Teníamos gran curiosidad por ver a un personaje tan golpeado por la vida como Mark Oliver Everett, compositor de la gran mayoría de temas de EELS, pero no solo nos fijamos en éste, vimos también a los grandes músicos que le rodeaban: Butch, según algunos el mejor batería del mundo (algo muy difícil de afirmar) imm-presionante; John Parish, colaborador habitual de PJ Harvey, guitarrista y productor reconocido, tocaba lo que tenía que tocar sin querer destacar, pero cuando le tocaba sobresalía por su originalidad, no hacía lo de todos los guitarras; Kool G Murder, bajo y teclados, que con su pinta de terrorista más buscado nos perdonó con su mirada la vida varias veces durante el concierto.
De telonero salió “El Pato Cachondo” con un repertorio basado en canciones de Frank Sinatra, imagínense éstas cantadas por el pato Donald, las dos primeras te lo tomas a risas, pero a la tercera ya empiezas a maquinar la forma de atentar contra el patito. Por fin se llevaron al puto muñeco y al minuto salió Butch cascándose un impresionante sólo de batería, vaya huevos y sin calentar, eso si que es ser directo. Mientras tanto salieron los demás miembros de EELS, y empezaron a tocar las canciones de su último álbum “Souljacker”, alternándolas a veces con algunas de las antiguas. Pop melancólico y dulce, rock que a veces deriva a punk-rock gamberro mezclado en algunas canciones con samplers (algo que nos recuerda mucho a Beck), buen sonido, 3 bises, buen sabor de boca, la gente no quería que se fueran.
ADVERTENCIA: al loro con estos cabrones, cuando ya todo el mundo había dado por acabado el concierto y había vaciado la sala, volvieron a salir descargando una tremenda descarga punkie, menos mal que nos pilló en el baño y pudimos salir corriendo para ver este último bis que nos dejó los pelos de punta y que a Mr.E le dejó un grato recuerdo de Donosti, las bragas de una de las asistentes.
Artículo: Jaime Jimmycat
(Fecha de publicación: 20/12/2001)
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