Una gran fiesta musical que se vio deslucida por la lluvia, que por momentos fue incesante y terminó obligando a suspender la última jornada. Aunque hubo grandes momentos para el recuerdo, de la mano de Def Con Dos, Bad Manners Hora Zulú, Gwendal y otras bandas.
Extremúsica es un festival veterano, que nació en el año 1998 con una primigenia edición que incluía en su cartel a Ska-P, Reincidentes, Porretas, Mamá Ladilla, Canallas y Dover. Aunque no fue hasta su segunda edición, en el año 2004, cuando se estableció como una cita periódica anual.
Desde ese momento su crecimiento ha sido progresivamente creciente y las cifras del año 2007 lo describen como un encuentro al que asistieron más de 68.000 personas y en el que tocaron más de seis decenas de bandas.
Para el año 2008 la organización del festival, la empresa A Vallekas Producciones, preparó un cartel que de nuevo superó los 60 grupos y artistas, incluyendo a bandas nacionales e internacionales de primera línea: Bebe, Loquillo, M-Clan, Obús, Raimundo Amador, SFDK, Def Con Dos, Monspell, Gwendal o Europe.
La respuesta del público volvió a ser masiva, pero el mal tiempo azotó al festival sin contemplaciones y obligó a su suspensión el último día de los días previstos.
Dos enviados de La Factoría del Ritmo vivieron aquella aventura, con todos sus buenos momentos musicales y sus ratos de inmersión en una lluvia incesante.
7 DE ABRIL, JUEVES
Nos acreditamos bien rápido y accedimos al recinto del festival: estaciones el coche en un aparcamiento bien preparado y vimos que el público hacia cola.
No llegamos a ver el arranque del festival, porque nos fuimos a un hotel (aunque esto no se lo digáis a nadie), por lo que nuestro primer concierto fue de Discodia. La verdad es que me gustaron mucho, su directo es mejor que el otros muchos grupos más “famosotes” y que luego en directo se desinflan. Lo cierto es que me sorprendieron muy gratamente.
Dakikardia también me gustaron muchísimo. Se trata de una apuesta de Santo Grial, un grupo gallego sensacional, con ritmo ska, buenos músicos en los vientos y un directo impresionante. Me encantó su canción “Fraugusaurius Rex”… ¡qué ganas de volver a verles!.
Memoria de Pez fue el siguiente grupo que pudimos ver… Estos chavales de corta edad sonaban como los mejores músicos. Son de Vizcaya y muy bien: rock urbano con todos modernos bien conjugados. Ellos mismos contaron que están apoyados por el sello de Rober de Extremoduro.
Los granadinos Hora Zulú son los “putos amos”… ¡pero que bien tocan!, ¡cómo suenan estos cuatro músicos!, ¡qué fuerza tienen!. Estan haciendo una de las giras más extensas de todo el país y su nuevo disco, “Querer creer”, es una auténtica obra de arte: no dejo de escucharlo y cada vez me gusta más. A mitad de su concierto comenzó a diluviar y nadie se movió del sitio ni un instante… ¡y no me extraña!… ¡qué pedazo de concierto!. Una de las mejores actuaciones de todo el festival, sin duda.
Tras la calada de Hora Zulú nos fuimos a secar, estuvimos un tiempo dentro del coche y luego comimos algo. Al regresar pudimos ver a Strawberry Hardcore. Menudo carisma que tienen César… qué manera de moverse en el escenario… los temas de su nuevo disco recién estrenado guapísimos… los músicos que le acompañan son “tela”… ¡menudas máquinas!. En la banda hay gente de otros grupos: Def Con Dos, Sugarless, Skunk D.F…. y la verdad es que moló mucho y se hizo super corto.
Barricada estuvo en su línea. No hay más que decir. De Loquillo no me “moló” nada su prepotencia y chulería. Y aquí terminó el festival del viernes porque la lluvia no dejaba seguir y las actuaciones de los grupos que estaban previstos a partir de ese momento se aplazaron para el día siguiente.
8 ABRIL, VIERNES
El día tenía pinta de ser bueno. A la hora de comenzar los conciertos no llovía y aunque tocaron los grupos que el día anterior no pudieron hacerlo por la tromba de agua, todo marchaba más o menos en hora.
El otro grupo de Juan Abarca de Mamá Ladilla, Engendro, nos impactó… por sus ocurrencias, gracia y las canciones. Se lo recomiendo a cualquiera que se quiera reír.
No pudimos dejar de ver a los míticos Bad Manners. Menudos temazos, menudo directo y menudos dinosaurios. Un concierto del “copón”. Ver a este grupazo fue un tiempo bien invertido.
Otra banda que nos sorprendió fueron los valencianos Obrint Pas, que aunque por la zona levantina tocan mucho, por otras partes no lo hacen y les habíamos visto antes.
Pero bueno, un gran grupo de ska, con muchos vientos, lo cual siempre gusta, y además con una evidente abundante experiencia en directo. Gustaron mucho y esperamos que comiencen a tocar por más zonas.
Sobre Gwendal, yo pensaba que no pegaban nada en este festival… Y no sólo sí pegaban, sino que fueron los que más movieron a la gente de todos los grupos que participaron. Yo no apostaba nada por ellos, porque últimamente estaban haciendo un directo muy raro, pero ese día tocaron los clásicos y fue “sodoma y gomorra”… ¡Muy bien!.
Def Con Dos dejaron claro que han regresado y que no vienen de paso. Sino que están poniendo toda la carne en el asador y de qué manera… ¡Muy bien!.
En estos momentos ya llovía intermitentemente, pero todavía se llevaba bien.
Violadores del Verso son ya unos clásicos de las programaciones festivaleras y aquí ofrecieron temazos clásicos de todos sus discos, con un directo muy curtido y de cinco “jotas”.
Los Porretas tocaron sus temas míticos y el público se lo estaba pasando a lo grande. Sus canciones son clásicos de cualquier reunión porrera, calimochera o de rockeros en general.
A Dr. Snake les vimos en el escenario Amstel y se dedicaron a hacer versiones de White Snake y Obus, por lo que congregaron a todos los heavys del recinto. El tiempo parecía que aguntaba y parecía que al día siguiente, contra todo pronóstico, se podría celebrar el tercer día del festival…
9 ABRIL, SÁBADO
….pero no fue así. No paro de llover en todo el día y finalmente anunciaron por megafonía que el festival se suspendía, porque las condiciones eran insostenibles… de viento, de agua y de frío. El recinto no tenía drenaje y estaba completamente inundado, incluyendo la zona de acampada y el aparcamiento.
Si no hubiera sido por las incidencias con la lluvia, que llegó a un extremo prácticamente insoportable y terminó “tumbando” al festival, hablaríamos de una organización bastante correcta del evento. Si bien el primer día se produjeron algunos problemas en la taquilla, al agotarse las entradas y quedarse gente sin poder entrar. Algo que estaría muy bien que en la siguiente edición pudieran prever, haciendo unas previsiones de asistencia más acertadas, para así dar satisfacción a todos los que acuden entusiasmados con pasar unos días musicales inolvidables.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 24 (sección: Reportajes).
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