Joven artista dentro de las músicas del mundo que revitaliza estilos de su Guinea Bissau natal y África Occidental, añadiendo su toque personal de gospel, jazz y flamenco sin olvidar otras músicas de la diáspora. Una obra madura y muy agradable.
Eneida Marta es una joven artista heredera junto a otros como Manecas Costa, Bidinte, Oli Silva Mû, o Nino Galissa de la riqueza de la música tradicional de Guinea Bissau y de África Occidental.
Empezó a cantar desde muy pequeña animada por su familia, en especial por su padre, educando la voz en escenarios de concursos infantiles. Tras grabar dos discos en Portugal y ganarse respeto y admiración de crítica y público dentro de las músicas del mundo, Considju, su tercer disco, es una obra moderna que respeta la tradición. Un proyecto prácticamente acústico (algunas guitarras eléctricas y teclados) donde los arreglos de Juca Delgado actualizan ritmos y melodías guineenses y la hermosa y reposada voz de Marta pone el resto en portugués, criollo, mandinga, fula, balanta… de una manera tan natural que es difícil no sentir el torrente de buenas vibraciones de su discurso, reforzado por los potentes graves de la percusión (que abre el disco de una manera contundente).
En la intensa obra Eneida Marta y Juca Delgado exploran gran variedad de estilos. Gumbe, morna, singa, toques flamencos, matices de gospel (abundantes y pulcros coros) y jazz. Todo envuelto en un erotismo pleno: la alegría de vivir para el cuerpo en las bailables GumbÈ di GuinÉ o la pegadiza Lopé Cai, la sensualidad y belleza de la mujer en su vida cotidiana, libre de exotismo y tópicos en Mindjer duce mel, o N´ pirdi coragem.
Canciones que llenan el espíritu de paz invitando a compartir, y liberan el cuerpo de tensiones, sin olvidar el mensaje de concienciación sobre el respeto que merece la mujer y la denuncia de los problemas que sufre en la actualidad.
Música medicinal para rumbear, ese es el consejo.
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