado en un recinto totalmente estándar).
Nosotros llegamos entorno a las nueve y media de la noche, justo cuando la actuación de Tonino Carotone acababa de comenzar… comprobamos que había buen sonido y esa fue una constante durante toda la noche. En esta primera actuación el público no era muy numeroso, pero pronto se fue incrementando y ya para la actuación de Dixebra había varios cientos de personas disfrutando de la música.
La actuación de Tonino Carotone no fue demasiado lucida… esa noche estrenaba banda de acompañamiento y se les notaba poco conjuntados, además por algún motivo las gracias de Tonino no resultaban demasiado graciosas… Tal vez sea un artista para teatros o bares o tal vez esa noche no la tuvo demasiado inspirada… o tal vez actuar el primero del cartel no le vino bien. El caso es que algunos se quedaron con ganas de verle, a priori se podía pensar que su actuación sería de las últimas, y quienes le vimos pudimos escuchar canciones de su repertorio y un par de temas de la etapa Huajalotes.
El siguiente turno fue para Dixebra… Este grupo hace ya un montón de años que decidieron convertirse en la versión asturiana de Negu Gorriak y desde luego que lo han conseguido. A su actuación se le puede criticar que fue larga, muy larga, y también que estuvo trufada hasta la saciedad de mensajes nacionalistas asturianos, en ocasiones mensajes antiespañolistas, y esas intenciones políticas parecen copias de las posturas independentistas vascas y catalanas. Pero por la parte positiva hay que decir que lo que hacen lo bordan… el cuerpo de música es el rap metal, pero luego entran multitud de ritmos muy bien combinados y además con abundantes sonidos de gaita (algo realmente difícil de encajar bien en un grupo de rock)… sonaron tremendos y además mantuvieron la energía durante toda la actuación. En definitiva, una gran actuación, recibida por parte del público con gran entusiasmo y por otra parte con cierto escepticismo por los mensajes políticos, pero musicalmente buena, sin duda (aunque “pelín” larga).
Después saldrían a escena los argentinos Bersuit… Acaban de publicar nuevo disco, “Testosterona”, aunque está no editado por el momento en nuestro país y lo cierto es que nosotros apenas les conocíamos, pero nos sorprendieron muy gratamente. Lo primero que llamaba la atención es su vestimenta, ciertamente curiosa… parecían celadores de hospital. Luego la cantidad de músicos que había en el escenario… toda una multitud. Y luego su propuesta, que tenía una base en el rock, pero se desarrollaba incorporando un montón de sonidos argentinos… empezando por el tango, pero con muchos más ritmos y estilos. La primera etapa del concierto fue bastante tranquila y luego fueron aumentando en intensidad. La sensación que nos causaron es que son un grupo a descubrir, difícil de disfrutar sin conocer previamente sus canciones, pero realmente originales.
Y tras los argentinos y para cerrar la fiesta, saltaron a escena Fresh, una banda cántabra que utilizar la música electrónica para hacer bailar y a la que incorpora instrumentos reales… guitarras, percusiones… y dos voces, una masculina y otra femenina. No pudimos ver su actuación completa, obligaciones laborales al margen de La Factoría del Ritmo de uno de nosotros nos lo impidieron, pero desde luego dejamos al público disfrutando de un espectáculo llamativo y agradable para terminar la velada.
El Festival Magosta dista mucho de ser un macro festival del estilo del Viñarock, el Festimad o el Santander Summer Festival, pero dentro de su tamaño moderado es toda una golosina… se puede disfrutar de tres días de acampada en mitad de un paisaje fantástico, con un montón de actividades para entretenerse durante el día y con unas atractivas actuaciones por la noche. Si el próximo año tienes pensado pasar tus vacaciones por el norte peninsular, el Magosta puede ser una cita que le ponga una guinda inolvidable a tus días de descanso.
Más información sobre el festival en su página web oficial:
No te pierdas la galería fotográfica: “Festival Magosta – Castañeda – 1/7/2006”.
Be the first to comment