La continuación de un gran legado. Un clásico de la electrónica de nuestro país regresa a la actualidad con un nuevo álbum.
Pioneros en la música electrónica en nuestro país, primeros artistas nacionales en editar un disco compacto (“Suspense”, 1984) y un disco con sonido 5.1 surround (“ISS”, 2003), artífices de las más recordadas sintonías de competiciones ciclistas en España (“Me estoy volviendo loco”, “No tengo tiempo / Con los dedos de una mano”, “Funky Punky Girl”, “Vuelva Usted Mañana” o “Two-Pa-ká”), responsables de innumerables sintonías usadas en programas de TV aquí y fuera de España (“The Night”, “Hitchcock makes me happy”, “El Descubrimiento”, “Fu-man-chú”, “Agua de luna”…) o de anuncios clásicos (la nombrada “Funky Punky Girl” por ejemplo), discos de oro, números uno y hasta una ópera rock… Esta es sólo una pequeña muestra de la obra que ha ido dejando este dúo murciano capitaneado por Carlos García Vaso, primero junto con Joaquín Montoya y más adelante con Carlos López. La formación original de Azul Y Negro se disolvió en 1993 pero eso no supuso el fin del proyecto musical. De hecho esta segunda etapa ha sido aún más prolífica que la primera habiendo publicado ya 14 álbumes desde 1998.
Este año nos ha traído su nuevo trabajo, “Doble o Nada”, un disco compacto “doble” con “nada” menos que 32 nuevos temas y cuyo adelanto es el energético instrumental “Alien´s Dance”. En esta nueva entregan alternan, como viene siendo habitual desde sus comienzos, los temas instrumentales con las letras en inglés y castellano. Entre ellos tenemos pequeñas joyas de la electrónica como los instrumentales “Ohm”, que nos retrotraen a otro álbum fantástico del grupo: “Babel”, o “Life on Mars”, sin la “?” pues poco tiene que ver con el mítico tema de Bowie, y que nos recuerda a un Jean-Michel Jarre en sus momentos más celebrados. También “Eternal night” podría haber sido firmado por el genio francés. “Save our love (on the dancefloor)” es otro de esos instrumentales energéticos que beben del remember noventero. “Atardeceres” recuerda esas melodías clásicas del grupo que puede quedar atrapada en tu cabeza sin apenas darte cuenta. Con “Claro de Luna” oímos ecos de música celta, del Oldfield que nos gustaba y que hace tiempo no vemos aparecer, de la calma que llega después de la tormenta. Las letras del disco, en esta ocasión, abarcan un nutrido abanico de temas. Desde el deporte rey en “Dame fútbol”, la corrupción en “Euritos de papel” (desde aquí hacemos un llamamiento a Montoro para que la haga sintonía de la nueva campaña de Hacienda) a un homenaje a las fans de la banda “Sois vosotras”. En definitiva un disco completo, rico y que no va a defraudar a los seguidores habituales ni a los fans de los sonidos más electrónicos. Esperemos que sirva para que las nuevas generaciones conozcan aún más su obra.
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