Rubén Pozo: Me siento afortunado de que mi trabajo sea mi hobby

En una mañana lluviosa y complicada para moverse por Madrid, quedamos con Rubén Pozo, un joven (pero curtido en mil batallas) ilusionista de las siete notas, para que nos hablara de su segundo trabajo en solitario “En marcha”, tras deshacer ya hace unos años uno del grupos de mayor repercusión rockera de la escena española de finales de la década anterior: Pereza.

Enhorabuena por tu nuevo disco “En marcha”. ¿Qué vamos a encontrar en este nuevo trabajo? ¿Cómo ha sido su gestación?

Bueno, son doce canciones nuevas, continuistas con mi estilo, mi forma de componer y de cantar. Es un paso adelante más en composición e interpretación.

¿Qué queda del Rubén Pozo de “Buenas noches Rose”, en este disco?

Sigo siendo el mismo loco por la música que en aquella época, afortunado de que mi hobby sea mi trabajo y viceversa.

Tus canciones son siempre íntimas, frescas y con mucha personalidad, “Me quieres destrozar” es tu primer single. ¿Cómo surge ese proceso creativo, para ti?

Mi proceso creativo consta de un boli, un cuaderno y una guitarra. No hay más secretos en la receta. No cometo ninguna excentricidad para llamar a la inspiración.

En tu anterior disco, te encargaste tú mismo de la producción, junto a Juan de Dios Martín. ¿Por qué, es esta ocasión, no has participado tú en ella? Teniendo en cuenta que produces para otros artistas… (este disco lo produce Nigel Walker)

Quería centrarme en todo lo demás. Por eso busqué a alguien como Nigel, con el que ya había trabajado y del cual admiro toda la atmosfera que crea alrededor cuando gesta un disco. Como me conoce, él se ha encargado de meterme en cintura cuando grabo y de poner un poco de cordura en el proceso. El anterior disco era más urgente y espontáneo, mientras que este tiene más cuidado el proceso creativo. Y por ello he echado mano de Nigel.

¿Cómo disfrutas más, como cantante, productor o compositor?

Se disfruta en todos los aspectos, pero el momento de subirte al escenario para recibir el regalito final que significa ponerte a interpretar todo lo que has estado trabajando para un disco, es muy reconfortante. Hasta entonces ha sido un proceso más solitario e introspectivo y ese instante de abrir puertas es muy gratificante.

Entre tus influencias musicales están Bowie, Lou Reed, Stones, Beatles, Extremoduro, Barricada, Rosendo, entre otros. ¿Qué hay de ellos, en las doce canciones de “En marcha”?

Hay pedacitos de todos ellos y muchos más. Podría seguir diciéndote nombres y estar aquí toda la mañana. Cualquier cosa que escuchas y te gusta, no tiene porque ser al momento sino incluso un tiempo más tarde, puede verse reflejado en un tema que compongas. Todo lo que te guste, suma.

Tienes muchos conciertos por delante, para este año. Has tocado en plaza de toros y en locales más pequeños, en los que el contacto con el público es más cercano. ¿Dónde encontramos al Rubén Pozo más auténtico?

A quien le gusta tocar, lo único que necesita es un público enfrente con ganas de vivir la experiencia. Me gusta cualquier escenario. Es la guinda a este pastel.

Aunque no naciste en Madrid, cuesta imagina alguien más madrileño que tú. En algunas de tus canciones, uno cree que está paseando por sus calles. Curiosamente, pasa lo mismo con otro artista al que por cierto, conoces bien, Joaquín Sabina, con el que has colaborado en alguna ocasión. También has colaborado con otros artistas como Ivan Ferreiro o Efecto Mariposa. ¿Próximamente tiene algún proyecto de colaboración, pendiente?

Ahora mismo estoy centrado en el disco, pero he estado colaborando hasta ayer mismo. En este disco no hay colaboraciones externas y tampoco tengo nada pensado.

Desde tu época en Pereza, tienes un vínculo importante con Argentina. ¿Cómo surge ese amor?

Desde hace muchos años, he acudido allí. De hecho, es el único sitio fuera de España donde he tocado. En la gira anterior, para acabarla, se me ocurrió volver por allí. Contacté con gente de prensa que me ayudó a difundir el tema, me hice acompañar por el grupo “Siete Abriles” que me hicieron de banda soporte y, sin tener ni siquiera el disco editado por aquellas tierras, quedé encantado con la experiencia. Estuve un mes allí y, evidentemente, he pensado en volver. Es un buen sitio para tener una banda, canciones e ir a tocarlas. Es un país con una riqueza musical muy amplia.

Han pasado tres años desde que publicaste tu primer disco en solitario, “Lo que más”. ¿Tendremos que esperar otros tres años más, para un nuevo trabajo?

Espero que no. Para este trabajo tenía más canciones que nunca, incluso para un disco doble largo. Creo que dos años son un tiempo más que suficiente para que la gente tenga de nuevo ganas de volver a escucharte, se agota el tiempo del anterior disco, hay que ir a muchos sitios a tocar. Ese es el plazo ideal, pero no es algo que dependa de uno. A veces, tengo reuniones con gente y a mí lo que me apetecería sería sacar la guitarra y ponerme allí mismo a tocar pero no me dejan…

Es inevitable preguntarte por Pereza, y por el fin de ese periodo de descanso. ¿Próximamente podremos disfrutar de Rubén Pozo y Leiva, juntos?

No lo sé, la amistad está intacta, las risas están ahí y el cualquier momento puede volver a surgir otra vez la chispa. Ahí sigue en pie el tema de “Hot legs”, aunque hace tiempo que no nos juntamos. Nos servía como excusa para juntarnos, tocar canciones de los 60 y 70 sin ensayar, bebernos unas cervezas y pasárnoslo bien.

Detrás de esas gafas negras, ese pantalón de pitillo y esa chupa de cuero, hay un rockero de pro. ¿Cómo ves a ese rockero dentro de diez años?

Diez años más viejo, conservándome lo mejor posible. Intentaré seguir tocando (no creo que produciendo, pues no es lo mío y, si lo he hecho, ha sido como un favor).

“En marcha” además de dar título al disco, es una de las canciones incluidas en él. ¿Cuál de las doces canciones del disco, es tu favorita?

Me gustan todas, pero estoy dándole más a “Tonto de tanto Rock&Roll”, me gusta el single “En Marcha”, la versión de David Bowie, etc. Todas son hijas mías y las quiero por igual.

De todas las canciones que has compuesto en tu carrera, ¿De cuál de ellas te sientes más orgulloso?

Me gustan canciones de la época de Pereza como “Margot”, “Madrid”, “Chavalita” (que la vamos a tocar en esta gira). Es decir, hay canciones que se hacen viejas antes y otras tienen mejor envejecer. Pero como te decía, todas mis hijas son muy guapas (risas…).

¿Bowie o Lou Reed?

Pues depende de la época. Unas veces uno y otras el otro. Hay veces que escuchas un disco que tienes súper oído y captas algo nuevo que hace que aun te guste más. Ahí es donde ves por qué son los grandes. Ahora me ha dado el venazo Bowie pero Loo Reed me encanta. No era un gran músico o cantante pero hacía canciones muy grandes, con solo dos o tres acordes. Tienen sus limitaciones pero escriben canciones insuperables. Los 70 se los inventó Lou Reed. Todo este proceso creativo tan elaborado que tenían sus canciones lo intento reflejar en mi día a día. Soy capaz de estar meses o años para componer una canción y luego ser más indulgente a la hora de grabarla. Por eso tuve que llamar a Nigel. Y me pasa cuando escucho música de grupos que están empezando: gente que suena muy bien pero les falta creatividad y grupos que graban todos a la vez pero tienen muy buenos temas.

Para terminar, dentro de tu faceta de artista, ¿Qué te gustaría hacer, que no hayas hecho?

Algún día, cuando esté más arrugado, lo mismo hago hasta un libro de memorias. Pero vamos, más porque me gusta leer que porque sepa escribir. No creo que toque palos como el cine pues soy muy mal actor (risas…).

La Factoría del Ritmo quiere dar las gracias a Rubén Pozo y a Gema Molero por las facilidades dadas para poder llevar a cabo esta entrevista.

Videoclip del tema “Invierno”:

Enlaces de interés:

Web oficial de Rubén Pozo