Actuación en la sala Rockstar Live, una de las tres realizadas en España por la banda para presentar su tercer álbum.
El domingo 14 de noviembre y la sala Rockstar Live de Barakaldo fueron los elegidos para materializar la primera de las tres fechas que Alter Bridge disponían para presentar en nuestro país su tercer trabajo, “AB III”, dentro de la gira que les está haciendo recorrer gran parte de la geografía europea.
El Dorado ejercieron como digno grupo telonero. Con la puntualidad habitual, lo que se agradece, El Dorado nos presentaron durante 40 minutos buena parte de los temas que conforman su segundo disco, “Dorado” o “Golden” como han titulado la versión inglesa del mismo álbum, al igual que hicieran Barón Rojo años atrás con su “Volumen Brutal”.
El Dorado era un grupo totalmente desconocido para mí hasta que rebusqué en su myspace y pude descubrir que aparte de tener ya dos álbumes y recibir numerosas buena críticas, han sido galardonados como mejor Vox populi álbum de hard rock por los “U.S. based Independent Music Awards Program”. Se dice de ellos que practican new vintage rock y la verdad es que es una definición acertada; cuatro grandes instrumentistas tocando rock clásico influenciado por grupos de los 70. Rescataron “Helter Skelter” de The Beatles y “I Don’t Need No Doctor” de The Who para enganchar a los asistentes y dejarnos con ganas de volver a saber de ellos.
Pero el grupo al que todos íbamos a ver, se plantó sobre el escenario de la sala Rockstar a las 9 en punto de la noche. 100 minutos, 20 canciones, y se hizo corto. La verdad que así a ojo no pude calcular cuanta gente asistió al concierto, digamos que la sala estuvo medio llena, sin agobios, pero lo que si hay que reconocer es que los que fueron estuvieron totalmente entregados y corearon todos los temas, hasta los del último “AB III” que obviamente era el que llevaba menos tiempo circulando.
Con el escenario a oscuras, comenzó a sonar la intro de “Slip To The Void” y la figura de Miles Kennedy se acercó, PRS en ristre, al centro del escenario para comenzar a susurrar las primeras frases del tema y progresivamente ponernos los pelos de punta hasta que los otros tres componentes se unieron y comenzaron a desatar el sonidazo del que Alter Bridge alardean.
Podríamos resumir la actuación de Miles Kennedy con la frase que le regaló uno de los asistentes en uno de los respiros de la versión acústica de “Watch Over You”: ¡Eres Dios, colega! El pobre Miles no se enteró de nada pero sonrió motivado por las carcajadas del resto del público. Si alguien pensababa que Kennedy era el chico que se unió al proyecto paralelo de los componentes de Creed que vaya borrando esa idea de la cabeza porque después de tres discos con Alter Bridge, la gira con Slash con motivo del último disco en solitario del ex G’N’R y actuaciones como la de anoche, ha dejado claro que no solo es uno de los mejores vocalistas de la actualidad sino también uno de los mejores frontman del rock: imagen, actitud, cercanía, aptitudes vocales y tocando la guitarra con mucha clase.
Aunque el guitar hero sigue siendo Mark Tremonti. A mí me sigue pareciendo un tio recién salido de un partido de futbol americano o de la típica comedia americana a lo “Van Wilder” pero cuando se posiciona en el escenario con su arsenal de PRS, cabezales Mesa Boogie, Bogner, combos Fender y múltiples cacharros más y te estampa un muro de guitarras en la cara no puedo hacer más que rendirme a él. Pero ojo porque la colaboración de Brian Marshall y Scott Phillips también es imprescindible para conformar la calidad del sonido de Alter Bridge en directo.
En cuanto al set list pudimos disfrutar del listado básico de su gira europea en la versión que incluye Coeur D’Alene, uno de los mejores temas de su último disco y uno de los que más disfuté. Gracias a la duración del show, extenso repaso a “Blackbird” y “AB III” así como a los sencillos más reconocibles de su primer disco “One Day Remains”, siendo todos los temas impecables en cuanto a sonido y ejecución.
Cerrando este 2010 hemos disfrutado uno de los mejores conciertos del año gracias a Alter Bridge, uno de los grupos con más proyección en los años venideros y con uno de los frontman más auténticos del panorama rock actual.
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