El trío leonés publica su tercer trabajo de estudio.
Es su tercer disco de estudio y el cuarto álbum de su no muy larga historia. Son irreverentes en sus letras y contundentes en su música. Pero, como el agua (que algo tendrá cuando la bendicen), algo tendrán estos leoneses cuando se han hecho hueco en los principales festis del país. Con motivo de su nueva entrega “Música para mastines”, estuvimos hablando con David “Verderón”, voz y alma mater del grupo. Estas fueron sus impresiones.
¿Cómo están los Catalina Grande Piñón Pequeño (CGPP)? ¿Tenemos CGPP para rato?
Pues Catalina está muy bien. Con un cuarto disco delante, estamos tocando en un montón de festis y salas y allá donde vamos hay mucho público esperándonos. Y lo de la cuerda que nos queda pues creo que depende de nosotros, de si seguimos componiendo y escribiendo porque un disco de 17 canciones como este último es complicado de hacer, pero sí, yo creo que hay cuerda para rato.
Cuarto disco… ¿Os lo creéis? ¿Podéis contarme un poco sobre vuestra historia y el nombre de la banda? ¿Como surge esto en la España vaciada?
Pues la Catalina Grande con el Piñón Pequeño es el desarrollo más duro de la bicicleta, donde si quieres potencia tienes que darlo todo. Y nosotros, como nuestro estilo de música es como si saliéramos envenenados, con canciones que duran menos de un minuto, rapiditas, pues el nombre nos venía ni que al pelo. Respecto al origen pues en los pueblos de la comarca de la que procedemos hay gente con mucha música a sus espaldas. Richard, nuestro guitarra lleva tocándola y metido en todo esto desde hace un montón de años y Adri, el batería, igual. Aquella zona es muy punki, muy heavy y no nos costó nada juntarnos porque ya sabes que en los pueblos pues hay un montón de bandas de versiones, para pasar el rato, etc. Así que un día te hartas de hacer versiones, quieres hacer algo diferente y de ahí surge el grupo.
El disco contiene 17 temas. ¿No son muchos temas para un disco?
Sí que son muchos temas para un disco. Pero ahora una vez compuesto y editado el disco, ¿qué se puede hacer? Pues nada ya. El primero y el segundo también tenían un montón de temas y si ahora sacas uno de solo once temas pues seguro que la gente se te echa a la yugular. Además, como son cortas la gente piensa que es más fácil hacerlo. Y nada más lejos de la realidad. Cada canción es un concepto y te da igual lo que dure. Ahí hay música y letra acordes y es una locura. Así que habrá que ponerse ya con el siguiente.
Sin embargo, el disco no llega a la media hora… ¿sois de aquí te pillo, aquí te mato?
Ninguno de los tres discos que tenemos editados supera la media hora de duración. Y eso que siempre hay algún tema largo de tres o cuatro minutos. Así que el resto se queda en veinte minutos escasos. Son canciones muy rápidas, muy ácidas y es el estilo que nos gusta.
Vuestras letras no dejan títere con cabeza. Sois como “El Jueves” hecho grupo de punk. ¿Alguna vez alguien se ha dado por aludido y os ha reprendido u os ha querido hacer daño por haberle criticado?
No, yo creo que no. El único que podría haberse dado por aludido es Rafa Nadal y, por lo que sea, tiene más cosas que hacer que fijarse en unos tíos como nosotros. Sí q
Vuestra música es punk pesado, con ritmos trepidantes y pesados. ¿Es la mejor manera de que case con vuestras ácidas letras?
Nosotros siempre intentamos que la base sea punk, que haya una letra crítica, que se note en la voz que hay veneno y que estás enfadado. Eso es lo que le impacta a la gente. Si ese tío de ahí está enfadado con los gorros de piscina pues por algo será, digo yo. Y así empatizas con él. Una vez que tenemos el núcleo de la canción pues vamos a lo siguiente que es la música y lo bañas con pop, rock, punk, metal, opera…lo que sea.
¿El título a que viene? ¿Vuestra música es como un ladrido?
Pues no te diría que no. Nosotros tiramos para nuestra tierra. Somos leoneses y allí los mastines pues son perros muy usuales de ver. Como en todos los discos nos gusta dejar una perla para nuestra gente, pues nuestro homenaje a ellos.
¿Y la portada? Es como una mano que sale de la boca… ¿somos esclavo de nuestros silencios y amos de nuestras palabras?
Sin duda, sin duda. Yo prefiero no callarme en un concierto y luego, si eso, hablando con los compañeros decir que “eso no tendría que haberlo dicho”. Pero al revés… llevar algo ahí que te reconcome en las entrañas y no soltarlo, me puede. Luego, en la cama no puedo dormir y estoy todo el rato pensando “¿y por qué no les llamé esto o lo otro?”. La portada va por ahí. Es una obra hecha en acuarelas por nuestro amigo Gonzalo, quien ya hizo la portada del primero y es una maravilla.
Vuestro estilo musical lo habéis catalogado como punk-fandango…vaya mezcla, pero tenéis canciones punkarras, hardcore, metal e incluso algunas frisan el pop…
El punk es lo que es y es nuestra base. El fandango es algo que queríamos añadir para representar el resto que hacemos y con lo que lo mezclamos. Pero siempre desde el respeto a esa música tan popular.
En este sector de criticar a todo al ritmo de las siete notas no sois los pioneros. Podemos citar, por ejemplo, a los primeros Siniestros, a Mamá Ladilla, Los Peter Sellers o, por ejemplo, a Josu Distorsión. ¿Cuáles han sido vuestras influencias?
Todos ellos son fuente de inspiración. Y entre ellos nombras, por ejemplo, a Mamá Ladilla. Llevo toda una vida escuchando a este grupazo. Recuerdo cuando me compré en el top-manta su primer CD, ese de la portada con el chorretón de mierda saliendo del tubo de pasta de dientes. Ya la portada me flipó, pero cuando llegué a casa y me lo puse en el reproductor lo flipé. Y, a partir de ahí, pues a hacer música con risas.
Hay temas que ya salieron en el disco anterior “Razonables éxitos” como “No soy Amancio Ortega” y, sin embargo, salen ahora de nuevo…
Sí. Estás remezclados y remasterizados y los volvimos a meter porque nos parecen temas muy dignos, que emplastan bien con el resto de temas. El tema, por ejemplo, con Fran Perea, veíamos que era de justicia que saliera en vinilo.
La canción de Lorenzo Lamas es como una autodescripción del grupo…
Lorenzo Lamas es una guerra particular que tengo yo…Y es que yo vengo del rap. Yo me crie con Violadores del Verso, El Club de los Poetas Violentos o Siete Notas, Siete Colores. A mí me gusta mucho el rap y me gusta meter algo de rap en los discos. Esta canción tiene rap y fue la última que metimos en el disco. Es un tema que está lleno de frases antológicas y representa una guerra que tengo yo interna contra toda esa gente que desprecia a la banda por no tomarnos en serio. Es, en definitiva, mi venganza contra esa gente que creo que estamos aquí de paso y no, todo lo contrario. Hemos venido a tener nietos (risas).
Es el segundo disco con Maldito Records. La peculiar filosofía de este disco, que deja mucha independencia a la banda, ¿le viene ni que al pelo a la banda?
Los dos primeros discos los hicimos de forma artesanal. Y, hasta el tercero, no habíamos trabajado con discográficas. Y teníamos mucho miedo al respecto sobre lo que nos pudieran decir por las letras, la música. Pero nada más alejado de la realidad. Nos han dado siempre carta blanca para hacer lo que quisiéramos. Confían en nosotros. Cuando nos vieron en directo fliparon. Es un sello que apoya todo lo que uno hace.
Y, aunque vuestra música rebosa irreverencia y alguien podría pensar que con ella solo los descerebrados se plantearían contrataros para un concierto, tenéis fechas y festivales para parar un tren. Eso es porque vuestros conciertos tienen que ser una pasada, un frenesí, una descarga de energía brutal. Eso sí, de vez en cuando habría que subtitularlos, ¿no? Porque no hay manera de pillar las letras…
Pues nos lo han dicho muchas veces. Pero sí. Hemos tocado en muchos sitios y muy variados. Y para todos los públicos, desde niños hasta gente mayor. Hemos conseguido unir en un mismo concierto gente de todo tipo. Hemos tocado en pueblos donde están acostumbrados a ver orquestas de pueblo y nos han escuchado y han flipado. Y es que hablamos de tradiciones, de cosas de toda la vida.
¿Qué publico os encontráis en vuestros shows?
Pues lo que te acabo de comentar. Al principio pensaba que, con las letras que hacíamos, no íbamos a salir de León. Y mira tú, estamos en toda España.
¿Es fácil defender un show en directo con solo dos instrumentos más la voz?
Pues a día de hoy cuento con dos musicazos como son Richard y Adrián. Richard se encarga de que eso esté lleno musicalmente hasta el hartazgo. Adrián toca la batería y la rompe a batacazos. Richard lleva dos amplis de guitarra y uno de bajo y, sin tener bajista ni un segundo guitarra, eso suena lleno por todos los lados. Hay conciertos que compartimos con compañeros que, al acabarlos, se acercan a Richard a preguntarte el como lo hace para que eso suene tan completo.
¿A que aspiran los CGPP en la música?
A seguir tocando, que la peña se lo pase bien, poder seguir viajando, contando historias nuevas.
La Factoría del Ritmo da las gracias a David “Verderón” y a Javier Acamer (de Maldito Records), por las facilidades dadas para poder realizar esta entrevista.
Videoclip de la canción “Barbies En Wallapop”.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).
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