Son un clásico en activo de nuestro pop. Una banda que nunca ha logrado el éxito masivo, pero con cada disco cautiva los corazones de nuevos oyentes.
Son valencianos, se formaron en el año 1989 y desde entonces han publicado 8 discos, de un pop con sustancia, donde las melodías se cuidan tanto como sus textos. Verdaderas delicias para aquellos oyentes que esperan recibir del pop algo bello y que a la vez les haga palpitar de emoción.
Su más reciente trabajo es “Las canciones del año que viene”, una colección de piezas donde los sentimientos, los personajes llenos de amargura y los retratos de momentos vitales se entregan esta vez con un plus de energía, lo que hace que sea el álbum más cercano al rock de toda la trayectoria del grupo.
Manolo Bertrán, cantante de Doctor Divago, nos habla de muchos de los aspectos que han rodeado la gestación de este brillante disco:
Vuestro octavo disco ya se publicó hace unos meses… ¿Qué tal están funcionando las nuevas canciones en directo?
Muy bien. Hemos hecho cerca de 20 conciertos, entre la Comunidad Valenciana, Galicia, La Mancha… el directo resulta convincente y por los comentarios recogidos, las canciones tienen buena aceptación. Hace un par de semanas hicimos varios conciertos en la Comunidad de Madrid y un concierto acústico para Radio 3. En las próximas semanas tocaremos en Barcelona y en Murcia.
Con todos estos años, los 8 discos, vuestra gran experiencia en directo… ¿sigue siendo excitante crear un nuevo disco?
Siempre es excitante. No puedo decir que sea como la primera vez pero ahora sabemos hacerlo mejor. Hay menos incertidumbres.
Y a la hora de componer… ¿supone un reto crear nuevas canciones y que sigan siendo novedosas sin repetir temáticas o ciertos ganchos musicales?
Desde luego, tanto a la hora de componer como a la de arreglar las canciones. A veces es difícil porque uno tiene sus temas preferidos y sus obsesiones, pero lo intento y creo que, de momento no me repito demasiado después de alrededor de 100 canciones compuestas. En cuanto a los arreglos, intentamos escapar de recursos y tics que ya hayamos utilizado en otras ocasiones. Hacemos un trabajo cuidadoso.
Creo que en este álbum se ha acentuado el elemento rock de vuestra música… ¿compartís esta apreciación conmigo? ¿el paso del tiempo os ha vuelto más duros?
No creo. La sensación viene de haber grabado el disco en directo, todos a la vez en el estudio, intentando capturar la energía de los directos. Las bases han salido más duras al trabajar así y por eso da esa sensación más rockera, creo yo. Pero reconozco que siempre ha habido ganas de escupir rock`n´roll, aunque también hemos trabajado siempre los aspectos melódicos de las canciones, y eso nos ha acercado más al pop, al pop bien entendido, claro está.
En este álbum habéis vuelto a trabajar los mismos músicos, el mismo productor, Chumi se ha vuelto a encargar del diseño y maquetación… ¿Cuándo estáis grabando un disco es como una reunión de amigos o hay una tensión especial por sacar el trabajo adelante?
Hombre, un pellizco de tensión siempre es necesario, pero también lo es trabajar de forma serena y disfrutar durante el proceso. Y la amistad ayuda.
El álbum lo habéis publicado en CD y en vinilo… algo muy apreciable en esta época en que lo digital se impone… ¿Qué tal de salida está teniendo el vinilo? ¿Qué os llevó a apostar por este formato?
Buena, mucha gente ha pedido su vinilo. En realidad, la apuesta la hizo Edu, el bajista, fue una iniciativa suya hacer una edición limitada en vinilo. Y a los demás nos gustó la idea.
¿Cómo veis la creciente imposición de lo digital? ¿Tiene el formato físico sus días contados?
El mundo digital está brindando muchas oportunidades a los músicos, que antes no nos podíamos ni plantear. En los primeros 90 yo enviaba cassetes a Perú, por ejemplo, porque alguien me pedía música desde allí sin habernos escuchado jamás. Ahora la tienen a su disposición todo el tiempo en nuestra web o en Myspace o Youtube y puedes recoger impresiones de forma más directa. Pero, por otra parte, hay tantísima oferta musical que es muy difícil hacerse un hueco. Puedes tener tu música a disposición de cualquier habitante del planeta que disponga de una conexión a Internet y, a la vez, cero visitas. Amarga combinación. Hay muchísima información, muchísimo ruido y seguramente somos ahora más underground que antes. Bueno, más que underground, que es un término que ha perdido bastante del significado que tuvo, quizá somos más invisibles, más secretos. Nunca se tuvo tanto potencial ni, a la vez, tanto riesgo de pasar desapercibido.
Respecto al formato físico, se seguirán haciendo cosas especiales, ediciones cuidadas con algún valor añadido. Le auguro buen porvenir al vinilo, aunque tampoco vaya a arrasar.
Y la industria musical tradicional, ¿creéis que tendrá un lugar en el mundo musical en unos años?
Tal como la conocemos, no. Aunque siempre habrá gente que se aproveche y se enriquezca con el trabajo de los demás, eso no cambiará.
Tenéis web, Myspace, Weblog… ¿A vosotros todas estas nuevas posibilidades os están siendo útiles para difundir vuestra música, conseguir conciertos, vender discos y demás?
Sí, claro. Intentamos aprovechar cualquier oportunidad y todos estos canales nos vienen bien para difundir nuestra música y para todas esas cosas que dices. Vendemos discos a través de nuestra web, pero no por tener un Myspace, un blog o un canal de Youtube te llegan muchas ofertas para tocar. Si quieres tocar, tienes que entrar en la pelea de perseguir a las salas, negociar con ellas, etc. Sigue siendo duro. Y con la política generalizada actual de alquiler de salas es una auténtica proeza tocar en directo. En ese sentido las cosas están peor que nunca. Da risa esa opinión extendida que hay ahora de “…si los músicos donde ganan dinero es en los directos”. No todos, te lo aseguro.
¿Hay alguna canción del nuevo disco de la que os sintáis especialmente orgullosos?
Bueno, cada uno tendrá sus gustos. A mí me gustan todas, las canciones, y estoy orgulloso de cada nota que escucho en este álbum. Ya he señalado en otras entrevistas que “La habitación de Charo” me dejó más que satisfecho. Pero “Frunciendo el ceño”, “¿Cuándo perdimos el rumbo?´” o “Mirar por dentro” me parecen grandes aciertos. Por no citar más. Qué voy a decir yo.
¿Os gustaría añadir algo más para nuestros lectores?
Agradeceros la labor que hacéis desde La Factoría del Ritmo y desearos mucha suerte. Seguimos informando y haciendo música en www.doctordivago.com.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 24 (sección: Entrevistas).
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