El mundo del underground está lleno de interesantes sorpresas.
Pero hay grupos a los que esa marginialidad les sienta hasta bien. No me imagino a Corcobado protagonizando spots de bebidas de cola: ganaría mucho dinero, sin duda, pero perdería parte de su esencia. Con este grupo me pasa lo mismo, creo que ese toque “de culto” es un valor añadido a la hora de escucharlos (aunque a lo mejor los miembros del grupo no opinen de la misma forma).
Y es que es este grupo, sin ser para nada un producto para minorías, es difícil que suene en las emisoras comerciales. No por su música, pues practican una pop-rock muy asequible, que raya en el indie-pop refrescante en el tema “Jugando a pillar en el limbo”, o pop sin más en “El cuarto trastero”, pero siempre sin introducirse en estribillos comerciales, chups-chups o cosas así.
Son en las letras donde este grupo marca la diferencia, el punto y aparte que les aleja de las masas pero que les acerca a oidos más exquisitos. Y es que sus textos son pura poesía. Juegan con las palabras, traen la melancolía hasta el reproductor y esta se esparce suavemente, como volutas de humo, sin prisa pero sin pausa. El caso de “Srta. Alfa” es un buen ejemplo de este tipo de lírica. Una balada a piano sin concesiones a la comercialidad.
Termina este CD promocional con “Ozono”, sintonía del programa del mismo nombre que emite XTV, y que no es más que la extensión de uno de los riffs de “Jugando a pillar en limbo”. Ritmo muy poppie ideal para un programa veraniego, pero nada más.
La verdad, es que para ser un CD promocional, la galleta es bastante curiosa, pues sólo el primer tema está incluido en el album, por lo tanto yo diría más bien que se trata de una disco de rarezas, otro punto a su favor.
En resumen, un grupo adulto, con los matices aplicables a ese polémico adjetivo, recomendable para todos aquellos a los que les guste sentarse tranquilamente en un sillón, en las tardes de otoño, a escuchar plácidamente un disco y no les importe dejarse seducir por la música y unos textos bien trabajados y con aspiraciones a perdurar algo más que los tres minutos del tema.
Comentario: Félix Vera
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