Lo primero, me gustaría advertir al que lea esto buscando un gran análisis del festival que no va a encontrar eso en absoluto; a este tipo de lectores y también a los que no aceptan opiniones extravagantes (y totalmente subjetivas) les pediría que no sigan leyendo.
Quisiera transmitir una visión general de lo que fue para mí este festival al que ya he asistido en diversas ocasiones, pero también me gustaría avisar que esta es la primera vez que asisto con el chip de la responsabilidad encendido sabiendo que más tarde tendría que escribir el reporte correspondiente.
Por suerte, pude asistir ambos días. Dos días completamente diferentes para mí, pues el primero estuvo marcado por la novedad de acceder a la zona VIP, en la que nunca había estado, pero en el segundo me di cuenta que el verdadero espectáculo sigue estando tragando polvo como el resto de los que se ven sujetos a la dictadura de las pulseras de colores.
El viernes llegue algo tarde debido a las inclemencias del tráfico y otras complicaciones de tipo psicológico que no viene al caso comentar.
Con mi pulsera verde en la muñeca izquierda entré a la zona vip/prensa (tampoco me quedó muy claro si de verdad era zona vip o simplemente era la zona de prensa a la que también accedían la gente del lado oscuro del negocio). Sea como fuere, el primer rato lo pase allí cenando de menú (variadito por cierto) y escuchando a la última exportación de la MTV americana, los POD demostraron que se saben sus propias canciones muy bien y que además hablan… con lo que mi teoría de que eran argambois disfrazados de músicos (con tatuajes y melenas incluidas en el pack) cambió algo, no mucho. Pero bueno, supongo que ya tienen bastante pasta como para afrontar, sobre todo psicológicamente, la caída estrepitosa que se les avecina … simple opinión y no es a mala ostia.
Con la panza llena y deseoso de ver cosas interesantes nos dirigimos al escenario Lago para ver al aclamadísimo Andrew WK. En este momento tenía grandes expectativas pues se ha dicho mucho y bueno sobre él. Pero mi gozo en un pozo … tuve la sensación de estar en la verbena de mi pueblo y la mayoría de los allí presentes parecían encontrarse en el mismo estado mental. En ningún momento hubo conexión con el publico y eso que tenía todas las de ganar (además al chico se le veía con ganas). Había muchísima gente e incluso la banda sonaba bien, pero un concierto exitoso no esta basado en sonar bien. Nos fuimos de allí a la mitad del concierto.
Por un momento pensé que el día iba a ser un fracaso a pesar de recordar los conciertos de Rammstein como espectaculares (bonita edición española en VHS/DVD) y el camino entre los dos escenarios fue extraño, intenté amenizarlo mediante el uso de sustancias legales y alguna otra no tanto… y llegamos a una zona del escenario Festimad que a mi modo de ver estaba demasiado lejos para poder disfrutar del espectáculo, pero bueno, es lo que pasa cuando vas con un grupo de gente… la democracia es la opción mas socorrida.
Tras largos minutos de espera bien amenizados por esa risa tonta tan contagiosa, se comenzaron a oír los primeros acordes del grupo alemán.
Decir que el concierto de Rammstein fue el mejor al que he asistido en mi vida no es quedarse corto pero sería una injusticia para algunos buenos recuerdos que reposan, como el buen vino, en mi memoria.
Este es el momento en el que hago una pausa para solidarizarme con la gente que decidió seguir leyendo, que quiso ir a ver a Rammstein y no pudieron ir.
Lo siento.
Fue un verdadero espectáculo, grandiosa puesta en escena complementada por un sonido contundente y de gran calidad. Yo diría que sonaban mejor que en el cedé.
Fuegos artificiales, fuegos reales, demostraciones sexuales, eyaculaciones, un agradable paseito en barca… y algunas cosas más que no consigo recordar, o a lo mejor lo hago adrede para que no se lo pierda nadie la próxima vez.
Al finalizar el concierto solo cabía responder a las emociones vividas con algo remotamente comparable, pero que para el caso valía. Regresamos a la zona de prensa donde se podía disfrutar de las delicias de las destilerías escocesas y allí nos quedamos escuchando los homogéneos ritmos procedentes de la carpa dance…, creo.
El segundo día amanecí más temprano y, como ya mencioné antes, asistí con otro grupo de personas diferentes a las del primer día.
A pesar del madrugón (14:30h.) no conseguimos aterrizar, repito ATERRIZAR, en el parque hasta las 6 de la tarde, justo para ver terminar a los Yoghourt Daze con un bonito tema muy apropiado para la fecha. Mientras se escuchaba el …. is living a celebración el grupo mostró al numeroso público asistente lo fácil que resulta cargarse una guitarra, a lo que el respetable respondió con gran excitación y más de uno pidió que se rompieran más y más guitarras… pero es una lastima que la mayoría de los grupos de calidad de este país no gocen de una promoción gratuita semanal en los canales públicos (vamos que les pagamos todos la promo) de ser así, verían incrementados sus ingresos lo que les permitiría romper alguna guitarra más en los conciertos.
Tras esta bonita demostración, secuestramos una sombra en la pradera del escenario del Lago (donde habían tocado Yoghourt Daze) y proseguimos con nuestro periodo de relajación; el día se presentaba largo y había que tomárselo con calma. Y fue tanta la calma y la relajación que después de escuchar de lejos a Deluxe (en aquel momento me sonaron bien) me vi de repente en el lado derecho del escenario del Lago disfrutando del concierto de Sidonie. Disfrutando, sí, fue una sorpresa bastante agradable. El sonido fue muy bueno y la puesta en escena algo arriesgada (en algunos momentos pudo llegar al ridículo … según se interpretase claro) pero creo que al final les quedó bastante bien. Concierto que fue muy comentado en más de un corrillo algo más tarde.
Como el concierto de Sidonie me gusto tanto decidí quedarme donde estaba, posicioné mi culo en la hierba de nuevo, y comenzamos a relajarnos, de nuevo. Y de nuevo de lejos escuche a otro grupo, Fun-da-mental (realmente no tengo mucho que decir sobre este concierto).
Sea como fuere, yo estoy seguro que a las 9 y media de la noche me encontraba en el escenario del Lago en una de las filas delanteras esperando a ver un grupo que me sonaba de oídas pero tenia ganas de ver, Big Soul.
Para mí, éste fue el mejor concierto del sábado (luego llegaré a Jamiroquai). La verdad es que desde el principio me vi abordado por el sonido cambiante de la banda de San Francisco. Ritmos funk, riffs sesenteros, percusiones cercanas al hip-hop, y más y más y más, todo ello amenizado y animado por un trio que lo da todo en el escenario y se entrega totalmente al publico. En especial la bajista (Caroline)… nunca había visto a un tía con tanta naturalidad y empuje sobre un escenario de rock.
A todo lo anterior ha de sumarse el publico que abarrotaba la pradera del escenario del Lago, publico que estuvo siempre entregado y no paró de saltar en ningún momento del concierto.
Tras este gran concierto sólo me faltaba rematar el día, y el finde, viendo a Jamiroquai, al que tenia muchas ganas de ver y estaba deseoso de asistir a un gran concierto.
Y la verdad es que fue un gran concierto, la banda sonaba muy bien … de todas formas no escuche ningún tema de los nuevos (quizás no los tengan listos para el directo, o no los quieren tocar todavía, o puede que los tocasen y no me enteré … es otra opción).
Se escucharon las canciones más conocidas y Jay Kay amenizó el concierto (que estuvo a punto de caer en la monotonía) bailando como él sólo sabe hacerlo y entregándose a un público que siempre estuvo con él. Ritmos funk y disco muy bien ejecutados fueron bien aprovechados por un cantante muy inspirado. Un gran concierto del que me fui con muy grato recuerdo.
Este ha sido el año, después de dos sin asistir, en el que he notado un verdadero cambio con respecto al Festimad que yo recordaba.
Tengo la sensación que la seguridad y organización ha mejorado en la misma proporción en la que el cartel ha empeorado, cada año parece mas desorientado, con menos grupos y sobre todo menos grupos nacionales.
Parece que alguien va a tener que exigir algo más que un parque limpio, al finalizar el concierto, a la hora de dar las ayudas que la organización ya esta pidiendo para el próximo año.
Espero regresar al viejo Festimad.
Texto: Sergio de Luz
Fotos: Xurxo Lago
(Fecha de publicación: 13/06/2002)
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