Segundo álbum discográfico de uno de los rappers con más personalidad de nuestra escena. Un contrapunto elegante y reflexivo a los grupos más hardcore y directos del Hip Hop en nuestro país.
Fue miembro de Nazión Sur, es habitual colaborador de Hablando en Plata y su voz se ha escuchado en grabaciones de algunos otros artistas: Frank T, Guateque All Stars o El Cerebro.
Publicó un primer LP, "Homogeddon" en el año 1995, con un maxi previo, "One Man Army" (2004), y en ellos dejó claro el estilo que ya había apuntalado en unas maquetas previas: temas de estética relajada y letras de verdadero contenido, con una construcción casi literaria.
Ahora acaba de publicar su segundo larga duración, "El Testimonio Libra", un trabajo en el que reincide en los planteamientos de su debut, si bien parece que ha logrado mejorarlo todo… rodeado de unas bases muy certeras y con una letras sugerentes, con un punto de misterio y mucho de costumbrista (en el sentido de Mario José de Larra, precursor del periodismo del siglo XX, pero que tenía un plus de romanticismo y subjetividad).
Desenvolver el disco del celofán es encontrarse con una carátula sombría, que muestra a Elphomega escribiendo en una vieja máquina. Pasar las hojas del libreto es ver una sucesión de instantáneas que parecen sacadas de una película de los años 70, pero con la ambigüedad suficiente para no dejar claro si se trata de una historia de espías, de la vida de un obseso mirón o de un tipo solitario de vida absurda y sin sentido sumido en una depresión constante.
Escuchar las bases es sumergirse en ritmos elegantes, de velocidades moderadas y sonidos que balancean entre el jazz, el easy listening y un funk relajado.
Estar atento a las letras es encontrarse con historias que parten de lo cotidiano y que abarcan reflexiones personales, contradicciones internas e incluso se aproximan a algunos aspectos tópicos del Hip Hop, pero de forma sutil, pasajera y sin cegarse para nada en el egotrip.
Uno de los aciertos del disco es que, aunque el peso principal de los temas lo llevan los textos de Elphomega y su convincente forma de rapear, también incorpora estribillos (¡¡¡incluso son pegadizos!!!) y las bases son lo suficientemente variadas hacer siempre entretenida la escucha.
Es arriesgado aventurar el futuro, y cada vez se publican más discos, siendo un porcentaje ellos de verdadera calidad, pero al menos nos atreveremos a expresar un deseo… que dentro de 10 o 15 años, cuando la gente hable de la historia de nuestro Hip Hop destaque este álbum como uno de los clásicos… junto a "Madrid Zona Bruta" (El Club de los Poetas Violentos), "Echo es simple" (7 Notas 7 Colores) o "Vidalogía" (Tremendo).
Be the first to comment