Doce relatos entorno a figura de Federico García Lorca, que sirven para llegar al corazón del lector y hacerle reflexionar sober la crueldad de la que es capaz el ser humano. También una invitación a disfrutar de la obra de este poeta inolvidable.
Carlos Hernández Sánchez (1972) es un dibujante de cómic granadino. Colabora con el diario IDEAL (que se vende en Granada, Almería y Jaén) desde el año 1994 y ha participado en varios volúmenes colectivos: “Dos Veces Breve”, “Lagartija Nick” (un álbum con tiras inspiradas en sus canciones o “Los Fantasmas del Teatro Calderón de la Barca de Motril”. También ha colaborado con publicaciones como El Batracio Amarillo o publicado alguna recopilación de sus tiras (“Chucky, The Greatest Jits”).
El Torres es un editor y guionista, que ha colaborado en gran cantidad de publicaciones. También ha estado al frente de varias aventuras editoriales: Megamultimedia, Sulado Ediciones o Malaka Studio. En su curriculum cuenta con catorce álbumes en los que ha estado involucrado, con títulos como “Bribones”, “Vórtice” o “The Suicide Forest”.
El reparto de papeles en este nuevo libro es cuando menos peculiar. A Carlos Hernández se le atribuye “guión y dibujos”, mientras que el papel de El Torres se describe así “limpia, brilla y da esplendor”.
El libro, como es evidente por el título y portada, gira entorno a la figura de Federico García Lorca, uno de los poetas europeos más importantes del siglo XX. Pero no se trata de una biografía necha cómic, propuesta que podría haberse orientado a un público juvenil, o bien haberse convertido en competidora de otras muchas biografías existentes y que el autor ha reconocido abiertamente difícil de igual o superar (recomienda especialmente las obras del investigador Ian Gibson).
En su lugar se trata de una colección de 12 estampas, en las que Federico García Lorca no siempre está presente, aunque siempre se trate de la referencia protagonista… Una familia que huye de Granada poco después del asesinato del poeta, una conversación en un bar con veteranos despotricando o Dalí siendo entrevistado sobre la importancia del escritor. En algunas ocasiones sí que aparece retratado y en papel protagonista: enfermo en un hotel de La Habana o llevando una representación teatral a un pequeño pueblo.
En definitiva, se trata de una acercamiento emotivo y reflexivo, que da distintos puntos de vista sobre su figura y su trascendencia, con un evidente punto de amargura.
Se trata de una obra bonita en su forma, emocionante en su desarrollo e interesante en su fondo. Los dibujos llenos de claroscuros, que prescinden del color (salvo el marrón acompañando al negro y al blanco) y resultan muy expresivos. El guión bien llevado y con gancho para el lector.
En definitiva, un bonito homenaje, que innova en el tipo de acercamiento a la figura de Lorca. Gustará a quienes ya conocer su vida y obra de sobra y al resto les servirá de invitación a descubrirla. A todos les llevará reflexionar sobre los brutales desatinos de los que somos capaces los seres humanos.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Publicaciones).
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