Diego Avello lidera esta banda de rock and roll, quien fue miembro de Dalton Rockers y Los Profetas. Ahora acaban de lanzar su primer álbum, lleno de pasión y ritmo.
1.- Miedo//Miedos.
¡Vaya con el título!, ¿quién dijo miedo? Sí, ¡vaya! Una coincidencia en el uso del sustantivo. Ya son dos libros míos, uno de ellos con un par de ediciones agotadas, en las que he usado la palabra mido en plural y en singular, cuentos y microcuentos, de miedo, terror y fantasía, y con buenos resultados.
¿Tendrá Bull la misma intención terrorífica?, je,je. No sé, bueno, creo que no. La apuesta es arrogante, sustantiva y devota del más puro rockandroll. Yea¡¡¡¡
2.- Un rockero en Semana Santa
Madrugada del sábado-domingo. Primer día de abril. Bebemos unas cervezas un amigo, camarero en otro bar cercano, y yo en la apasionante rutina birrera. Es colombiano. Me cuenta sus planes. Regresar en cuatro años a su país. Un negocio que le sirva para vivir montado allí -ferretería o transporte-. Cosas sobre su hija. Su mujer tiene dos carreras. Antes de esta conversación los “niños”de la cantera blaugrana le han rugido un 4-1 a los leones del Bilbao, valiente equipo incombustible.
Hoy, ahora, cerca de consumir huevos de Pascua en Catalunya ya son las 19:26h de la tarde. Y es el día que dicen que resucitó el hombre torturado y clavado en un aspa de madera. Bueno, mientras tanto, abro el sobre de Circular Música remitido desde Madrid, la City del imperio, je,je. Otro buen disco. Un rocker en la portada y en plena Semana Santa. 10 temas, rojo, amarillo, blanco y negro para la portada y foto del menda.
Bull y los Búfalos. Cantante una banda que mezcla peña que pasó por Ilegales, La Guarda o La Frontera. Piel y carne musical e instrumental exquisita.
3.- Tormenta.
Nos ha caído en Barcelona, en primavera, una de esas peculiares tormentas de verano que lo ahogan todo, pero que también refrescan. Refrescante y peculiar un vinilo 7´´ con dos roques de “Horror-reggae” que han sacado Transilvanus, según me cuenta Toni Face, de Liquidator Music. Susana Ezquerra, de prensa de la editorial Vía Magna, nos plantea lo importante que es la novela Código Babilonia, trhiller escrito por Uve Scommburb…
Bueno, rock y blues, según la hoja informativa, es la que caña que nos aportan Buly Los Búfalos con “¿Quién dijo miedo?”. Disco grabado en los estuidos Magoo, con Juan Martínez, y en los estudios Goya de Madrid, con la producción de Raúl Bustillo. La banda la forman: Bull, Diego Avello, rockero vocalista curtido en escenarios, más o menos galán de portada, le saca humo a las guitarras Antonio Berdiales, debajo en el listado del libreto, Javier Cano, que le da al bajo -desconozco su estatura-, baquetas bataca son responsabilidad absoluta de un tal Rodrigo López, presunto percusionista, estruja la armónica Roberto Collado y los 10 temas ya son míos y vuestros en ésta audición especial.
4.- Café.
Noche cerrada. Ganó el Real Madrid al Racing de Santander -¿raro?. Noche aburrida. Hace fresco, pero es muy pesada. Vuelven baretos y restaurantes a adelgazar de clientela. Hay que espabilar. El Papa presunto encubridor de crímenes cometidos contra más de 200 menores, o sea más de 200 delitos. Menudo fantasma blanco de Occidente. Espectrales sotanas. En fin, un buen café reanima a cualquiera, a pesar de tanto golpe en la médula ósea de la especie humana. Y si es con rock mejor que mejor, así que vamos allá. El primer corte del disco es “Cafeína y rockandroll”. Guitarras en apertura como centinelas, acordes matones en 16s, más volumen sobre los 24s en la misma armonía y de textura urbana sobre los 32s, diría yo. Intensidad de la buena vida de temática, un canal abierto de belleza guitarrera a eso de los 47s. Verdades como puños en los días que no deben abatirnos. Ya al 1m16s mosaico de registro de fuerte complexión y dureza, bajo rutero y rock. Ser uno mismo en la propia adicción que genera el título. Al 1m49s nos calzan unos riffs despiertos de lenguaje vivaz hasta los 2m06s. Una soledad en la actitud, circunstancias y show, playa instrumental de los 2m36s a los 2m51s. Para converger en el rock. Filtrados a continuación nos llegan toques de guitarra de reafirmación (3my ss). Rutas rockeras, voz en consonancia, y carretera, seguro que sí. El siguiente rodaje en “Chica de Calendario”. Piadas de electricidad en conversación hasta los 14s, más mensajaeras a los 23s y un riff insinuante y la pelvis de la chica -muévela, baby-. La producción no es un azar en este tema. Centellea en segundos, elástica, nada fugaz y tiene en su rima regueros de síntesis. Una comparación con Elvis, los pechos de la moza. Ritmo clásico, puro y sin aditivos, sobre los 48s. Foto de un calendario, mujer de plástico, cuerpo quirúrgico -sobredosis sobrenatural a la que se sucumbe-. El bajo y la bataca sin ropaje y como hierbas que van creciendo (1m26s). Al 1m29s hasta el 1m42s pluralidad de riffs acusadores, desnudos. Del café a la tía con el rock- Sobre los 2m24s percusión instrumental, guitarra, voz, conjuntadas como rumor murmullo, para estallar con la batería a los 2m58s. Los dedos del bajista deben echar fuego. Y de tema una tía diseñada para vender y venderse. ¿Duro?
5.- Intensidad.
Bueno, hoy me entero que “Ya está todo escrito” de los Macarrada, según Envíos Rebelde se en rueda de Prensa el día 14 de abril a las 12h en el Bilbo Rock. Se podrá ver el nuevo videoclip y habrá papeo y caldos de la tierra. Será intenso, ya me molaría ir, je,je.
Intensidad en la música, en el hambre incestuosa que domina al planeta y este lunes de Pascua. Fiesta en Catalunya, pero yo trabajo. Un día apretado de renegociar con editoriales. Hoy mis vecinos árabes no ponen la música disco en su idioma a toda pastilla. Mejor, así puedo lanzarme al tercer envite del disco. “Paralizado” tiene notas de balada con la armónica en una microsuite de 8s. En la letra una vieja sensación: Si alguien te mira de determinada forma puede pegarte una descarga, je,je. El timbre de voz de Bull es una fuente de recursos en este disco y en el espacio de los 8 a los 16s. Rock de semántica clara (26), guitarra en suspensión como un viento joven. Parálisis ante la belleza de la mujer. La armónica es respuesta y alfombra de mullido sonido sobre el 1m01s. Al 1m31s su curso es el de un río de melancolía enrojecida, febril, apasionada hasta el 1m55s. Vida de zombie, esclavo de ella, de aquella que le dejó paralizado -mal asunto, diría, yo-. Una balada con un punto instrumental de orillas bluseras. “Motín en la prisión” homenaje de Ilegales a Elvis Presley, geografía de rock y tributo. Son 3m04s conjugados en una talla de guitarra fulminante de 28s, la voz encrespada, dura. Punteos de rock puro en el tiempo de una condena por robo. La batería nos recuerda un horario de rejas. A los 42s nace el motín en la prisión y riffs ásperos que son púgiles de los pesos pesados sobre los 46s, y de los 54 a los 58s. Carreras. Celdas abiertas, coros. Al 1m28s hasta el 1m48s crudeza de guitarra entonando la agresividad y violencia del momento. Se consigue el la producción del tema el clima ideal con una gran descarga de adrenalina electrónica, como para meterse con ellos. Amenaza del carcelero, fin del motín, las cuerdas son un requiem que cuenta historias, a eso de los 2m38s el climax de la guitarra es de pura dinamita.
6.- Noctámbulos.
Dependientas apurando sus cervezas. Cerraron las tiendas hace un rato. Grupos de chicas beben, y beben, abrevan en los bares. Rebaños de turistas se intoxican con sangrías de alto voltaje contaminante. Viejos y viejas regresan con sus muertes a casa. Aburridas parejas, ya de noche, eyaculan otro parado. Una gitana canturrea en el bus y una anciana pasada de vueltas discute con una azotea. Esto también es Barcelona. “Vives hibernada es el siguiente corte” de acordes dulzones y compás relajado de 12s. Plenitudes y vacíos de la vida, pulso introspectivo, ruinas del amor. Memoria de guitarras y olvidos a eso de los 51s. Sensaciones de carne y hueso, sobre el 1m05s otro registro de sonido, paladar más rockero pero con virutas delicadas hasta el 1m28s. Acordes sensuales, cálidos, hasta los 2m04s. Yo creo que se diferencian dos tiempos, o momentos musicales. Riffs posteriores a eso de los 2m24s con temperaturas diversas: puntiagudos a los 2m34s, mediante ondulaciones hasta los 2m53s. Tema sin necesidad de velocidades, estática existencial. Sobre los 3m36s un cóctel más explosivo, más riffs lanzados en corto como lanzazos hasta los 4m 32s. “Jóvenes eternos”, descarga una plenitud instrumental en 15s, batería desde los 6. Saber de la propia vida, recapitulación y un colchón de guitarras plácido con efecto de distorsión. A los 41s cambio de volumen y se aprecian arcos conceptuales de rock hasta los 59s. Metafísica de juventud con sonido más minimalista hasta el 1m14s. Guerra contra el amor desde la lujuria parece decirnos el mensaje de la letra, ¿insólito? Gravedad de riffs desde los los 2m14s a partir de una altura encrespada. Una cumbre fascinante hasta los 2m28s, abrasiva, te quema los sentidos de manera preciosa hasta los 2m36, seguida de punteos (2m58s), la idea del beber de una eternidad (credenciales conclusivas).
7.- Más música.
Miércoles, 6 de abril. No hay extrañamiento. Se nos sigue mutilando por nacer y las entrañas de la humanidad no sospechan su vendetta consigo misma. Ha llovido en Barna durante 4 minutos. Gotas grandes de agua caliente. Dicen que al presidente de Irán le molesta un libro, cuando lo que parece es que le enajena cualquier palabras. Pasa el día y sus minutos y sigue la danza ¿macabra? “Un minuto más”, presume, porque puede, que de una línea que es recta de miel durante 16s lo mismo con acordes mientras alguien toca el cielo, según la letra. La mezcla que se erige tiene su delicia en huellas de sonido y voz, con el bajo que te eriza el cabello. La letra prosigue. ¿Dudas? Secreto y espera. El tiempo fue corto, pero fue quemadura. 50 segundos de sonido preciosista. Referencia al minuto del título como eterno. Serpentinas con la guitarra del 1m03s al 1m15s, sentimental riff sobre los 2m, directo apasionado hasta los 2m24s, rasgueo de cuerdas eléctrico invadiendo los 2m53s, más cañeras, duras por el dolor de la ausencia que se canta, tema estremecedor entonces hasta los 3m55s. El 8º es “México”, que en sus primeros 18s aporta una acción musical que cambia el registro. Es una letra descriptiva. Birras, desierto, tequila, agua, sol, la armónica acorazada hasta los 44s. Entre el 1m06s y el 1m18s las guitarras avalan el mensaje. Desde ahí el bajo y la guitarra muy resultones. Es un tema entretenido, para hacer turismo, con el peyote pululando por ahí por si acaso. A los 2m01s más armónica, a los 2m20s riffs calentitos ya hasta los 2m37s. La voz templada y el tequila corriendo por las gargantas, je,je.
8.- Clásicos.
Pues sí el clásico del Barca contra el Arsenal luchando y llevándose un resultado solemne. Y el clásico de ingleses borrachos, peleándose y meando en la calle. Los bares hoy llenos. Una urdimbre de silencio alrededor de la Sagrada Familia. Como clásico del día también el aumento del paro, y ese hedor corrupto, asqueroso y criminal de la Gürtel que nos impregna sin reparos en una España torcida en el pistón de su unidad mema. Por el mediodía la garrulería comenzó a destrozar el barrio valenciano del Cabanyal. Así que con Bull y Los Búfalos prefiero irme “Camino al Paraíso”, que es una canción sintonizada con un ceñido cinturón de guitarras. Azares, sendas de dos personas, no hay memoria. Pulso instrumental con la bataca a los 41s, amortizando el sonido, por otro lado, hasta el 1m05s. Dos voces, la nada, cantidades, una pérdida, ¿derrota? Las guitarras traducen sensaciones sobre el 1m40s. Infiernos, tono reflexivo, geografía de amores, levedad sonora hasta los 2m26s. Armonía en el verso melancólico oportuno llegando a los 2m38s. Suavidad a los 2m59s una coyuntura de contornos y de nostalgias. Susurros más que silbidos. Comedia y condena, final brevísimo, muy folk a eso de los 3m 50-52s.
Y el 10º es “Alguien mejor que yo”, que irrumpe rockero con guitarras en punteados chulescos durante 13s y ese mensaje de que siempre alguien quieres que seas mejor y que los hay mejores que tú, los Rolling Stones como deseo, bisagras de cuerdas hasta los 30s. Un coleccionista vicioso de instantes de antaño, de sonidos, parece un tributo generacional. Una canción que al 1m20s es escena de riffs hasta el 1m44s al más puro estilo clásico, y más demoníacos a los 2m38s para pincharte y que sangres rock. Pues ya sabes a sangrar buena música con Bull y los Búfalos, saludos.
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