Fue el alma mater de muchos de los mejores momentos de The Alan Parson Project, una formación con la que pasó a la historia de la música popular, pero además ha compuesto para muchos importantes artistas y su trayectoria en solitario es realmente brillante.
Eric Woolfon es un importante compositor, productor, músico y cantante escocés. En su dilatada trayectoria hay muchos éxitos y proyectos de gran interés, si bien destaca por su popularidad The Alan Parsons Project, del que formó parte y al que aportó gran parte de las ideas, letras y composiciones musicales, hasta el punto de que son muchos aficionados los que defienden que el nombre correcto debiera haber sido The Parsons-Woolfson Projecto.
Desde mediados de los años 90 Woolfon está desvinculado de su socio Alan Parson y centra la mayor parte de su trabajo en la composición de piezas para espectáculos musicales.
Hace unos pocos meses volvió a acercase a las ideas de The Alan Parson Project, para publicar el disco “Eric Woolfson sings The Alan Parsons Project That Never Was”, una colección de canciones antiguas nunca antes publicadas, muchas de ellas retocadas o completadas con nuevas pistas. Un trabajo singular, que no puede faltar en la discoteca de cualquier seguidor fiel de aquella legendaria banda.
En la siguiende entrevista hacemos un repaso a toda su trayectoria artística y conoceremos aspectos relevantes de este nuevo trabajo discográfico:
¿Por qué ha decidido rescatar canciones no publicadas de The Alan Parsons Project y lanzarlas justo ahora?
Cuando estaba repasando los archivos para posibles bonus tracks de ediciones remasterizadas de TAPP me lleve la grata sorpresa de encontrar muchísimo material. Este hecho me hizo recordar que aunque Alan era el ingeniero/produtor y por lo tanto el capitán del barco en lo tocante a decisiones en el estudio, en muchas ocasiones teníamos opiniones encontradas acerca de incluir canciones que luego resultaron en algunos de los temas más conocidos de TAPP. En concreto “Eye in the Sky” y “Don´t answer me” fueron dos temas que a Alan ni le convencieron mucho ni quería incluir. Ahora, escuchando temas por los que en aquella época no luché lo suficiente me hacen desear que ojalá lo hubiera hecho.
Mi pasión inicial por esos temas de repente renació y me di cuenta de que creativamente hablando quería terminar el trabajo, así que no me voy a disculpar por lo que ha sido una gozosa actividad. Además, reconozco que mientras iba grabando o completando las grabaciones de estos temas me lo pasé particularmente bien moldeando las canciones a mi propio gusto, en vez de ponerlas en manos de otro productor.
Estas canciones han tenido que completarse y volver a mezclar… ¿Ha exigido mucho esfuerzo el realizar esas labores para completar las canciones?
Como siempre me ha pasado, lo que realmente me lleva tiempo son las letras. Stephen Sondheim una vez dijo que escribir letras era como correr cuesta arriba y la verdad es que estoy de acuerdo con él en que es un esfuerzo agotador. Así dediqué bastante tiempo a completar las letras.
Lo que son las grabaciones a veces sólo necesitaban añadir voces a las grabaciones originales, aunque otras veces tuve que crear todo el sostén de fondo antes de que las voces se pudieran añadir, pero esto fue un proceso sorprendentemente rápido. Una vez que estuvieron todas las letras, el álbum se completó en un par de meses.
En el disco también se incluyen dos canciones del musical sobre Edgard Allan Poe que usted dirige… ¿Qué tenía de especial la figura de Allan Poe para usted para dedicarle un musical?
Normalmente las gentes que me inspiran, por ejemplo Antonio Gaudí o Sigmund Freud, crearon obras mágicas, pero sus vidas, sin embargo, fueron bastante anodinas.
Pero en el caso de Allan Poe, no sólo sus trabajos son asombrosos, sino que su vida fue aún más delirante. Así que en el caso de Poe la inspiración para el musical es doble así que no es nada casual el que haya escrito más canciones inspirado en Poe que en cualquiera de mis otros héroes.
¿Puede relatarnos algunos aspectos relevantes del musical de Edgard Allan Poe?
Si te soy sincero, creo que el musical sobre Edgar Allan Poe es mi obra maestra, como si todo lo que hubiera hecho en el pasado hubiera sido tan sólo un proceso de aprendizaje que me conduciría hasta este musical.
Esto es tan claro para mí que de hecho estoy revisando mis otros musicales para elevarlos al mismo nivel que este.
En España en los últimos años están teniendo notable éxito los musicales y muchos son adaptaciones de espectáculos que han triunfado en otros países… ¿Exportará el musical de Poe a otros países? ¿Ve viable hacer traducciones del libreto a otros idiomas?
Pues sí que lo he considerado, sobre todo en el caso del musical sobre Gaudí, y espero que haya un día una producción en español. De hecho lo estuve hablando hace unos años con algunos productores españoles y de repente surgieron unos problemas un tanto peculiares. Par empezar, por aquella época no había habido muchos musicales con éxito en España, no como, por ejemplo en Alemania. Pero luego estaba también el problema del idioma y en Barcelona uno tiene que preguntarse a qué público va a estar destinada la obra. ¿Sería para el público local, el cual habla más catalán que español, sería para los turistas del resto del país, o sería para los turistas de habla inglesa?
Son preguntas difíciles de responder, puesto que es imposible agradar a todos. De todos modos las cosas han cambiado bastante en los últimos años y yo siempre estoy abierto a nuevas ideas.
También recuerdo con cariño que para promocionar el musical Gaudí en Alemania (el cual se canta en inglés, por cierto) los productores trajeron a muchos periodistas a Barcelona y las canciones se interpretaron en el Parque Guell y en La Sagrada Familia. La música fluía como si se sintiera en casa y fue una experiencia muy agradable poder asistir a esas representaciones en un ambiente tan especial.
La idea de componer para musicales, ¿nacio en los 60, cuando trabajaba junto a Andrew Lloyd Webber o Tim Rice?
Bueno, aunque es cierto que me contrató la misma casa que a ellos (tras mi etapa trabajando para Andrew Oldham) el caso es que no trabajé directamente con ellos. De todos modos una cosa que los tres teníamos en común es que todos teníamos el mismo problema, el que la música que componíamos no era la típica “ópera de 3 minutos” que las estrellas del momento solicitaban. Nuestro trabajo era más conceptual y temático así que por eso crearon el musical (de escenario, en contraposición con el del cine) el cual fue en realidad un vehículo para dar salida a sus creaciones.
De alguna manera yo hice lo propio, y el vehículo que yo creé terminó siendo con el tiempo TAPP, aunque fue mucho más tarde cuando también me di cuenta de que el musical podía ser un excelente medio para dar salida a mi material.
Las canciones inéditas del disco correspondientes a The Alan Parson Proyect… ¿algún día se podrán disfrutar en directo?
Las únicas canciones que verán la luz de los escenarios son las que están incluidas en mis musicales. Como bien comentas, algunas canciones de este The Alan Parsons Project That Never Was están incluidas en el musical sobre Poe. Estoy además añadiendo el tema “Nothing Can Change My Mind´” al musical sobre Gaudí. El tema de apertura del disco, “Goleen Key” es parte del musical “Gambler” y dos de las otras canciones forman parte de otro musical que se llama “Dancing Shadows”.
¿Cómo se siente al haber sido parte (¡y qué parte) de una banda tan lengendaria como The Alan Parson Project?
En realidad TAPP no fue un grupo musical. Era más bien una alianza creativa entre Alan Parsons y yo. Su papel era el de ingeniero de sonido y productor y en ese papel hay que decir que demostró un talento excepcional, siendo probablemente el mejor de aquellos tiempos.
Mi papel se centró básicamente en el área de composición creativa y conceptual, pero también estuve involucrado tocando y cantando. También fui el manager del proyecto.
Como todos los que estuvimos metidos en el proyecto, estoy más que orgulloso de lo que creamos. Nuestra meta inicial era crear piezas de calidad que no perdieran con el tiempo y creo que lo hemos conseguido. De hecho, con el desarrollo de las tecnologías de masterizado las nuevas ediciones remasterizadas de los álbumes de TAPP suenan mejor que nunca, suenan tan bien como en aquel momento mágico en el que una vez que un álbum estaba completo se tocaba en la sala de control por primera vez.
Durante un tiempo también fue manager de The Alan Parson Proyect… ¿Es muy complicada la labor de manager cuando el grupo es muy popular y sus conciertos mueven grandes cantidades de dinero?
Fue principalmente por el hecho de ser el manager por lo que decidí no incluir mi nombre en el proyecto. Parte de la labor de un manager es promocionar al artista y si yo hubiera ido por ahí diciendo lo maravilloso que yo era la gente muy pronto se habría cansado de mi. Por otra parte me resultó mucho más fácil ser entusiasta acerca del trabajo de Alan sin ser así pretencioso.
Otro aspecto interesante es que por haber sido yo el manager en vez de haber nombrado a alguien de fuera del proyecto, he conseguido tener el control de todo el catálogo musical, lo cual nos ha sido muy beneficioso, pues hay muchos ejemplos de artistas de aquella época que han tenido muchos problemas financieros debido a las acciones de sus antiguos representantes.
Siendo el manager, ¿nunca tuvo la tentación de cambiar el nombre de The Alan Parsons Project a The Eric Woolfson Project?
Como mencionaba antes, nunca tuve esa tentación, aunque quizás no estaría de mal añadir que otro motivo para llamarlo The Alan Parsons Project fue que el nombre de Alan era muy conocido en la industria musical de entonces, pues había sido el ingeniero responsable de “The Dark Side of the Moon”, the Pink Floyd y había sido ayudante de ingeniero con los Beatles a parte de haber sido también el ingeniero de algunos de los trabajos de Paul McCartney en solitario.
Algo que hace a The Alan Parsons Project diferente de otras bandas es el hecho de que no actuó en directo durante 14 años. ¿Qué sintió cuando actuó con The Alan Parsons Proyect por primera vez?
La verdad es que TAPP nunca tocó en directo. Ahora Alan actúa con un grupo de músicos, ninguno de los cuales, por cierto, tocó en ninguno de los álbumes de TAPP. Esto me sorprendió un tanto, pues él nunca me comentó nada sobre tocar en directo cuando grabamos los discos, más bien al contrario.
El caso es que ha habido un poco de confusión al respecto, pues los promotores están anunciando la banda de Alan como “The Alan Parsons Project” pero en fin, los promotores han sido siempre así.
Uno de las cosas que siempre me ha maravillado es el hecho de que alguien pudiera escribir canciones para alguien como Andre Oldham… ¡a los 18 años!.
La mayoría de la gente sueña con los focos, pero en su caso sus canciones eran grabadas por otros artistas. ¿Cómo se siente cuando alguien dice “me encanta esa canción de Marianne Faithful” refieriendose a una de las canciones que usted ha compuesto?
Pues sí, fue una sorpresa para mí también! Obviamente fue un honor para mí el que Oldham reconociera que yo tenía talento. Por cierto, él tenía 19 años por aquella época. Supongo que los dos éramos unos críos, lo que pasa es que algunos críos crecen más deprisa que otros.
Obviamente fue muy emocionante el que obras mías fueran grabadas por artistas a los que yo admiraba cuando iba a la escuela. Quizás la grabación más importante fue cuando Mick Jagger hizo su primera producción fuera de los Rolling Stones, la cual fue una canción mía. El tema se llamaba “Baby make it soon” y el artista que la interpretaba era un cantante llamado Chris Farlowe. Mick había escrito “Out of time” y en principio iba a ser la cara B del single, pero…. sorpresaaa! Su canción resultó ser mucho mejor que la mía y el disco salió con los temas en orden inverso al inicialmente planeado y “Out of time” se convirtió en un número 1 internacional. De todos modos mi canción se incluyó en la cara B, lo cual fue también una gran emoción para mí en aquella época.
Usted estuvo involucrado en política durante los años 80, en el SDP. Mirando hacia atrás en el tiempo. ¿Está satisfecho de aquella decisión?
Antes de estar con el SDP (el cual fue un nuevo partido de centro en la política británica) yo no tenía ninguna relación activa con la política. Con el SDP estuve involucrado en políticas sobre el arte y cuando el partido se disolvió casi una década más tarde dejé de participar en actividades políticas. Fue una experiencia fascinante y todavía soy muy buen amigo de muchas de las personas que estaban involucradas en el partido, especialmente con Lord Owen, el último líder del partido.
El alemán y el ingles son idiomas muy distintos, por no mencionar el coreano. ¿Resultó difícil adaptar sus ideas a esas idiomas para los músicos? ¿usted personalmente habla alemán?
Por desgracia no hablo alemán o coreano, así que la tarea de traducir mi trabajo a otros idiomas ha sido delegada a otras personas. Estoy plenamente convencido de la importancia que tiene que el público comprenda y que se identifique culturalmente con lo que vean y escuchen y soy mucho más flexible que otros autores a la hora de adaptar trabajos a otros idiomas.
También creo que el sonido de las letras de las canciones es más importante que la precisión de las traducciones así que lo que le pido a los traductores es siempre que consideren como suena mejor en el lenguaje al que se traduce y si algo suena mejor, incluso aunque cambie bastante el significado de la letra original normalmente tiene mi aprobación.
¿Tiene a la vista algún otro proyecto musical o artístico que pueda compartir con nuestros lectores?
A corto plazo estoy ya impaciente por ver la premiere mundial de mi musical sobre Edgar Allan Poe, en Halle, Alemania.
También estoy trabajando en la revisión del musical sobre Gaudí, el cual espero que haga una gira por Europa el año que viene. También estoy adaptando “Dancing Shadows” de la versión coreana a un estilo más occidental. Además estoy trabajando en el próximo álbum de “The Project That Never Was” puesto que tengo por lo menos otros 30 temas sin terminar.
Más información en:
www.the-alan-parsons-project-that-never-was.com
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 24 (sección: Entrevistas).
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