Crónica sobre la actuación ofrecida por la afamada banda inglesa de música electrónica en el BBK Live 2017.
Como en el salón de su casa es como deben de sentirse ya Dave, Martin y Andrew cada vez que pisan el Monte Kobetas ya que es la tercera vez que lo visitan para presentar disco. La primera presentaban el bastante irregular “Sounds of the Universe” con esguince incluido para Gahan (lo que no impidió que siguiera hasta el final dando volteretas, pero que malogró los siguientes bolos programados en esa gira), la segunda el bastante superior “Delta Machine”, con problemas técnicos incluidos que obligaron a repetir el tema “Precious” desde el principio, y esta tercera para iniciarnos en su entrega decimocuarta, “Spirit”.
Esta vez no hubo ni esguinces ni problemas técnicos y, por no pasar nada malo, ni llovió como estaba previsto. Bajo una escenografía del prácticamente cuarto miembro del grupo, Anton Corbijn, comenzaron abriendo boca como en sus tres últimas giras, con el tema que abre el disco que promocionan, en este caso “Going Backwards”. A partir de ahí únicamente hubo dos concesiones más para este trabajo, el primer single “Where´s the Revolution” y “Cover me”. El resto, un delirio para sus fans. Desde su clásico”Everything Counts”, que fue largamente coreado por las más de 30 mil almas que allí estábamos dándolo todo y que ya echábamos de menos en sus últimas giras, a los básicos de cualquier concierto del grupo: “Never let me down again”, “Personal Jesus”, “Walking on my shoes”, “I feel you” o la inevitable “Enjoy the silence”.
Hubo momentos para la sorpresa como el rescate de “Corrupt” o la reinclusión en su setlist del “Barrel of a Gun” o para el orgasmo festivalero como su coreado “Stripped” y, como no, para poder disfrutar de un Martin L. Gore en estado de gracia con, para mi gusto, sus dos mejores temas como solista: “Somebody” y “Home”. Mención aparte la versión que hicieron de “In your room” (fantástico su video de acompañamiento de Corbijn), la cual nunca había podido valorar en directo antes y me sorprendió bastante la pegada que tiene en vivo.
En cuanto a Dave sí, está más mayor, está más cascado y sus volteretas infinitas agarrado al pie de micro ya no son lo infinitas que eran, pero eso no impide que su voz siga sabiendo como un buen vino ni de que ponga en el asador todo lo que sabe que esperan sus devotos, ese Dave amanerado que abre sus brazos como una grulla o que menea el trasero con ánimo lúbrico. Pocas stars pueden hacerlo con esa clase sin caer en el bochorno, si acaso Jagger o Iggy.
Los festivales es lo que tienen, que deben de plegarse los horarios al resto de grupos, con lo que llegada la hora y media larga, tocó despedirse y prepararse mentalmente para la gira que los traerá a Barcelona y Madrid de nuevo en Diciembre ya con el setlist completo y comprensiblemente con más temas del “Spirit” que los que pudimos oír en Bilbao. Allí estaremos para dar fe de ello. La entrada ya está en mi mano.
Lo mejor:
+ Los dos solos de Martin L Gore.
+ Descubrir que temas como “In your room” merecen estar entre lo mejor de su repertorio.
+ Comprobar que a Dave Gahan aún le quedan muchas giras.
Lo peor:
– ¿Andy Fletcher es real o un holograma?
– Que cada vez haya más devotos y sea más complicado pillar buen sitio.
– Que no haya más temas pre-Violator en el setlist.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Reportajes).