Elis Casado: Me gusta la música instrumental

Elis Casado en un pianista bilbaíno que acaba de presentar su segundo álbum, “Crab in the Lamp”, un conjunto de piezas instrumentales donde prima el jazz, pero en las que se puede sentir la influencia del rock y el funk.

Durante su infancia y juventud estudió piano y guitarra clásica, tocó en algunas formaciones de rock y estudió jazz por sus propios medios con gran entusiasmo, conformándose de forma progresiva su predilección por los instrumentos de teclado y por el jazz.

En el año 2002 se incorporó a la Basin Street Café, una formación que interpretaba blues y jazz. Con ella grabó el disco “Takeaway Gumbor”, al que aporto cuatro composiciones, y con la que llegó a actuar en el Festival Internacional de Blues de Cazorla.

En el año 2006 pasó a formar parte del quinteto de jazz Bemsha Bound, con los que rodó por el País Vasco y grabó el álbum “Rom Full of Swing”, que se llegó a presentar en directo en el Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz.

Dos años más tardé lanzó su debut como líder, “Ripples”, en el que contó con Mikel Sasia a la guitarra, Rik Bernabe al bajo (y contrabajo) y Aritza de Castro a la batería.

En su reciente disco, “Crab in the Lamp”, han participado Miguel Ramírez a la guitarra, Rik Bernabé al bajo (y contrabajo) y Montxi Rodríguez a la batería.

Este disco cuenta con distribución internacional y ya se está presentando en directo en  actuaciones en diversas localidades.

Durante tu carrera musical has tocado con formaciones de rock, blues y jazz… finalmente para tu etapa en solitario te has decantado por éste último estilo. ¿Qué tiene para ti de especial el jazz para que lo hayas elegido la referencia para tu camino musical?

Simplemente porque me gusta la música instrumental, y este tipo de música normalmente está asociado al jazz. Pero en mi música hay diversas influencias; entre ellas rock de principios de los 70, funk, música de películas y también jazz.

El hecho de tocar dentro de un grupo, frente a ser el líder de tu propio proyecto… ¿Resulta muy distinta una forma y otra de trabajar? ¿Crees que una es mejor que otra para un artista; o todo depende de su momento artístico y personal?

Por supuesto resulta distinto. Ambas tienen sus pros y contras. Sin embargo, tocar en una banda donde todo se discute puede ser agotador. Ser líder de tu propio proyecto evita muchas complicaciones. Por otra parte, me gusta que la gente que trabaja conmigo tenga personalidad y libertad para aportar lo mejor de sí en los conciertos y en los discos.

¿Cuáles son los mejores recuerdos que tienes de tus etapas junto a Basin Street Café, Bemsha Bounds u otros grupos en los que hayas tocado?

Ha habido buenos momentos. No sabría decir exactamente cuales fueron los mejores. Pero no me gusta mirar al pasado; yo siempre miro hacia adelante: Lo mejor siempre está por llegar.

Sumas las facetas de intérprete y la de compositor… ¿Cuál de ellas te llena más?

Son completamente diferentes. Las dos están bien, pero encuentro más agotadora la tarea de componer; sobre todo si eres un pelín perfeccionista como yo. Para interpretar simplemente me dejo llevar por el momento.

En las fotos de tu web se te ve tocar pianos digitales de escenario… ¿Tocar con estos teclados tecnológicos te proporciona la misma capacidad de expresividad artística que si usaras pianos tradicionales?

Hay mucho mito en este sentido. La invención de los pianos y Hammonds digitales ha sido una bendición. No es extraño que vengan apareciendo incluso en festivales de renombre durante los últimos años. Yo me las arreglo muy bien con ellos. Alguna vez he tenido un piano acústico a mi disposición; por ejemplo, cuando presentamos mi primer trabajo ‘Ripples´ en La Hacería en Bilbao pude disfrutar de un piano acústico. Está bien, pero también es verdad que no es fácil microfonear un piano; eso sin contar con que esté perfectamente afinado.

Ahora acabas de publicar tu segundo álbum… “Crab in the lamp”… ¿Qué diferencias destacarías entre tu primera grabación y esta segunda?

En el aspecto técnico todo ha sido más complicado y este segundo trabajo ha llevado más tiempo. Los temas los grabamos en dos sesiones en vez de una. Dos estudios implicados en el proyecto: uno en Bilbao donde grabamos los temas y el otro en California, donde se realizó la masterización. En el aspecto artístico “Crab In The Lamp” es más eléctrico, más setentero y más cinematográfico que mi primer álbum ‘Ripples´. La verdad es que estoy muy contento con el resultado.

¿Qué nos puedes contar de los músicos que han trabajado contigo en el disco?

Rik Bernabé (el bajista) viene colaborando conmigo durante los últimos años. Es muy intuitivo y me conoce bastante bien. Para este disco he contado también con Montxi Rodríguez a la batería y Miguel Ramírez a la guitarra eléctrica. Ambos con una amplia trayectoria y experiencia.

En el disco incluyes cinco composiciones propias y dos versiones… de Bill Evans y Lalo Schifrin. ¿Por qué elegiste las dos canciones de estos músicos?

“‘Enter the Dragon Theme” del compositor argentino Lalo Schifrin es un homenaje al cine de acción y de Artes Marciales de los 70, a Bruce Lee y a las tardes de cine con regaliz de regla untado en polvos de refresco. ‘Interplay´ es un tema un tanto atípico del pianista Bill Evans; que veníamos tocando en directo en los últimos años, y al que hemos conferido un aire funky con el Hammond.

¿Qué nos puedes contar sobre tus nuevas composiciones? ¿Han surgido de la inspiración espontánea o con un enfoque de creación más sistemático?

De repente un tema surge, lo arreglas en 10 minutos y funciona bien. En otros he podido trabajar meses hasta que me ha gustado el resultado final. Otros quedan inconclusos o no me gusta el resultado, y nunca llegan a ver la luz. A veces trabajo sobre una idea o riff, y partir de ahí le doy una armonía. No tengo una sola manera de componer.

¿Estás ya presentado el nuevo disco en directo? ¿Qué tal las actuaciones? ¿Tienes nuevas fechas previstas?

Lo estoy presentando con el nombre de ‘Elis Casado & The Lizard Experience´ porque me apetecía la idea del motivo de la lagartija, por lo que entraña de humildad; un tributo a las cosas pequeñas, que son las que sobreviven. Algo así como después de 230 millones de años los dinosaurios se extinguieron, pero las lagartijas siguen aquí. Lo hemos presentado en Bilbao, que es donde nos movemos habitualmente. Me gustó mucho el concierto que dimos en diciembre en el Teatro Gorbea de Ortuella, donde tocaba por primera vez. Allí estaban mi madre, familia y amigos. Al día siguiente lo presentamos en el Residence Café, y todo fue más tranquilo, fluido y distendido.

¿En qué países se va a distribuir tu disco?

En todo el mundo. La globalización es lo que tiene. Lo distribuye ‘Super D´; El mayor distribuidor de música independiente en el mundo. Realiza tanto la distribución física como digital del disco para Amazon, itunes, CD Connection, CD Universe etc. Yo soy de los que prefieren la calidez del objeto físico; con los créditos las fotos, etc. Además tengo que decir que el CD suena mucho mejor que los archivos mp3 utilizados en las descargas digitales. Insistí mucho a los técnicos de grabación y masterización para que trabajaran las dinámicas más que el volumen y la compresión, y han realizado un trabajo excelente.

¿Tienes otros proyectos musicales o artísticos en marcha?

Siempre hay algo que ronda por la cabeza. Pero ahora mismo lo que quiero es simplemente disfrutar del nuevo disco y presentarlo por diferentes lugares. La grabación y edición del álbum ha sido un duro trabajo; entre pitos y flautas me ha llevado todo el año 2010.

Quiénes deseen hacerse con tu disco… ¿dónde lo pueden encontrar?

Está en los establecimientos Elkar en todo el País Vasco; en tiendas Long Play de Bilbao y alrededores, y también se puede adquirir a través de mi página web www.eliscasado.com

¿Te gustaría añadir algo más para nuestros lectores?

Solo dar las gracias a La Factoría del Ritmo por su buena labor con los autores independientes. Y a vuestros lectores les deseo lo mejor para este año 2011.