La historia de Chinatown se hunde hasta principios de los años 90, cuando se gestan los proyectos en los que se involucran los actuales miembros del grupo… Falsa Identidad y Dúo de Ases.
Desde entonces ha pasado mucho tiempo y DJ Uve, Priteo y Ganda siempre han sido fieles a su concepción del Hip Hop, donde lo importante es la propia personalidad y la propia realidad.
En el año 2003 editaron su primer álbum como Chinatown, un trabajo que servía para recoger temas, y experiencias, desde el nacimiento del grupo (en el año 1999) hasta la grabación del disco. Ahora vuelven a la actualidad discográfica con un nuevo álbum, un disco que recoge temas nuevos de composición reciente.
El disco utiliza la metáfora del pueblo chino y la explotación sufrida a partir del juego sucio del tráfico de opio, utilizado por el imperio Británico para minarlo lentamente y destruir su grandeza. Algo que explican en el libreto, utilizan para la estética de la portada y que en los textos de las canciones solo se mantiene como una referencia lejana e indirecta.
El estilo de Chinatown en la rima es sobrio, serio, cortante y con un punto de dureza más cerca del hermetismo que de la provocación. Y si nos centramos concretamente en su técnica… es totalmente competente: rítmicos como metrónomos.
En cuanto a las producciones, UVE, que además es su DJ (y que aquí cede las labores producción en tres ocasiones a DJ Yata, Dee Double E y Roke) propone bases de estructuras sencillas, pero con un sonido muy logrado… inspirador de los mismos sentimientos que el estilo de los rimadores y construido con retazos de soul, funk y pedazitos de jazz.
Las letras por una parte hablan de temas callejeros y describen situaciones vitales con visos de total realidad… en las que se enlazan hábiles descripciones de los hábitos de los personajes involucrados con puntos de crítica que se inducen más que especificarse con claridad. Y por otra se plantean los puntos de vista de los miembros del grupo ante la vida y sus problemas… seguir siendo ellos mismos con su forma de entender el Hip Hop e importando poco lo que se diga/se haga/se piense sobre ellos.
El disco contiene veintiún cortes, con solo puntuales colaboraciones (varias voces en "P.R.O.P.S.", Roberto Sánchez en "Babulon Cae", la voz adicional de Alberto Páez en "El Gordo y el Enano", Mítiko en "No tocar el hardcore" y Jnk en "Superarmor"; además de los productores ya citados) y los cuales se escuchan con interés de principio a fin, gracias a la frescura de las producciones, lo convincente de la interpretación de las rimas y el buen nivel de los textos (que más allá de su temática incluyen hábiles metáforas y juegos de palabras sin ningún tipo de exceso estético).
Entre todo el conjunto, de muy buen nivel general, se pueden destacar algunas canciones: "Mis armas" y "De más y de menos" (presentación de principios), "Babylon Cae" (ya solo por el encuentro con Lone Ark merece una mención especial), "La Fábrica Rica" (con una evidente muestra de odio contra la injusticia social), "Bogotá" (con unas letras construidas de forma admirable) o "El gordo y el enano" (una cruda historia contada de forma brillante).
Chinatown han hecho un disco realmente bueno, con un estilo muy personal (con un hermetismo que les da un atractivo misterio) y que parece apuntalarles como el gran grupo de culto de nuestro underground Hip Hop. Si existe alguna justicia en esto de la música, algún día (esperamos que mejor pronto que tarde), se les revindicará como uno de los grandes grupos de este género en nuestro país.
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