El grupo Leño fue una banda madrileña de rock and roll, que estuvo en activo entre los años 1977 y 1983. En ese tiempo publicó tres discos en estudio y uno en directo. Un legado no muy extenso, pero legendario.
A principios del presente año se lanzó “Bajo la corteza”, un homenaje al grupo Leño consistente en un libro con dos CDs y un DVD. En él 26 artistas de variado pelaje, aunque con predominio del rock and roll, daban su peculiar visión de otras tantas canciones del grupo, a la vez que dejaban clara su admiración por lo que aquella banda significó y las canciones que dejaron para la posteridad.
Rosendo Mercado, uno de los artistas más veteranos y respetados de nuestro rock, formaba parte en el año 1977 de Ñu, un grupo liderado por José Carlos Molina, quien siempre ha hecho gala de un fuerte carácter que le ha provocado innumerables desencuentros con los músicos que han trabajado con él a lo largo de su extensa carrera, y de hecho por su banda han pasado una cantidad ingente de instrumentistas.
Rosendo chocó definitivamente con José Carlos Molina el 31 de diciembre de aquel año y decidió abandonarle para formar un nuevo proyecto, con dos músicos amigos y partiendo de algunas canciones que había ido gestando mientras formaba parte de Ñu. Aquellos músicos fueron Chiqui Mariscal, al bajo, y Ramiro Penas, a la batería. El primero venía de Fresa, precedente de Ñu, y el segundo de Coz, banda de la que formaban parte los hermanos De Castro, que más tarde formarían Barón Rojo.
Pocos días más tarde, el 10 de enero, se presentaron en directo en Murcia y a los dos días en Madrid, acompañando a Asfalto como invitados. Ahí comienza su leyenda… su buen directo, lo acertado de sus letras, que describían la angustia de la vida en los barrios de la España de la transición, hizo que el público se fijara inmediatamente en ellos y la crítica les dedicara palabras halagadoras.
Durante todo el año 1978 se estuvieron fraguando en directo, además grabaron un par de temas para un recopilatorio del sello Chapa (“Viva el Rollo”, 1978; que incluía “Aprendiendo a escuchar” y “Este Madrid”, en una versión distinta a la que se publicó con su álbum debut).
A principios del año 1979 Chapa fichó a Leño y decidió que Teddy Bautista fuera el productor musical de su primer álbum, que se editaría el 20 de marzo, con nombre homónimo al grupo y que incluyó canciones como “El Tren”, “Este Madrid” o “La Nana”. Este disco significó también el adiós de Chiqui Mariscal, que abandonó el grupo para tocar con Ñu, y la entrada de Tony Urbano, que venía de Coz.
Este trabajo logro un gran éxito a pesar de no contar con apenas apoyo promocional, algo que consiguieron gracias a que viajaron por todo el país dando conciertos llenos de entrega y emoción.
En 1980 entraron a grabar su segundo disco, “Más Madera”, también producido por Teddy Baustista, quien trató de imprimir en las canciones del grupo las ideas de la denominada “new wave”, incorporando sintetizadores y arreglos pop.
Esto no gustó a gran parte de los seguidores del grupo, pero dado que en directo las canciones de ambos discos se interpretan de manera rockera, sus seguidores las fueron asimilando y continuaron apoyando al grupo.
De este hecho surgió la idea de que el siguiente álbum debería ser un directo y así nació “En Directo”, un plástico que recoge tomas realizadas durante los días 25, 26 y 27 de marzo del año 1981 en la sala Carolina de Madrid, con el que el grupo se apunta un nuevo éxito.
En 1983 su sello discográfico decide aumentar su inversión en el grupo y financia la grabación de su tercer álbum en Londres, en los estudios Kingsway, donde Barón Rojo había grabado poco tiempo antes su disco “Volumen Brutal”.
Para este disco cuentan con la producción de Carlos Nerea y en él se incluyen canciones como “Corre, corre”, “¡Que tire la toalla!” o “Sorprendente”. Además el sello también invierte en promoción y sus canciones sonaron en radio y televisión. A esto se suma una gira propia en primavera y el formar parte durante el verano de la multitudinaria “El rock de una noche de verano” de Miguel Ríos, un artista que en aquellos momentos estaba en un momento álgido y que llenó plazas de toros y grandes escenarios en toda España durante aquellos meses.
En todo este tiempo Leño había sabido conectar de forma natural con la juventud de clase obrera y de clase media trabajadora, que veía como sus canciones describían sus preocupaciones, anhelos y sueños con poética y cruda certeza. Así se habían convertido en todo un icono y también en un símbolo de fortaleza ante las injusticias sociales.
Así las cosas, los integrantes de Leño habían comenzado a asumir que la historia que habían creado era tan bonita que de continuar la estropearían… habían llegado los primeros desencuentros personales entre ellos y el vértigo de no estar a la altura de las expectativas creadas entre sus seguidores, que iban mucho más allá de lo musical, les fue convenciendo de que era mejor terminar con el grupo. Frente a esta postura, estaba la tentación de aprovechar este momento de éxito para recoger la cosecha de los años de siembra con unos cuantos discos más y sus giras correspondientes… ¿dignidad o dinero? Eligieron la dignidad y cuando en octubre del año 1983 decidieron que Leño había dejado de existir, automáticamente este nombre se convirtió en una leyenda.
El diario ABC en un artículo publicado el 11 de octubre de aquel año informaba así: “El grupo de rock con más carisma que haya salido nunca de los barrios madrileños se disuelve definitivamente. La muerte de la banda, que se había insinuado ya en los últimos meses, llega en un momento en el que Leño funcionaba como una máquina perfecta”.
Desde entonces la sombra de Leño ha sido muy alargada… Sus discos se siguen reeditando con notable éxito, de vez en cuando se publican recopilatorios o artefactos similares que también consiguen buenos niveles de venta (especialmente recomendable es el disco “Vivo ‘83” publicado en el año 2006”) y son muchísimos los grupos de rock de varias generaciones que revindican a esta banda como una de sus máximas referencias.
A principios del presente año se puso a la venta “Bajo la corteza”, un espectacular tributo a Leño, que fue elaborado durante el año 2009, con grabaciones de 26 de sus canciones de la mano de artistas variados, en estilo y edad, que se entregaron emocionados a dar su visión sobre aquellos temas. El proyecto fue dirigido por Manitu Producciones y los temas se grabaron, en su mayoría, en los Estudios Manitú por Manuel Camacho con Rubén Durán Rebato como ayudante de producción.
El resultado fue un bonito libro, con un diseño muy cuidado y que en su interior, además de generosa información sobre todos los participantes y el concepto del disco, se albergaba dos discos compactos, con las 26 canciones, y un DVD con un extenso reportaje sobre el desarrollo del proyecto, en el cual han estado involucrados, formando parte del equipo promotor de la idea, los tres músicos “históricos del grupo”: Rosendo Mercado, Ramiro Penas y Tony Urbano.
Los artistas y las canciones que se incluyen en ”Bajo la corteza” son:
Luz Casal – Entre las cejas
Barricada – Aprendiendo a escuchar
La Voz de los Nadie – Lo que acabas de elegir
Mojinos Escozíos – Que tire la toalla
La Shica – Sorprendente
Celtas Cortos – La noche de que te hablé
Extremoduro – El tren
Dwomo – Cucarachas
Porretas – Sí señor, sí señor
M-Clan – Todo es más sencillo
Javier Ruibal – Calendario
Boikot – No se vende el rock&roll
Raúl Rodríguez – Se acabó
Miguel Ríos – Maneras de vivir
Marcela Ferrari – Mientras tanto
Mägo de Oz – Qué desilusión
La Leñera – No lo entiendo
El Bardo – Insisto
Antonio Vega – Sin solución
Garaje Jack – La fina
Más Madera – Castigo
Salida Nula – Apágalas
Edith Salazar – La nana
Pereza & Burning – No voy más lejos
Maneras de Vivir – Corre, corre
Rodrigo Mercado – Este Madrid
Más información sobre el homenaje a Leño “Bajo la corteza” en:
www.bajolacorteza.com
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