Aura Kuby: Sentimientos de ayer, hoy y mañana

Aura Kuby: Sentimientos de ayer, hoy y mañana
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Una cantante que se ha fraguado en el folk y en la música clásica, que ha debutado recientemente en solitario, con un disco que retoma tonadas populares de principios del siglo pasado, para actualizarlas al presente.

protagonistasLa reciente publicación del disco “Sonidos de Cantabria y Ultramar”, ha supuesto un soplo de aire fresco, muy fresco, para el panorama musical de Cantabria. Sin embargo es una grabación que puede llegar mucho más lejos y conquistar el corazón de cualquier aficionado a la música con un mínimo de apertura de miras: parte de la música tradicional de la región, pero la abre a la modernidad con un buen gusto exquisito.

La principal responsable del álbum es la cantante Aura Tazón, que ha empleado como nombre artístico Aura Kuby, y que protagoniza vocalmente todas las canciones, siendo además la gran impulsora del proyecto. Junto a ella han estado un buen número de músicos de la región y de zonas cercanas, ayudándola a construir unas piezas luminosas, alegres, que parte de la historia, pero que suenan fundamentalmente actuales y llenas de vida.

El álbum actualmente sólo se está distribuyendo en Cantabria, aunque puede adquirirse en Internet y también posible darle un tiento en el MySpace de la artista (www.myspace.com/aurakuby).

En esta entrevista nos acercamos a toda la trayectoria de Aura Kuby, a sus aspiraciones musicales, a los entresijos de este excelente álbum, a su visión del panorama musical de la región y a la curiosa historia de su bisabuela, Delhia Kuby, quien fue pionera radiofónica y artista de éxito a principios del siglo pasado.

Tu primera experiencia musical conocida fue el Coro Cámara A Capella, a mediados de los años 90… ¿Cómo fue esa etapa?

Siempre me gustó la buena música coral y, en aquellos momentos, me apetecía meterme un poco en ese género. El Coro de Cámara A Cappella es una agrupación pequeña, que interpreta piezas tanto profanas como religiosas con una gran calidad y que, en aquellos momentos, estaba en pleno apogeo. Bajo la dirección de Manuel Galán, fue un placer cantar a Monteverdi, Vivaldi, Bach, Verdi y tantos otros genios de antaño. Aprendí muchísimo.

Entre los años 98 a 2000 fuiste la líder de Vozpornoche, un grupo dedicado al folk… ¿Qué significó para ti la experiencia de estar al frente de tu propio conjunto?

Resultó una etapa muy instructiva, aunque no sólo en el plano musical; me tocó, además, el papel de “directora”, el de agente, y aprendí a desenvolverme con programadores y medios de comunicación. También fue una fase divertida, de ensayos largos salpicados de anécdotas, chistes y risas, viajes en furgonetas alquiladas cargadas hasta los topes, locura de trastos en el escenario… Amistad, música y cierta dosis de éxito en el mundillo “folki”: una buena experiencia.

Poco después te adentraste en el camino de lo poético-musical, primero formando parte del colectivo radicado en euskadi Quicalla y después como voz solista de Comuniverso… ¿Qué te aportó esa singular tendencia artística?

Mi encuentro con el colectivo Quincalla fue curioso: conocí a Miguel Gómez Vaquero, poeta, en un examen teórico para sacar el carné de conducir. Al poco tiempo me propuso colaborar con él y con el excelente guitarrista Marco Borge Boorsma en su espectáculo “La Calleja del Son Converso”, y tuve así la oportunidad de cantar en escena canciones como “Alfonsina y el mar” o “Beautiful that day”, entre otras.

Comuniverso fue un trabajo muy distinto. Raquel Serdio acababa de ver publicado su poemario “En un lugar que yo veo” y no quería hacer una presentación al uso. Así pues, llamó a varios de sus amigos músicos, entre los que me encontraba, para pedirnos ayuda. Conectamos todos muy bien y las musas se pusieron de nuestra parte hasta tal punto que compusimos un espectáculo completo, en el que la palabra y la música viajaban juntos con fluidez. Pero lo mejor de todo fue la estrecha amistad que se fraguó entre nosotros y que espero se mantenga por muchos años.

También te acercaste a la música brasileña con el grupo de Torrelavega Tomara Bossa… Dado que la música brasileña tiene unas referencias rítmicas y armónicas muy distintas a la música europea, ya sea clásica o de raíz… ¿te resultó especialmente complicado meterte en el alma de esa música?

protagonistasEl impulsor de la idea fue Carlos Expósito, músico uruguayo afincado por aquel entonces en Torrelavega. Fue toda una experiencia, ¡qué género más difícil! Me desesperaba, porque en ocasiones Carlos Expósito nos miraba y decía, irónico: «Suena lindo, pero no es bossa…» Además, yo estaba embarazada y ensayábamos en el taller de ebanistería del percusionista, impregnado de olores agresivos, con lo cual terminaba siempre con el estómago revuelto. Eso sí, ahora mi hijo se relaja siempre que le canto clásicos de la música brasileira…

Además has colaborado con muchas más agrupaciones y artistas… Seque-me à capela, Javier Canduela, Manuel Luna, José Ignacio Hernández Toquero, Trébole… ¿Hay alguna de estas colaboraciones que te hayan marcado artística o personalmente de una forma especial?

No sabría por dónde empezar. Siempre gusta que alguien quiera contar contigo en un proyecto. La colaboración fue especialmente intensa con José Ignacio Hernández Toquero, con quien participé como solista durante una buena temporada, además de en su disco “Vino de la Casa”. Javier Canduela me permitió volver a la música clásica en su espectáculo “Guitarte Gaudí”, una propuesta audiovisual sobre el genial arquitecto y su época. Pero quizá lo más especial fue la invitación de Segue-me à capela, un septeto vocal femenino del norte de Portugal. Con ellas fui al “Festival das Cantigas do Maio”, en Seixal (al sur de Lisboa); la experiencia fue maravillosa, pues me sumergí en la cultura de ese gran país vecino que adoro. Conocí a muchas y muy bellas personas, compartí escenario con las Segue-me à capela, con Carlos Núñez y su banda… Recuerdo que, la víspera de mi regreso, mientras paseaba por la orilla del Tajo, contemplando la Torre de Belem, suspiré: «Ay! Ja tenho saudade!» La chica de la organización del festival, que me acompañaba, me miró y, muy seria, dijo: «Voltarás.»

Recientemente participaste en el álbum del grupo 4 Monos, banda cantabra de Hip Hop, cuyo cantante, Javier Tazón Cubillas, es tu hermano. ¿Qué opinión te merece esta tendencia musical, que es tan distinta de los géneros que habías practicado hasta el momento?

Los raperos son los cantautores del siglo XXI. Ellos son los únicos que hacen hoy en día canción protesta de verdad; dicen lo que piensan, denuncian lo que les parece mal. Las letras de Javi le salen de las entrañas, son letras que llegan, que conmueven y que, además, tienen un sentido rítmico y poético que muchos quisieran. Hace poco me enseñó los últimos temas que ha compuesto y me quedé impresionada. Cada día son mejores, más potentes… Cuando el próximo trabajo de Javier Tazón salga a la luz, preparaos para escuchar algo bueno…

Ahora tienes muy reciente la publicación de tu primer álbum como solista, “Sonidos de Cantabria y Ultramar”… ¿Desde qué momento te planteaste abordar este álbum y el inicio de tu etapa en solitario?

Hacía tiempo que le daba vueltas a un proyecto nuevo, una fusión nunca intentada en Cantabria. Me imaginaba canciones montañesas convertidas en bossa nova, en blues, en bolero… Decidí ponerlo en marcha a raíz de una tocata en Noja; en aquella ocasión, me contrataron para actuar como solista de música tradicional y yo les propuse algo diferente. A partir de ahí, el proyecto cobró forma, empezamos a trabajarlo, primero entre Carlos Expósito, Carlos Ealo y yo; después se incorporó Manuel Callejo; finalmente las percusiones de Bolívar y el bajista Juanje Pla. Teníamos algo capaz de sorprender al auditorio y necesitábamos grabarlo: ya sabéis que el disco es siempre la tarjeta de presentación del músico. Así pues, solicité una subvención a la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, me concedieron una pequeña ayuda y nos pusimos manos a la obra.

En este disco se hace evidente un gran esfuerzo en el plano musical… en la selección, la preparación de los arreglos y la entrega de los músicos… ¿Cuánto tiempo y esfuerzo te llevó organizar todo lo necesario para que este disco haya podido ser realidad?

El repertorio lo estuvimos preparando entre otoño de 2007 y primavera de 2008. En verano llegó la prueba de fuego: había que salir a escena y comprobar que nuestro directo funcionaba. Con las canciones ya rodadas, entramos en el estudio de Roberto Sánchez en septiembre; durante más de tres semanas intensivas, el local de Reel to Reel Studio en Cueto se convirtió en nuestro segundo hogar. Teníamos que darnos prisa, debido a los plazos impuestos por las bases de la subvención. Había mucho que hacer: programar los horarios de grabación, confirmar la presencia de los colaboradores, trabajar con ellos los temas, salir al paso de los problemas de última hora… Todo ello con la cruz de la “claqueta”, el odioso metrónomo siempre encima. Además, había que pensar en el diseño y la maquetación, la masterización, la fábrica… Y que todo cuadre, tanto en las cuentas como en los tiempos: si tardábamos más de lo previsto, se perdía la subvención. En este sentido, tuvo cierta semejanza con una contrarreloj…

Y en esta renovación de temas tradicionales y populares se intuye que hay un concepto y unas intenciones detrás… ¿Puedes explicar a nuestros lectores qué has querido transmitir con este álbum?

Es difícil expresar con palabras lo que se ha plasmado en una obra musical. Por una parte, es un disco en clave de mujer, por y para una voz solista que, sin perder sus señas de identidad, se atreve con estilos tan distintos como el reggae, el blues, la bossa, la chacarera o las jarchas. Por otra, “Sonidos de Cantabria y Ultramar” es un disco diferente, que rompe los esquemas del folk. En realidad, es posible que no se pueda catalogar dentro de este género, al menos tal y como se viene entendiendo hasta ahora en Cantabria. Bebe en las fuentes de la música tradicional, pero sólo como motivo de inspiración, porque después lo que busca es la fusión con otros ritmos y armonías de distintos lugares del mundo.

Cómo músicos principales junto a ti han estado Aurelio Bolivar, Carlos Ealo, Carlos Expósito, Juan Jesús Pla y Manuel Callejo… ¿Qué te une a ellos? ¿Los conocías de experiencias anteriores?

Carlos Expósito fue el promotor de Tomara Bossa, como ya dije; quería contar con él precisamente porque eso aseguraba un sonido diferente, exótico. Manuel Callejo es el líder de Los Castos y de eso lo conocía, aunque nunca había tocado con él. Aurelio Bolívar se puso en contacto conmigo por correo-e, ofreciéndose como baterista: «No nos han presentado», escribió, «pero me gusta tu propuesta y pienso que le vendría bien algo de percusión». Juan Jesús Pla vino de la mano de Bolívar. Y en cuanto a Carlos Ealo, hemos tocado juntos en Comuniverso y en Tomara Bossa, compartimos aficiones… y la hipoteca del piso.

Y además han colaborado otro buen puñado de músicos… entre ellos están tres músicos por los que tengo especial admiración: Joseba Tapia, Roberto Sánchez y Ron Tishbein. También me gustaría que me hablaras sobre ellos, sus aportaciones al disco y tu relación artística con ellos…

A Joseba Tapia lo conozco desde el año 2000, a raíz del “I Día de la Sidra” que se celebró en Escalante, mi pueblo, en octubre de ese año. Vino con los amigos de Usurbil, que organizan una macrofiesta de sidra desde hace treinta años y se presentaron en Escalante para ayudarnos. Por supuesto, se trajo la trikitixa y la fiesta fue monumental. Hemos conservado la amistad y, gracias a ello, pude contar con su colaboración en mi disco. ¡Todo un lujo!

En cuanto a Ron Tishbein, es un excelente músico, curtido en los mejores clubes de jazz de Nueva York, cuya aportación es también una delicattessen para los oídos. He coincidido con él cuando colaboré con Trébole y, además, es amigo y profesor de saxofón de Carlos Ealo.

Y por lo que respecta a Roberto Sánchez, ¿cómo condensar en pocas palabras lo mucho que ha significado para este disco? Colabora con los coros en algunas canciones y se ha encargado de arreglar la habanera del “Señor capitán” para que suene a auténtico reggae, pues no en vano es líder de Lone Ark. Pero, sobre todo, ha sido un excelente técnico de grabación. Una auténtica gozada trabajar con él.

Sobre el resto de colaboradores… ¿qué nos puedes contar?

Julia Benito estuvo conmigo en Vozpornoche y he querido que participara en el disco con un arreglo de piano para la bellísima tonada “Ermitaño”. Me hubiese gustado poder contar con ella como pianista para la banda, pero por diversos motivos no pudo ser. ¡En otro momento, quizá…!

José María Murillo, por su parte, es un excelente violinista, profesor del conservatorio Jesús de Monasterio. No es nuevo en el mundo del folk: fundó Mayadama, participó en Vallobera y en Luétiga y ahora mismo forma parte del trío Maílla. Para él teníamos reservada una versión klezmer de una jota a lo ligero. «Bueno y, ¿qué es lo que queréis que haga?», preguntó. «Está clarísimo: ¡lucirte!», respondí, y él se lo tomó al pie de la letra.

En las letras que has adaptado, sobre todo en “No le quiero”, hay algo que me recuerda a Vainica Doble… ¿Te gustan? ¿Han podido ser una posible influencia?

Pues la verdad, no las he escuchado nunca.

En nuestra redacción tu disco ha causado sensación. Aunque sabemos que para que un disco llegue a tener una buena repercusión no basta con la calidad… también se necesita promoción, una buena distribución, etc… Dado que tu disco es autoeditado… ¿En qué ámbito geográfico se está distribuyendo? ¿Cómo pueden nuestros lectores hacerse con él?

Como podéis suponer, la distribución es de ámbito muy local. Lo hemos repartido en unos 15 puntos de venta por toda Cantabria pero nada más, porque no tenemos distribuidor a nivel nacional. Se puede conseguir, no obstante, a través de Internet, en la página de A.D.I.C.: www.adic-cantabria.org. En cuanto a las tiendas en las que se puede comprar el disco, en www.myspace.com/aurakuby hay un blog informativo de los puntos de venta.

¿Y qué repercusión está teniendo en los medios?

Los medios de comunicación cántabros acogieron muy bien el disco, tanto en la prensa escrita como las radios e incluso alguna televisión local, y suena de vez en cuando en el programa de Manuel Luna en Rne3. Pero más allá de la noticia del lanzamiento, es difícil que las cadenas de radio pongan un disco que no esté dentro de los circuitos de distribución más comerciales.

Por cierto… en gran medida vienes del folk y aunque tu disco hay parte de música de raíz, hay otras muchas músicas y el concepto en general se separa bastante de esa tendencia… ¿Sabes cómo se ha acogido entre los aficionados al folk de Cantabria tu propuesta?

La respuesta a nuestro disco ha sido muy positiva. Es muy grato comprobar que tu música llega a un público muy amplio. Uno de mis objetivos era buscar un sonido capaz de conectar con todo tipo de gente, y pienso que lo hemos conseguido. Personas a las que el folk y lo tradiciona
no les gusta nada, se enamoran en cambio de este disco: «es música como de antes, pero como de ahora», comentó el hijo del guerrillero Bedoya; «moderno y, además, entrañablemente cántabro», dijo un amigo; «es puro salitre y maresía», me escribió el músico canario Miguel Afonso; “variado”, “sorprendente”, “muy agradable”, “positivo”, “alegre”… Son epítetos con que he oído calificar este trabajo. Conozco a bastante gente que lo pone en el coche para ir a trabajar por las mañanas, o que lo escucha en casa a todo volumen tras sonar el despertador, porque les da muy buenas vibraciones. Digamos que es un soplo de aire fresco en el gris panorama cotidiano.

Hace unos meses presentaste tu disco en Cantabria… ¿Vas a actuar fuera con este repertorio?

En el concierto de presentación del disco, que tuvo lugar el pasado 19 de marzo en el Teatro CASYC de Santander, aprovechamos para presentar las novedades en la formación, pues este año tendremos a Alfonso Paradelo en el bajo y a Aurora Melgosa como acordeonista; pero también nos dimos el gusto de llevar a Ron Tishbein, a José María Murillo, a la bailarina de danza oriental Marta Casado (profesora de la escuela “La Danza”, Santander) y, cómo no, a Manuel Callejo, que se despidió del grupo con su diatónico y su marimba. Fue un concierto de hora y media memorable, el teatro estaba casi lleno y el público se entregó. Para este verano ya tenemos cerradas unas cuantas actuaciones, entre otras en el Festival Cantabria Infinita el 10 de julio, y en el Mendebala Folk de Sopuerta (Vizcaya) el 4 de julio. Esperamos que salgan muchas más, a pesar de la crisis…

En una entrevista para un periódico santanderino hacías mención a lo importante que sería para la música en Cantabria que hubiera un Conservatorio Superior… Me gustaría que nos explicases por qué sería tan importante…

En Cantabria hay muy buenos músicos, pero pocos, y eso se debe, entre otras cosas, a la falta de posibilidades de formación. En Asturias, por poner un ejemplo cercano, el ambiente musical es trepidante, pues hay muchos músicos estudiando en el Conservatorio Superior: éstos no sólo se dedican a lo clásico sino que, además, participan en proyectos de diverso pelaje, sea folk, jazz, rock, pop, etc. Los grupos, bandas, cuartetos, orquestinas, dúos y demás proliferan por doquier, y con gente cualificada. En Cantabria, en cambio, no existe ese ambiente estudiantil y dinámico, y resulta difícil encontrar músicos disponibles, pues los que hay suelen estar muy ocupados con varios proyectos simultáneos. Además, un Conservatorio Superior permitiría crear una Orquesta Sinfónica pues, ¿sabíais que Cantabria es la única autonomía que carece de ella? ¡Incluso Ceuta y Melilla tienen Orquesta Sinfónica!

Eres bisnieta de Delfina Cubillas, una locutora pionera en la radio de Cantabria, también a escala nacional, que además fue cantante con el nombre de Delhia Kuby… Tan sólo he podido escuchar de ella las pequeñas porciones que se incluían en el libro disco “Los Sonidos de la Radio en Cantabria”. ¿Se conservan grabaciones de sus canciones? También grabó testamente para la familia… ¿Lo conserváis? ¿Tiene un significado especial para todos vosotros? En el caso de que tengas acceso a información y grabaciones de ella… ¿Has pensado en crear una web o un MySpace en homenaje a ella y su obra?

Por desgracia, no se conserva nada más que lo que ya proporcioné a Carlos Báscones para el libro-disco que citas. Para más inri, los originales son un par de vinilos apolillados de 78 revoluciones, y los técnicos de RNE en Cantabria no han sido capaces de reproducirlos a la velocidad adecuada, por falta de un tocadiscos antiguo para hacerlo. En esos discos grabó mi bisabuela una canción de su repertorio lírico acompañada de piano, unas jotas montañesas cantadas por sus hijas y también un testamento vital, a modo de despedida: «Antes de que la voz de vuestra madre se apague por completo…» Fue una mujer que, en vida, ya era un mito para la familia. En uno de los blogs del MySpace que tengo abierto transcribo la semblanza biográfica que figura en el estupendo trabajo “Damas ilustres y mujeres dignas”, publicado en 2007 por la Dirección General de la Mujer del Gobierno de Cantabria. Delfina Cubillas, alias Delhia Kuby: mi nombre artístico pretende rendirle homenaje, una forma de decirle, allá donde esté, que la llama se mantiene viva…

Recientemente has publicado un libro de novela infantil… ¿Qué nos puedes contar sobre esa faceta tuya?

protagonistasLa literatura es mi refugio. Fui la niña que soñaba despierta, que hablaba con amigos imaginarios, abría grandes ojos y boca al escuchar cuentos y leía a todas horas… Con los años, aprendí a plasmar en el papel aquellas historias que me ocupaban la mente y escribir se convirtió en un vicio y, al mismo tiempo, en una necesidad. De las novelas que he escrito (infantiles y no infantiles), “Los gamopelúsidas” es la primera que me he animado a enviar a editoriales y, también, la primera que he visto publicada: la editorial Casals, en su sello Bambú, apostó por ella con nada menos que cinco mil ejemplares de tirada. De entre miles de manuscritos de autores desconocidos, eligieron el mío y eso significa mucho para mí.

¿Tienes a la vista nuevos proyectos musicales o artísticos en los que vayas a participar?

En estos momentos estoy preparando un nuevo espectáculo, que llevará por título “Maresía”, concebido para teatros y salas, en el que combinaré versiones de standards latinoamericanos con algunas canciones de creación propia.

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

F-MHop
Jefe de redacción de La Factoría del Ritmo desde su fundación en 1995. Ha colaborado en diversas publicaciones musicales, entre las que se encuentran Rockdelux, Hip Hop Life, Hip Hop Nation, Serie B, Metali-k.o., Zona de Obras, Pulse! Latino o Astur Music. También ha hecho radio, colaborando con Onda Cero, Arco FM y Onda Verde Gijón. También fue beatmaker en el grupo Soul Dealers, practicantes de un Hip Hop combativo y comprometido.

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