La gente que llenamos la preciosa Sala Capitol, sabemos que si hubiesen sacado toda su artillería, podríamos haber visto otro concierto distinto; pero la fuerza no siempre es la velocidad.
La primera visita a tierra gallegas de esta formación norteamericana, (“y sureña por la gracia de Dios”, como dirían los buenos Lynyrd Skynyrd), coincide con su momento de mayor popularidad tanto a nivel de crítica como de público; a raíz de los maravillosos directos que nos dejaron a lugares como Gijón (acompañados nada más y nada menos que por Mother Superior), o el pasado año en el Azkena Rock Festival de Vitoria-Gasteiz, en los que el grupo confirmó todas las buenas maneras que muestran en su ya “extensa” discografía (para una banda relativamente joven), y se alejan de ese estúpido concepto de “The next big thing”, que cada día parece que está más en boca de todo aquel que quiera descubrir a los nuevos salvadores del Rock n´ Roll, y que dista completamente de la forma que tienen de afrontar el negocio Patterson Hood y los suyos, mucho más enraizada en la vieja fórmula del trabajo duro y constancia, y lo más importante, grandes canciones.
El motivo de su visita, era la presentación de su último trabajo “A Blessing and a Curse”, el cual centró la atención de su show pero sin olvidarse de sus tres anteriores publicaciones: “The Dirty South”, “Decoration Day” y “Southern Rock Opera”; porque ahí está realmente el arsenal duro de los truckers, ya que tanto en “Gangstabilly” o “Pizza Deliverance” la banda todavía se encontraba puliendo su personalidad.
El concierto, a pesar de la admiración total que siento por ellos, podría considerarse como un poco tedioso, por dos motivos: uno, por el hecho de centrarse como dije antes en su último disco en el que su faceta más pop sale a relucir, y otro por una selección de temas no muy adecuada (para ser su primera en toda regla), en la que su faceta de “Storytellers” se antepuso a su cara más vigorosa y rockera. ¿Pero es esto algo malo?, la respuesta es claramente ¡no!, porque en la actualidad pocos por no decir nadie como ellos, sabe hacer un retrato musical de su amado Sur, en temas como “A World Of Hurt”, “Gravity´s Gone”, “Easy On Yourself” o la muy aplaudida “My Sweet Annette”; realizaron un ejercicio que los enlaza directamente con grandes colosos de la música americana como el Bruce Springsteen de “Nebraska” o el Steve Earle de “Guitar Town” o “El Corazón”.
A nivel escénico es muy interesante ver la versatilidad que demuestran alternando tanto el trabajo en las guitarras como en las tareas vocales, delegando protagonismo tanto en Patterson como en Mike Cooley y Jason Isbell, lo cual concede al espectáculo mucho mas dinamismo.
En resumen, la gente que llenamos la preciosa Sala Capitol (y que disfrutamos de ambas caras de la banda), sabemos que si hubiesen sacado toda su artillería, podríamos haber visto otro concierto distinto; pero la fuerza no siempre es la velocidad y sus historias de “Outsiders”, Bourbon y carreteras pedidas, rockean tanto como cualquier riff de Molly Hatchet o Blackfoot.
PD.: Nunca entenderé el porqué dejan fuera de su set list “Carl Perkins’ Cadillac”, el mejor tema que han escrito nunca.
No te pierdas la galería fotográfica: “Drive-By Truckers – Concierto en Santiago de Compostela – 01/06/2006”.
Be the first to comment