Dos importantes bandas que ofrecieron unas atuaciones muy desiguales en el Palacio de los Deportes: unos plomizos y los otros espectaculares. ¿Adivinas cuál fue la banda ganadora?.
Es indudable que hoy era un día de obligada asistencia para los que nos proclamamos seguidores de este sub-género del Heavy Metal que es el Metal Progresivo. El sueño de muchos se veía hoy cumplido con un cartel formado por las que son consideradas actualmente las dos mejores bandas del mundo en cuanto a este estilo se refiere.
Ante la expectación que el cartel producía desde el primer instante, era inevitable preguntarse a uno mismo si Symphony X venían como meras comparsas teloneras del “Teatro De Los Sueños” o si por el contrario traían toda su artillería pesada para dejarnos estupefactos como logran hacer en sus discos de estudio.
Lamento decir que el concierto de Symphony X pasó sin pena ni gloria por el Palacio De los Deportes de la Comunidad de Madrid. Era ya la segunda vez que tenía la oportunidad de ver a la banda americana, la primera fue en la ya lejana gira que junto a Stratovarius y Thunderstone dieron por Europa presentando el magnifico “The Odissey”, y si bien en este concierto me sorprendieran en cuanto a sonido y ejecución de temas, incluso ensombreciendo el show que Stratovarius dieron como cabezas de cartel, en esta ocasión, el concierto me pareció aburrido e insulso y con un sonido que para nada hace justicia a la calidad que la banda acostumbra a ofrecer en sus discos .
Muy estáticos y apáticos se mostraron Symphony X, que durante los escasamente cuarenta y cinco minutos que estuvieron en el escenario tocaron algo más de media docena de temas. Si bien el comienzo con “Set The World On Fire” de su último trabajo “Paradise Lost” provocó el delirio de los miles de seguidores que abarrotábamos el Palacio De Los Deportes, después de un par de temas ya se notaba que la cosa se enfriaba hasta tal punto de estar deseando que el concierto acabase y empezase el de Dream Theater.
Un par de concesiones a su último álbum, un par de temas del sublime “The Odissey” del cual tocaron “Inferno”, que sonó más embarullada que un aspirante a aprobar el Selectivo, la ya lejana “Of Sins And Shadows” y un par de temas del “V” caso de la fantástica “Egypt”, que bien se las podrían haber ahorrado ya que el sonido les hizo un flaco favor. Una de dos, o pillamos a Simphony X en un mal día, o tienen ordenes claras de Dream Theater de no dejar a la peña extasiada para beneficio propio. Sin duda alguna me quedo con el recuerdo de aquel show de Oporto en el que Symphony X sí demostraron la grandísima calidad musical que atesoran.
Con esta, ya son tres veces las oportunidades que he tenido de disfrutar del espectáculo de Dream Theater. La primera vez presentando “Scenes From A Memory” en un concierto que quedará para los anales de la historia de mis retinas como uno de los mejores conciertos que he tenido la oportunidad de disfrutar. La segunda fue presentando “Train Of Throught” en un concierto más metalero, menos mágico pero más cañero, un “rara avis” en mi colección de conciertos. En el show que hoy nos toca, Dream Theater, dieron un concierto híbrido de estas dos vivencias pasadas, un concierto cañero a la mar que emotivo y que aun eligiendo un set-list muy corto en cuanto a canciones, saben como nadie crear un dinamismo que hace que no te aburras un solo instante.
Lo primero que salta a la vista, es la cuidada escenografía que traen para esta gira, recreando muy bien la portada de su último trabajo “Systematic Chaos”, dando la sensación de estar tocando en medio de la calle. Se podían ver por el escenario las simpáticas y características hormigas de su ultimo disco, una farola, la señal de tráfico con el símbolo DT incrustado, sin olvidarnos de la gran pantalla en el centro del escenario por la cual podemos visionar viajes espaciales, video-clips, animaciones y por supuesto disfrutar con la digitalización de los dedos de John Petrucci recorriendo el mástil de su guitarra a velocidades infrahumanas, o a Jordan Rudess emulando a su compañero con esa máquina espacial que tiene por teclado. Por supuesto también podemos disfrutar a través de la pantalla de una vista aérea y “desde dentro” del increíble “kit” de batería de Mike Portnoy, y las clases magistrales de gimnasia artística que nos ofrece siempre este fantástico y simpático percusionista, considerado ya por muchos medios especializados ajenos al metal, como uno de los baterías más vanguardistas, polifacéticos y técnicos del mundo.
Un set-list basado descaradamente en “Systematic Chaos” del cual tan solo dejaron fuera “Prophets of War” y mi preferida “Repentance”, el resto del disco lo tocaron enterito. Tras un “remix” a modo de “intro” con algunos de los más característicos sonidos de la historia de la banda, Dream Theater salieron a comerse al público madrileño a golpe de “Constant Motion” donde ya desde un primer momento se podía apreciar que el sonido de la banda era increíblemente superior al que tuvieron sus compatriotas Symphony X.
Después del temazo cañero que supuso “Constant Motion”, viajamos hasta los tiempos del “Scenes From A Memory” para disfrutar con la fantástica “Strange Deja Vu”, un clásico dentro de los clásicos. Después de este arranque apoteósico, se atrevieron con una arriesgada “Blind Faith” del “Six Degrees Of Inner Turbulence”, diez minutos de tema que ya en estudio pasa algo desapercibido pero que en directo gana enteros, a parte de demostrarnos que Dream Theater pueden, en cualquier momento sacarse de la chistera cualquier tema de su extensa discografía, haciendo palidecer a un muerto viviente.
Otro ejemplo de esto que digo, es que justo después de este tema, nos ofrecieron una canción de esas que ni te imaginas, “Surrender”, una joyita solo para privilegiados. Ya puedo adelantaros que en todo el concierto no sonaron ni “Pull Me Under” ni “Under A Glass Moon” ni “Metropolis Prt I” columna vertebral de un disco tan influyente como “Images And Words”, sin embargo los muy cabrones tocaron “Surrender” para que lo flipáramos en colores. Solo ellos tienen esta capacidad de sorpresa.
Después de algo de nostalgia, otra ración de caña, con “The Dark Eternal Night” uno de los temas más cañeros que han compuesto hasta el momento, y donde Mike Portnoy puede estar tocando complicadas progresiones y a la vez cantar estrofas de temas que el mismo compone; o sea, hacer lo que le sale de los huevos, en terminología callejera.
También fue sorprendente la actuación de James Labrie, soberbio en todo el concierto, cantando como pocas veces lo he visto en directo y permitiéndose el lujo de pegarse alguna carrera cual Bruce Dickinson por el escenario del Rock In Rio. Precisamente James Labrie destacó en el siguiente tema en caer “The Spirit Carries On”, tema sensiblero que le viene al pelo al bueno de James, y para dar algo de descanso a los dedos de Petrucci/ Rudess/ Myung y a las muñecas de Portnoy, que bien se lo merecían a estas alturas de concierto.
Quedaba la mitad del show y se echaban algo en falta temas de otros discos emblemáticos como el caso de “Falling Into Infinity” y aunque suelen decantarse siempre por “New Millenium” o “Hollow Years”, los sonidos iniciales en plan U.F.O. son una indudable pista de que otra sorpresa esta a punto de ser realidad, “Lines In The Sand”, para quedarse con la boca abierta durante los doce minutos de este fantástico y rockero tema.
Los siguientes cuarenta minutos estuvieron copados y reservados íntegramente para dos temas de su última obra, por una parte la buenísima “The Ministry Of Lost Souls” y las dos partes de “In The Presence Of Enemies (Part I y Part II)” aquí unidas para la ocasión, para formar una oda al metal-progresivo contemporáneo de veintitantos minutos, algo así como la versión moderna de “A Change Of Seasons” del cual, por cierto, no tocaron absolutamente nada.
No fue este el único disco olvidado, ya que temas clásicos como “Lie”, “The Mirror” o “Erotomania” del “Awake” brillaron por su ausencia, al igual que los temas bandera de discos como “Octavarium” y el “Train Of Throught”. También se dejaron en el bus de gira la instrumental “Dance Of Eternity”, pieza orgiástica que venía siendo un fijo en sus shows. Esto no es si no, el ejemplo de que Dream Theater tienen tantos temazos y tan buenos que pueden permitirse el lujazo de tomar decisiones como estas.
Para compensar un poco esto, Dream Theater tocaron uno de sus clásicos “medleys”, para representar en mayor medida toda su discografía, y aunque se quedaron muchos temas en el tintero (si no fuera así, tendrían que estar cinco horas tocando en vez de dos y media). En esta ocasión en el cócktel nos metieron algo de las tres partes de las que consta “Trial Of Tears”, “Learning To Live” (banda sonora perfecta para darse una vuelta por cualquier parque de atracciones), también cayeron en este “pupurri” de temas “Finally Free” ese final apoteósico del “Scenes….”, que hace que la peña se vuelva realmente loca, unida perfectamente con “In The Name Of God” del álbum “Negro” y cuyo estribillo hace que nos desgañitemos la garganta cantándola. Para finalizar unen este tema al psicodélico e hipnótico “Octavarium” para regocijo de los fanaticos “pink-floidnianos”. Un fin de fiesta descomunal.
No te pierdas la galería fotográfica: “Dream Theater + Symphony X: Concierto en Madrid – 03/11/2007”.
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