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Hacía mucho tiempo que esperábamos algo nuevo de Crisis de Fé y por fin ha llegado ese momento. Tras su ?Razas de noche?, la banda valenciana regresa con un nuevo lanzamiento que les devuelve a la rabiosa actualidad. 
Puede que muchos se sintieran decepcionados por los derroteros tomados en los últimos discos por parte de Crisis de Fé, pero hay que reconocer que aunque más hardrockeros la banda ha seguido realizando buenos trabajos. Pues bien, toda esta sucesión de cambios, se ha visto acompañada de un cierto retorno al pasado en su sonido, aunque siguen el rollo heavy, el grupo ha querido dotar de un mayor melancolismo a su música.
El plástico se compone de 10 temas, con acordes veloces, potentes, ligeros y en algunos momentos incluso rompedores, sin olvidar esas partes más enternecedoras, que nos regalan en forma de redondo, dirigido a todo tipo de público que esté dispuesto a sentarse frente al ordenador, mini cadena o cualquier otro aparato reproductor, para disfrutar con una música ingeniosa, impactante y generadora de gratas emociones.
Pero también he de advertir que aún escribiendo todos los anteriores calificativos, en los que no se destaca en un principio nada negativo, como bien he dicho, tengo que comentar para aquél tipo de público que no haya tenido un contacto directo con este tipo de música, que no se espere algo rápido y electrizante que le haga vibrar desde el principio hasta el fin, ya que por muy buena música que estos tipos hagan, no quiere decir que ésta esté engendrada expresamente para romper la noche, sino que más bien, se trata de un disco con un feeling especial, que también anima al cuerpo, pero no de una forma muy alocada.
Hay que resaltar la ferocidad y vertiginosidad de pistas como "Sin descansar" o "Mirando al sol", que reavivan ese espíritu rockero de un par de décadas atrás; "El viejo reloj" que sin duda alguna abrirá lo más profundo de tu ser; o canciones como "Cenizas del miedo" que intercalando un continuo vaivén de partes duras con otras más blandas.
No se si podría añadir algo más a lo hasta ahora comentado, simplemente debo decir que este nuevo trabajo gustará si se le acoge con ganas y convicción, ya que escuchándolo con calma y atención, observarás la capacidad de estos tipos de transmitir emociones de diversa índole, desde algunas con mucha energía y fortaleza, hasta otras con un matiz un tanto más ahogado. Un retorno esperado que sin embargo no ha cubierto todas las expectativas que teníamos puestas en esta banda. No estamos ante un mal disco, pero podrían haber dado más de sí. En cualquier caso, escúchalo si no conocías a Crisis de Fé con anterioridad, porque sin duda es uno de sus discos más accesibles.
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