Hay veces que uno se pregunta si de aquello que se llama lógica queda algo en el mundo del negocio musical, pues que un disco como el de Carlos Martín ande de aquí para allá dando vueltas en busca de discográfica es un caso bastante triste de cómo funcionan las cosas en el mundo musical.
¿Pero se trata acaso de algún berrido de algún famosillo de quince días? ¡Uy!, si así fuera, ya estaría en las listas de éxitos. Se trata, ni más ni menos que de heavy metal instrumental, un género que se cultiva bastante fuera de nuestras tierras, y me consta que aquí tiene buenos aficionados, pero al que los sellos locales no han prestado nunca demasiada atención.
La galleta que nos ha mandado Carlos desborda calidad de principio a fin, demostrando que en nuestra vieja Piel de Toro también hay guitarristas del más alto nivel.
Se abre este trabajo con Prelude, un bonito juego de guitarras en el cual podemos apreciar el dominio de la armonía de este catalán y que podía recordarnos a algunas composiciones del mismísimo Yngwie Malmsteen.
A este principio contenido le siguen 9 trallazos en los que las seis cuerdas estallan con fuerza y rabia. Tempos casi siempre altos o muy altos para que las fusas y semifusas resbalen del traste y salgan disparadas hasta nuestros oídos.
De entre todos los temas me quedo con Paradise, una auténtica bomba, Soldier of hell, un tema más tranquilo, más, digamos, Satriani, y el tema con el que concluye la media hora de escucha: Nightmare, más cercano a la potencia y melodía de Vinnie Moore.
Además este disco tiene un detalle que se agradece, y es la variedad y la sabiduría con que están distribuidas las diferentes técnicas de guitarra del heavy metal. A veces los guitarristas tienden a emocionarse y a hacer punteos larguísimos, o tappings excesivos, etc… No es el caso. Detrás de la potencia y la velocidad siempre se esconde una melodía y eso se agradece.
La única pega que se le podría aducir al disco es que si bien ha trabajado mucho con las baterías y los bajos, siendo el resultado más que satisfactorio, quizás el producto se enriquecería con la aportación de un batería y un bajista vivos que aportaran mayor riqueza al sonido de conjunto y que robaran un poco de protagonismo a la omnipresente guitarra.
Y ya casi para terminar, más un deseo que una queja, y es que la único falta que encuentro a este disco es que no mezcle ninguna de las técnicas aprendidas de otros estilos que Carlos conoce, como el jazz. El resultado podría abrirle nuevas fronteras, ya que actualmente, siendo el disco de una calidad admirable, está sólo recomendado para oídos recios, acostumbrados al metal más trallero.
En resumen, una joya que no merece estar más tiempo en el cajón.
Más información: Entrevista a Carlos Martín.
CarlosMartin-Paradise.mp3
Extracto del tema “Paradise” de la maqueta “Martin Mystic” de CARLOS MARTIN
22 KHz. Sonido estéreo.
Formato MP3. 39 segundos. 306 Kbytes
Por cortesía de Carlos Martín.
Comentario: Félix Vera
(Fecha del artículo: 22/2/2000)
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