Un nuevo _junito ha llegado al mundo. Hemos ido a conocerlo en persona.
_juno es una mesa con solo dos patas: Martí Perarnau IV de Mucho y la polifacética Zahara. Acaban de traer al mundo su nueva criatura _BCN747, una nueva experiencia musical y sonora. Estuvimos hablando con ambos sobre este reciente lanzamiento.
¿Como está _juno y si tenemos _juno para mucho rato?
Marti: Pues parafraseando lo que dice la letra de “Cuando llegué yo ya estaba ahí”, hemos muerto figuradamente en este disco y ahora mismo estamos en un limbo en el que siempre son las 7.47 de la mañana y estamos en una rave. Así que estamos bien. Si bajamos al mundo real, tras salir el primer single y cuando salimos a cenar para celebrarlo, Zahara me preguntó que cuando sacamos el tercer disco de _juno. Así que digo yo que estamos bien
La historia empieza como un experimento. Pero el experimento ya no es tal, sino que con este segundo disco, ya se convierte en proyecto…
Zahara: Pues sí. La cosa casi nació de casualidad, intentando hacer canciones para mi proyecto, pero vimos que lo que estaba saliendo tenía una identidad propia, que no cuadraba con nada de lo de Zahara en solitario ni con nada de Mucho. Así que nada, de ahí surgió. Era una manera de salir de mi mundo y en el que todo es para mí. Una vez que decidimos dar vida a _juno, soñamos con darle continuidad. Es cierto que hay que compaginarlo con mi carrera en solitario, pero bueno, buscamos huecos y compaginamos. Los dos creemos en él. Es una zona diferente de creación artística, de aprendizaje. Es como un patio de recreo, donde salimos a jugar.
Martí: Es nuestro reducto de paz. Sabemos que ahí dentro podemos hacer canciones sin que nadie venga a molestarnos.
¿Que encontráis en _juno que no encontráis en vuestras carreras por separado?
Martí: Es eso que comentábamos de nuestro reducto de paz, nuestra cabaña en la copa del árbol. Lo que sí hemos visto es que necesitamos que las canciones surjan cuando estamos presentes los dos en la misma habitación, escribiendo la letra y componiendo la música.
Zahara: También aquí, por ejemplo, Martí puede cantar, algo que en su otro proyecto no puede hacer. Al adentrarse en la electrónica instrumental en el otro grupo, aquí tiene esa otra vía de expresarse. Para mí es una relajación que Martí pueda acompañarme en las voces, no ser la única protagonista ante el micro.
Como _juno, diosa romana de la maternidad, dais a luz a vuestro segundo vástago en poco más de dos años. Algo que parece muy productivo pero que, según la nota de prensa, ha surgido de una manera muy espontánea o natural: que si sentados al sofá, al piano, experimentado con la velocidad de los discos…
Zahara: En la parte de las letras teníamos decidido hablar sobre los viajes que hicimos. En el disco de debut hablamos sobre la habitación donde fue concebido, pero en este queríamos salir al mundo.
Martí: Sin embargo, la parte musical ha sido más ordenada. Teníamos un calendario de sesiones de grabación. Cada día hacíamos una canción hasta el embrión de ésta. Lo que ha sido espontaneo ha sido la forma de nacer esas canciones, como si estuviéramos en los años 60. Con un móvil haciendo las veces de dictáfono, para que no se perdieran las ideas.
¿Es un trabajo para escuchar, para bailar, para cantar o para todo a la vez? Hay temas más pausados (como el que abre el disco) y otros más movidos (como el segundo), u otros que evocan a intros como la de Strangers Things (el octavo), ¿otros como que tienen toques de desafine o distorsión?
Martí: Nuestra idea era que se escuchara el disco entero, al estilo música progresiva conceptual tipo Pink Floyd. De ahí que solo sacáramos un single de adelanto apenas dos días antes del lanzamiento del disco. Hay canciones bailables, pues están inspiradas en raves de techno, de música electrónica de baile. Otras canciones, sin embargo, son más pausadas y evocan pasajes de una casa misteriosa tipo David Lynch.
Zahara: Los discos los planteamos como viajes sonoros que inspiren experiencias en quienes los escuche. Por eso creemos que escucharlo mientras despega y vuela un avión puede ser una buena idea. Es un disco sosegado, que puede llevarte a leer las letras, mirar las fotos, ahondar sobre él y (por qué no) hacerte las mismas preguntas que nosotros nos hacemos en el disco.
También tiene que ser un disco muy íntimo, aunque en el momento en el que se hace público, deja de ser tener ese carácter introspectivo. Contiene muchas preguntas sin respuestas: ¿dónde guardo los recuerdos no vividos? ¿quién es mi último dueño hoy?
Zahara: son precisamente esas preguntas las que conectan con la parte más filosófica del disco. Viajando y descubriendo los lugares que incluimos en el disco nos surgían estas preguntas, que no resolvemos en la mayoría de los casos, ya que formamos arte de aquello que nos inquieta y no nos gusta. En todo el disco hay una contemplación de los lugares que visitamos, los prejuicios con los que venimos y como todo esto choca con la realidad.
Hay un tema dedica a Dixon, el alias de Steffen Berkhahn…
Martí: Ha sido una figura muy importante para nosotros en estos años. Lo hemos visto dos o tres veces en sesiones muy inspiradoras. En una de ellas pinchaba durante 12 horas, aunque nosotros no estuvimos todas. Fue una experiencia musical increíble, con un viaje musical espectacular. Es un artista que lleva pinchando techno desde hace muchos años. Y eso que nació en Berlin este. Esa imagen que evoca el disco, en el que los personajes mueren a las 7.47, es durante una sesión de Steffen Berkhahn. Ha sido nuestro gurú, nuestro faro en el mundo de la electrónica.
Zahara: Muchas veces en el mundo de la música pensamos que solo podemos conseguir esas experiencias transportadoras con instrumentos y ver que una persona es capaz de manejar la música desde otro lugar nos produjo una sensación increíble. Es un improvisados increíble, capaz de mezclar tres canciones a la vez sin que tú las reconozcas.
Habéis mezclado el disco vosotros mismos. ¿Qué le aporta este hecho respecto a haber dejado esta tarea a alguien ajeno?
Martí: Ha sido un descubrimiento y un reto, pues no lo habíamos hecho nunca. Ya que todo el disco era una especie de “egotrip”, en el que todo el rato son fotos de nosotros mismos hechas por nosotros mismos. Era independencia real.
Zahara: La manera de componer que tenemos lleva una alta componente de producción, pues decisiones que tomamos van directas a la mezcla relativas a planos de elementos, recortes de frecuencia, etc. La mezcla es un elemento de expresión más. Siempre hemos trabajado con ingenieros de sonido mucho mejores que nosotros, pero hay veces que nos ha costado llegar con ellos al mismo lugar de emoción. Ahora hemos estudiado y trabajado para que, aunque no sea la mejor mezcla, sí sea la mezcla que mejor expresa lo que queremos contar. Ha sido un aprendizaje precioso, en el que hemos contado con el asesoramiento de Ángel Medina, nuestro masterizador.
Es curiosa la iniciativa de permitir escuchar el disco antes de que usuario se lo pueda comprar. ¿Como ha sido la acogida de esta iniciativa? ¿Cuántos discos habéis comprado en vuestra vida y, si hubierais podido, lo hubierais devuelto?
Marti: Ahora tiro de plataformas digitales, pero cuando compraba discos con asiduidad, muchos de ellos los pillaba por la portada. Me dejaba llevar por esa primera impresión. Y todos los que compré por esa portada, nunca tuve que devolver ninguno. Alguno estuve a punto, como uno de Creed, pero todos me gustaban. De todos ellos podía sacar algo bueno.
Zahara: Cuando vivía en Granada, compraba mucho CD para el viaje de 5h que me esperaba. Muchas veces era jugar al 3×2. Y sí, estaba por ejemplo Standstill, que sí intuía que me podía gustar, pero luego había verdaderos saltos al vacío. Pero los gozaba mucho, sobre todo por la limitación en la escucha. Y respecto a la experiencia con los seguidores fue superchula. Nos reunimos unos 80 en Madrid (no podíamos estar en dos sitios a la vez). Fue una apuesta por la tienda física y todos los que vinieron, vinieron a escuchar. Todos sentadicos, en silencio durante la hora que duró el evento (pues contábamos cosas de cada canción). No sacaron ni él móvil, y eso que muchos eran jóvenes.
¿Qué ventajas tiene ser solo dos en el grupo? ¿Todo se comparte 50%?
Martí: Todo compartido al 50% y no se hace nada si el otro no quiere. Yo que he estado en muchos grupos, es el mejor formato que puede existir.
¿Qué ventajas tiene ser uno su propia discográfica?
Martí: Pues podemos decidir todo, sin necesidad de depender de otras personas.
Zahara: Hasta el punto de poder sacar un disco sin haber sacado adelantos previos. Tomamos decisiones arriesgadas, con pequeños gestos para los fans, le ponemos mucho cariño al formato físico. Y eso lo podemos hacer si tenemos nuestra discográfica. Y ahora con la oficina de la que disponemos pues mucho mejor.
Tenéis ya pergeñadas las primeras fechas para la presentación del trabajo. Empezáis por el paraninfo de la Universidad de Alicante. Hace años a la Universidad se la consideraba un bastión de la libertad de expresión y de la tolerancia. Sin embargo, ahora ya no sé si queda un lugar así en el mundo, lejos de ese anticapitalismo y antiimperialismo del que habláis en vuestras canciones…
Martí: En la vida real los encontramos en los clubs de techno, que son sitios de libertad y respeto, donde nadie te juzga.
Zahara: Y muchas veces los que nos gustan están en otros países y eso lo dificulta. No obstante, llama la atención que, para acceder a estos reductos de libertad, tengas que pagar. Pasado esto, luego la gente es una fuera del club y otra dentro. A pesar de que en las redes sociales se vende mucho el ser como tú quieras y este tipo de historias, quieren que no pensemos, que no molestemos, que no nos quejemos, que no protestemos. Otro sitio donde me siento libre es en mis conciertos. Es un pequeño privilegio que tengo, pues canto mis canciones con quien más me apetece hacerlo y la gente encima viene a verte.
Dado que el disco invita a escucharse en un ambiente reservado e íntimo, ¿habéis preparado algo especial para esta gira (escenografía, iluminación)?
Martí: Todo esto del limbo y, junto con “Somos Luz” (un saludo para Ezequiel), estamos preparando el show en directo. Llevamos con esto más de un año (incluso antes de componer algunas de las canciones). Y estamos deseando que la gente se sumerja en esta atmósfera especial que vamos a crear. Y esto solo puede ocurrir en sitios concretos. No va a haber nada pregrabado, todo va a ser en directo. E incluso puede que cosas de la iluminación las maneje durante el concierto la propia Zahara. Va a ser un reto.
Desde vuestro punto de vista: ¿qué os está dando la música? ¿y qué le estáis aportando vosotros a ella?
Marti: Yo a la música le he dado la vida entera. Y a mí la música también me da la vida. Le dedico todas las horas de mi vida. He dejado todo a un lado por la música
Zahara: Me salvó la vida de niña y desde entonces es mi refugio. Es un espacio seguro. Y yo a la música le he dado mi cerebro, mi vida. Y no espero nada a cambio.
La Factoría del Ritmo quiere agradecer al grupo y Sara Moreno (de Background Noise) las facilidades dadas para poder realizar esta entrevista.
Videos de las canciones: “_Por algo será” y “_BCN747”:
Más información:
Web oficial de _juno: https://soyjuno.com/
Twitter oficial de _juno: https://twitter.com/soy_juno
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).
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