Comencemos por aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de Nuevas Músicas.
La música no resultó ser exclusiva de ésta suerte de Big-Bang, el arte en general sufrió este fenómeno cuyo origen es complejo pero previsible.
Muchos deben recordar que en décadas anteriores, cuando giraban el dial de una radio “sonaban” casi siempre los mismos ó por lo menos de un mismo estilo, si hoy sucede lo mismo es por una mera cuestión de marketing ó el enfoque específico de una emisora.
A través de los años, con el avance sostenido de la tecnología, por diferentes caminos, el arte se vio involucrado. Un ejemplo es el impresionante desarrollo de las comunicaciones, a través del satélite, la televisión, el mayor fluido del turismo internacional, en unas horas uno cruza océanos pasando de una cultura a otra… y ahora Internet…
Lo cierto es que el intercambio cultural es cada vez más intenso, lo que hace que el artista pueda “beber de otras fuentes” con todo lo que ello significa para su obra de arte.
Otro de los frutos de las nuevas tecnologías de la cual se alimentaron los músicos son los instrumentos electrónicos como: sintetizadores, samplers, procesadores y demás, éstos hicieron posible crear una gama de sonidos jamás antes reproducidos en la naturaleza.
Hoy en día uno requiere ser un especialista para intentar ser preciso en rotular estéticamente al arte.
Hablaremos de lo que sucede hoy en Argentina con un género musical que tiende a lo contemplativo, espiritual y enigmático y que muchos lo denominan Música New Age. Siendo, quien les escribe, un músico Argentino que está inmerso en ésta amplia gama de estilos, no haré una crítica sino una simple enumeración del panorama.
Uno de los primeros músicos que conocí es Carlos Fregtman, un musicoterapeuta, hoy radicado en España. Sus trabajos como “Estados de Conciencia” (1995) se basan por lo general en texturas sonoras adecuadas, al menos eso sugiere, a ejercicios de hiperventilación, ensueños dirigidos y meditaciones. Esta obra está inspirada en los textos de Carlos Castaneda.
Otras obras de similar temática son; “La Memoria del Agua”, “Climas”, “Meditaciones”, “Gestalt” , “Mantras”, “Respiración”, ” Tao” , “Zen” y “Cantos de Inocencia”. Parte de su discografía está editada por el sello Holandés Oreade Music. Uno de sus últimos trabajos es “Shaman, Power of Sound”.
Mariano Pini tiene algunas obras editadas en la cual se destaca “Reiki”, una obra con un logrado clima Ambient editada por Ediciones Porteñas (1995). Otras obras del autor son “Alas y Arcos” y “Renacimiento”.
Daniel Fumega es un clásico de éstas pampas, sobre todo de la música para meditación y yoga, su obra más conocida es “Aguas de Vida” . Otros trabajos son “Meditaciones 1 y 2 . Es un artista-ecologista que vive en las afueras de Buenos Aires y desde allí compone, graba, y edita su discografía a través de Amatista ediciones.
Alejandro Fatur es un músico que vive en una pequeña ciudad de montaña en el sur argentino. Su instrumento de cabecera es la flauta y sus trabajos tienen sonoridades de la música tradicional de la cordillera de los Andes. Sus obras más relevantes son “Música de Bariloche ” y “Brote del Alma”.
Se puede visitar su sitio con muestras de audio y una completa información de su trayectoria en http://bariloche.org/mu-fat.html
Joakin Bello es un compositor y multi-instrumentista chileno que valía la pena mencionar por su extensa trayectoria. El sello Total Music edita su discografía completa en la que se destaca “Detrás del Arcoiris” “Nocturnes” y “De los Himalayas a los Andes”.
Su sitio es http://puppis.ls.eso.org/staff/felipe/HTML/joakin-bello.html
Aunque estemos alejados del estilo de los autores mencionados, Lito Vitale y quien escribe esta nota, Bruno Sanfilippo, nos guste o no, estamos en las bateas de las disquerías dónde el rótulo dice “New Age”.
Lito Vitale tiene una larga trayectoria con más de 30 discos editados en forma independiente por Ciclo 3. Su obra reciente “Desde casa” lo presentó en un concierto a sala llena en Diciembre de 1998 en Buenos Aires. Lito Vitale realizó conciertos en varias ciudades Argentinas, en las cuales varias veces tuve el honor de compartir escenario. De alguna forma estuvo siempre involucrado en trabajos con artistas de la música popular Argentina. En éstos momentos está trabajando en un disco de canciones patrias con la colaboración de varios cantantes de nuestro país.
Su sitio es muy completo; http://www.litovitale.com.ar
Di mí sólo diré que mis trabajos “Hijos de la Luz ” (1992), “El Nuevo Reino” (1995) y “Solemnis” (1997) tienen una marcada influencia de la “Música Clásica” y cierto tinte del Rock Sinfónico. La discografía está editada por ahora en Argentina por la productora independiente ad21. He dejado hace un tiempo las giras de conciertos para dedicarme de lleno a componer en estudio, estimando para mediados de 1999 el lanzamiento de mi cuarto trabajo, aún sin título. Del mismo modo que Lito Vitale, cuento con un estudio propio “Osiris Studio” en donde paso gran parte de mi tiempo junto a mi técnico.
Mi sitio en la web cuenta con muestras de audio, fotos de conciertos, links recomendados e información; http://www.bruno-sanfilippo.com
Poco podría hablar del futuro de las nuevas músicas en Argentina. Aquí sucede con frecuencia que cada autor lleva a cabo proyectos individuales sin contactos con sus colegas. Somos pocos y no hay compañías discográficas ni medios específicos que nos unan, ya que, para ellos ,éste mercado no es muy grande. De todos modos creo que estamos en un momento en el que ,en forma independiente, asoman cada vez más nuevas figuras y proyectos “under” o fuera del circuito comercial – tradicional y es muy interesante últimamente que el público sorprenda con su concurrencia. Al menos ésto sucede en Buenos Aires y en las grandes capitales de los países de “América Latina” que todavía la vanguardia en el arte y la tecnología se concentra solo allí y no en el interior. Tal vez “Internet” haga su aporte hacia una mayor integración en éstas tierras y en el mundo.
Un ejemplo puede ser éste sitio http://www.geocities.com/Broadway/2474/index.html que agrupa a músicos Andinos, el cual, sin duda, recomiendo a los lectores de “La Factoría del Ritmo”.
Reportaje por: Bruno Sanfilippo.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 8 (sección: Internacional).
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