Este es uno de esos discos que nunca esperas que llegue.
Porque lo que Alcatraz han conseguido con “Ni Dieu Ni Matre…” es, se mire por donde se mire, una obra capital dentro del Emo Punk europeo y mundial. Su estilo se ha dirigido hacia regiones mucho menos amables y más desquiciadas, atrapando la vena francesa más histérica y administrando sabiamente esos momentos de tranquilidad tan particulares del quinteto que en ocasiones rozan el Jazz. Intensos y desgarradoramente emotivos, ingenieros de un código característico que ha evolucionado de aventuras pasadas (Peu Être la más recomendable) hacia una forma de expresión totalmente propia, Alcatraz son una de las mejores y más honestas bandas que la escena HC europea puede ofrecer hoy día, pues musicalmente son inapelables y como letristas resultan arrebatadores.
No deja de resultar extraño que dentro de unas canciones tan brutales y viscerales se oculte tanta melancolía, pero es que en sus letras, voces y extraños acordes hay algo que conmueve, una aflicción casi insoportable. Concibo este disco como un todo que no se debe reducir a una suma de partes, por lo que creo absurdo resaltar una canción en concreto, aunque “Elton John” podría llevarse el gato al agua por ser la más demoledora, musical y líricamente hablando.
Completan los trece temas nuevos con otros doce pertenecientes a su discografía previa (su Ep en Le Brun Le Roux, el 7″ compartido con Tempo Zero y seis cortes extraídos de varias recopilaciones) y los envuelven en un genial libreto de sesenta páginas repleto de ensayos, escritos, ilustraciones, letras en cuatro idiomas y una actitud que me hace amar a este grupo por razones que van más allá de su música: por su humanidad, honestidad y humildad, por un espíritu revolucionario que todos deberíamos poseer, por una tolerancia que nos haría mejores a todos. Sí, esto es mucho más que un disco, es un manifiesto para una vida mejor. Sencillamente imprescindible.
Comentario: Jorge X
(Fecha del artículo: 15/3/2001)
Be the first to comment