Alberto Arteta Group: Al cien por cien

Alberto Arteta es un saxofonista navarro, que estudió en el Conservatorio Profesional de Música Pablo Sarasate en Pamplona (hoy en día llamado el Conservatorio Superior de Música de Navarra), donde obtuvo el premio al mejor estudiante de su promoción, y en el Conservatorio de Ámsterdam, doy recibió clases de figuras internacionales como Dave Douglas, Gerald Clayton o Don Mendoza.

Actualmente desarrolla una carrera profesional donde combina sus propios proyectos como líder, con la participación en los liderados por otros músicos y con la docencia en el Conservatorio Superior de Música de Navarra.

Con Alberto Arteta Group ha publicado dos álbumes. El primero de ellos se llamó “Bat” y fue lanzado en el año 2014 con Moskito Records. El segundo,”The Legacy”, se lanzó a principios de verano con el sello Errabal Jazz. En él ofrece 10 cortes, 9 de los cuales son composiciones propias, donde demuestra un gran talento compositivo y una excelente solvencia como solista.

Con motivo del lanzamiento de este segundo trabajo, hemos entrevistado al músico:

La primera parte de tus estudios musicales los hiciste en el Conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona y después fuiste a estudiar a Amsterdan. ¿Cómo valoras los estudios recibidos en el Conservatorio Pablo Sarasate? ¿Tiene las formación de ese centro un nivel equiparable al de otros centro equivalente de Europa?

La verdad es que tengo un recuerdo muy bueno de mi etapa en el conservatorio de Pamplona, conocí a muchos músicos, y con muchos de ellos sigo teniendo mucha relación personal y musical, tuve muy buenos profesores y la verdad que el ambiente que viví allí me aportó muchísimo. Si tiene un nivel equiparable al de otros centros europeos? Personalmente creo que sí. Conozco también el Conservatorio de Amsterdam, un referente a nivel europeo en lo que estudios jazzísticos se refiere, y la conclusión que saqué es que lo más importante para aprender y evolucionar musicalmente está dentro de cada persona, el conservatorio es solo una excusa. En Pamplona había músicos buenísimos, buenos, y no tan buenos, y en Amsterdam ocurría lo mismo, pero puede que en mayor medida, ya que el centro era mayor.

¿Joshua Redman y Mark Turner hubiesen sido lo que actualmente son si no hubieran estudiado en Berkley? Estoy convencido de que sí.

Después estudiante en el Conservatorio de Ámsterdam, donde recibiste clases de músicos muy afamados internacionalmente. ¿Qué te llevó a trasladarte hasta allí para continuar tus estudios?

Quería conocer una ciudad distinta, conocer y compartir mi música con otras personas, en definitiva, seguir empujando del carro y continuar aprendiendo. Amsterdam es una ciudad muy apropiada para estudiar, llueve la gran parte del año con lo cual no hay mucho que hacer salvo encerrarte en un aula con tu saxo y con un piano, y disfrutar.

¿Habría sido posible que hubieras recibido una formación equivalente a la de esta segunda etapa acudiendo a Conservatorios de Navarra o el País Vasco? ¿Tal vez trasladándote a Madrid o Barcelona?

Creo sinceramente que la formación que se da tanto en Musikene, en el Conservatorio Superior de Navarra, en el Liceo, en la Esmuc o en cualquier conservatorio europeo es bastante semejante. Lo importante es el ambiente de estudio y tener un buen profesor de instrumento, lo cual un conservatorio de renombre no siempre te aporta.

A parte de cursos estudios en Amsterdam, ¿pudiste tomar el pulso musical a la ciudad? ¿Qué te pareció?

Como capital europea que es, el ambiente musical de la ciudad es impresionante. Conciertos casi a diario, jamm sessions, muchos buenos músicos y otros tantos no tan buenos intentado hacerse un sitio entre la multitud. Personalmente me fue bien, en el tiempo que estuve tuve conciertos con bastante asiduidad y con muchos músicos, pero como ocurre en las grandes ciudades (y actualmente en las pequeñas también) las condiciones ofrecidas por los bares/promotores de conciertos son lamentables. Escuché conciertos de músicos de primer nivel, en los cuales se tocaban tres pases (casi 4 horas de duración) y en los que cada músico cobraba 30 euros. Es de locos.

Con tu regreso a Navarra, además de crear tu propio combo, comenzaste a dar clases en el Conservatorio Superior de Navarra. ¿Qué tal la experiencia docente?

Muy positiva. Se aprende mucho dando clases, y las clases son a alumn@s de gran nivel y con ganas de aprender, así que es muy gratificante.

Personalmente me sirve para afianzar conceptos que me hubiera gustado estudiar en mi etapa de estudiante y que no pude, así que me ayuda también a mejorar como músico.

El grupo que creaste fue Alberto Arteta Group, claramente un combo para apoyar tus composiciones y tus ideas musicales. ¿Qué músicos te acompañan en esta banda? ¿Han ido cambiando desde que la iniciaste hasta la actualidad?

El quinteto lo componen Luis Gimenez a la guitarra, Juanma Urriza a la batería, Satxa Soriazu al piano, Kike Arza al contrabajo y yo mismo al saxo. En el primer disco (“BAT”, Moskito Records, 2014) la formación era la misma, exceptuando que el guitarrista era Jorge abadías. Jorge se fue a vivir a Barcelona y la logística resultaba imposible, es por eso que tenemos la suerte de contar con Luis, un magnífico guitarrista nacido en Zaragoza pero residente aquí en Navarra.

Vuestro primer disco como Alberto Arteta Group, se publicó en 2014, de la mano de Moskito Records y sobre él declaraste que habías buscado un equilibrio entre interés para los músicos y escucha agradable para el público en general… ¿Qué tal acogida tuvo aquel álbum? ¿Cómo lo vea ahora tras un par de años?

Como siempre que se publica algo, esperas que tenga una cierta repercusión, y ciertamente el primer álbum la tuvo. Con él echamos a rodar, hicimos bastantes conciertos a lo largo del año y nos sirvió también para tocar la música que luego aparecería en el siguiente disco. Ahora lo escucho y veo que hay cosas que hoy día no haría, cuestiones estilísticas sobre todo, supongo que es natural, ya que cada disco pertenece a una época muy concreta de tu evolución como músico, y cuando esa etapa pasa, ya parece obsoleta.

No he tenido oportunidad de escuchar el primer disco, “BAT”, pero he leído que era un disco muy tranquilo. Este nuevo, “The Legacy”, es variado, con temas energéticos y otros calmados. ¿Has tenido un planteamiento distinto para este nuevo álbum?

Realmente en ambos discos hay bastante variedad, hay temas lentos, médiums y temas más enérgicos, con lo cual el planteamiento en ese aspecto es similar. Si tuviera que mencionar un cambio diría que ha habido una evolución a nivel compositivo, ya que en este segundo disco hay mucha música escrita, cada tema es una historia con una exposición, desarrollo y final, con diferentes melodías y ambientes dentro de una misma canción.

Musicalmente el quinteto también ha tenido una evolución, con los conciertos cada miembro de la banda madura e interioriza cuál es su papel en cada momento, siempre pensando en la música. A ese nivel también ha habido un gran salto en este segundo disco, y eso hace que la música suene más fresca y viva.

Todas los temas son composiciones tuyas salvo el estándar “My romance”. ¿En qué te inspiras para tus composiciones? ¿Tienes momentos mágicos en los que te surgen las ideas?

A la hora de componer suelo partir de una idea, un groove, una frase o incluso un intervalo, y de ahí tiro del hilo para crear toda una canción. Esa es mi manera de componer, la que a mí me funciona, supongo que cada maestrillo tendrá su librillo…

Entre los profesores que tuviste en Amsterdam está Dave Douglas, que tiene una discografía diversa, con momentos experimentales, como cuando ha incorporado a su banda a un DJ. ¿Estás abierto en el futuro a ese tipo de experimentaciones? ¿O crees que con el jazz ya hay suficiente campo de experimentación y no hace falta incorporarles elementos de otras músicas?

Necesitaría decenas de vidas para abarcar todo lo que la palabra “jazz” significa, pero no estoy cerrado a nada en absoluto. Intento huir de las etiquetas, muchas veces ni siquiera sé cómo etiquetar la música que hago. Si la música me atrae y me aporta algo, me subo al tren, así de simple.

En estos años desde tu regreso, también has colaborado en bandas y discos de otros artistas… Me gustaría que nos hablases de esas colaboraciones…

Si, por suerte toco en bastantes bandas, con muchos músicos y en bandas de estilos diferentes. Es gratificante y me ha ayudado (y sigue ayudando) a evolucionar como músico. Es una manera de compartir mi música con diferentes personas, y de hacer que la rueda siga girando. Actualmente toco en varios proyectos con los que acabamos de sacar un nuevo disco este año (Ulrich Calvo Quartet, Anaut, Marcelo Scrich Trío, Jorge Garrido Trío, por ejemplo) y otros muchos con los que solemos tocar asiduamente.

Muchos artistas de jazz tienen “trabajos alimenticios” y tocan en discos y giras de artista pop o de otros géneros. ¿Estarías dispuesto a aceptar en algún momento ese tipo de trabajos? ¿Tendrías algún límite o los aceptarías como quien acepta una oferta de un empleo cualquiera que no le gusta para pasar un mal bache?

Por suerte, el trabajo en el Conservatorio me permite el lujo de no tener que decir que sí a todo, así que de darse el caso, barajaría varias cosas y tomaría una decisión sin depender de lo meramente económico. Muchos compañeros hacen este tipo de trabajos, lo vivo a diario, pero por ahora yo vivo al margen de esto, centrado en tocar solo la música que yo quiero.

¿Tenéis próximos conciertos? ¿Vais a poder participar en los importantes festivales de jazz que se organizan en Euskadi?

Hemos tenido varios conciertos en verano con el quinteto Bilbao, Burgos, Alsasua, Puente la Reina, Huesca, Soria….

Personalmente estoy bastante decepcionado porque no hemos podido presentar el disco en nuestra ciudad, Pamplona, ni en los grandes festivales de Euskadi (Getxo, Heineken Jazzaldia, Gasteiz…).

¿Tienes algún próximo proyecto musical que puedas compartir con nosotros?

Ahora mismo estoy escribiendo música para un cuarteto con el que en enero echaremos a rodar, compuesto por músicos residentes en distintas zonas del país, pero de esto hablaremos más adelante…. 😉

Y para terminar… Vivir de la música en toda España es muy difícil y esto tiene mucho que ver con una falta de cultura musical del público en general. En otros países, como Austria, la música es algo que gusta y que practica la mayoría de la población, sin aspiraciones profesionales, sólo por que les hace más felices y porque aprenden a apreciarla desde niños. Por tu doble condición de músico y profesor. ¿Qué crees que tendría que cambiar en nuestra educación para que la música tuviese un mayor aprecio por parte de las nuevas generaciones?

Es una mera cuestión cultural, cuando tocamos en Francia, o en el país vasco francés, el público está atento, siempre respetando al músico, y eso ayuda a que el feedback sea mayor, y como resultado, la música mejore. Aquí es diferente, no hay cultura de escuchar conciertos, ni de respetar al músico. Es algo a lo que no se le da la importancia que debería en la infancia.

Actualmente para seguir viviendo de esto tienes que evadirte de eso, y simplemente seguir tocando la música que te gusta, siempre lo mejor que puedas, sea el contexto que sea. Si en cada concierto hay sólo una persona que escucha atenta, tocaré al 100% de mis capacidades para ella, y puede así que esa persona se convierta en el próximo concierto en dos, después en tres, cuatro…

Interpretación en directo del tema “Gregor Samba”:

Enlaces de interés:

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