Un manual práctico para todos aquellos empeñados en ser poetas, con técnicas para mejorar las habilidades escribiendo e información práctica para llegar al público.
Ariel Rivadeneira es un especialista argentino en técnicas para utilizar el lenguaje y explotar la creatividad. Tiene dos libros a la venta en España: “100 respuestas a las 100 eternas preguntas del escritor novel” (Grafein Ediciones, 2004) y “Escribir poesía. Las respuestas a los interrogantes que todo poeta se formula” (Alba Editorial S.L.).
Nuestra atención recayó en esta segunda obra al despertarse en nosotros la curiosidad de conocer como serían las cosas en otro entorno artístico, que seguramente guardaría muchas similitudes con el mundo de la música, aunque a la vez tendría sus peculiaridades. Y esto se refleja en el libro.
La obra es breve, unas 104 páginas de pequeño formato, de una lectura muy sencilla y ágil. En ella se repasan muchos de los aspectos que pueden interesar a un poeta, partiendo de los puramente artísticos y llegando a los más prosaicos. Así los primeros capítulos giran en torno a la creatividad, proponiendo técnicas para excitar la imaginación y lograr buenas ideas.
Los siguientes tienen que ver con la técnica. Se pasa de puntilla por las métricas, pero se exponen útiles métodos para conseguir inicios, puentes y finales efectivos, también para elegir adecuadamente las palabras (sin descartar el uso de diccionarios poéticos), crear efectos rítmicos, elegir adecuadamente los formatos y construir buenas imágenes metafóricas.
El capítulo final se dedica a las cuestiones prácticas: fomentar la autocrítica, conocer las vías posibles de publicación, hacer los poemas digeribles para editores, organizar recitales, buscar vías alternativas de difusión de los poemas (webs, revistas culturales, regalos a amistades, etc).
Cada uno de los capítulos tiene su propio epílogo: una sección llamada “Aprender de los poetas” en la que se recoge un texto de un escritor afamado, reflexionando sobre algún aspecto destacado del capítulo.
Valoramos este libro como un complemento útil para quienes ya se hayan lanzado a escribir poesía, siguiendo su propio instinto o aprendiendo los rudimentos en otros libros, pues no se puede considerar un “método de aprendizaje” similar a los que se utilizan en música (donde se empieza con los más básico y se avanza hasta cierto nivel), sino un conjunto de consejos que pueden servir para mejora la calidad de los textos y también para fomentar el sentido práctico en el aprendiz de poeta. En todo caso, una lectura entretenida e interesante.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Publicaciones).
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