Festivos y reivindicativos. Todos unos clásicos de nuestro rock que en su más reciente trabajo ofrecen una selección de sus temas más conocidos junto a la Orquesta del Principado de Asturias.
Formados en Valladolid a mediados de los años 80, Celtas Cortos nacieron de manera espontánea y con unos parámetros musicales muy alejados de lo que las modas dictaban en España en aquellos años.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, consiguieron conquistar al público con su rock desinhibido de raíz celta y desde principios de los años 90 se convirtieron en una banda muy popular, que consiguió unas grandes ventas de discos y un gran éxito en directo. Canciones de aquella época, como “Haz turismo”, “Cuéntame un cuento”, “Traquilo majete”, “Madera de colleja” o “El emigrante”, son aún recordados por tipo de público.
Con el final de la década de los 90, el gran éxito les fue dando la espalda, pero la banda se ha mantenido en activo de forma interrumpida, con algunos cambios en la formación, incluso con una etapa en la que estuvo fuera su famoso cantante Jesús Cifuentes, pero siempre con unas actuaciones que siguen atrayendo a cantidades notables de público.
Durante la década del año 2000 publicaron 3 albúmenes, frente a los 7 de la década anterior, y en la actual de momento han publicado dos albúmenes en estudio, más un directo de reciente lanzamiento, “In Crescendo”, en el que repasan parte de su repertorio en compañía de la Orquesta Sinfónica de Asturias.
Con motivo del lanzamiento de este trabajo tan especial, realizado a finales del pasado año 2016 de la mano del sello The Music Company, hemos entrevistado a Jesús Cifuentes:
Hace unos años hablé con una persona que había trabajado en discográficas como A&R, recuerdo que me dijo que ellos saben muy bien lo que va a funcionar en ventas y lo que no. Aunque a veces se llevaban sorpresas, como Celtas Cortos, que nadie habría apostado por ellos y si ficharon por un sello, fue porque contra todo pronóstico, habían conseguido un montón de seguidores y un público que acudía entusiasta a sus conciertos aunque fuera inexplicable que lo lograran haciendo música instrumental. ¿Cómo recordáis aquellos primeros tiempos en los que hacíais música instrumental y cada vez gustaba a más gente?
Celtas Cortos empezó haciendo música instrumental fundamentalmente. Veníamos de unos orígenes muy pegados a la música tradicional, pero combinábamos también una actitud rockera, influencias jazzisticias y sobre todo, porque en aquellos tiempos gastábamos 18 19 años, teníamos una actitud muy punky en los conciertos, que desde luego enormemente divertidos. Con los temas instrumentales, la actitud punky y los discursos que nos gastábamos, hacía que fuera una especia de performance “pre-monologuista” y eso fue poco a poco arrastrando a más y más y más gente y lo que te digo, aunque era meramente instrumental, tenía un transfondo mucho más potente.
Cuando publicasteis “Gente impresentable”, empezasteis a introducir en elemento vocal y además mezclasteis vuestro estilo de base con otras tendencias. Algo que coincidió en el tiempo con bandas como Mano Negra o Negu Gorriak. ¿El camino del mestizaje lo iniciasteis de forma espontánea u os influyó alguna banda como las que cito, u otras, que os mostraron todo un universo inagotable a explorar?
Cuando hicimos el primer trabajo de “Gente Impresentable” ya incorporando textos, desde luego aquello fue una necesidad básica… Yo creo que partiendo del bagaje anteriormente mencionado, como músicos instrumentales, pues sí teníamos la necesidad de incorporar historias, de incorporar como sentíamos la sociedad en la que vivíamos y como la traducíamos pasando por nuestras emociones.
Coincidíamos en el tiempo con bandas como Negu o La Mano Negra, el rock radical vasco tuvo bastante peso en nuestra trayectoria y bueno, yo creo que fuimos de la mano de toda esta gente, de los primeros grupos que empezamos a experimentar este mestizaje que luego se convirtió en una explosión tan potente, y que ha tenido una trayectoria a lo largo del tiempo realmente fuerte.
¿En aquellos años pensabais que Celtas Cortos se convertiría en una banda profesional y tan longeva como ha llegado a ser?
Nunca nos imaginamos que la cosa fuera a tener una trascendencia y una longevidad tan grande.
Por suerte así ha sido, porque como nos gusta decir, nosotros nos hemos convertidos en unos grandes corredores de fondo.
Pero sobre los primeros años de gestación de cualquier banda, hay una inversión tremenda en ilusión, yo creo que cualquiera que inicia un grupo para sus miembros se convierte en el centro del universo. Por suerte, para nosotros pues el poder pegar el salto con nuestras primeras grabaciones fue tremendamente crucial, porque llevábamos ya 3 o 4 peleando sin ver que aquello tuviera un salto o una cercanía a lo, entre comillas, profesional, pero por suerte así fue y todos apostamos a una por hacer de eso un futuro.
Durante todos estos años han pasado una gran cantidad de músicos por el grupo. ¿La relación de amistad entre los músicos de los primeros años se ha ido trasladando a los nuevos o esos primeros tiempos son irrepetibles?
Por el grupo a lo largo de nuestra historia hemos desfilado un montón de personas, desde luego el momento inicial y mágico en el que comenzamos los 8 primeros pues sin duda fue el despegue, el inicio, un inicio muy cargado de ilusión, de una apuesta en común de todos nuestros esfuerzos.
Y a medida que ha ido pasando el tiempo, uno de los combustibles principales para que este barco camine, es que haya una buena relación de amistad y sobre todo de comunicación y de respeto. O sea que yo creo que esa es una de las bases, la buena convivencia lo que ha permitido una longevidad hasta la fecha de 30 años a este grupo.
Para el gran público el nombre de Celtas Cortós está indisolublemente unido a la voz e imagen de Jesús Cifuentes. Aunque hay un par de grabaciones en las que no participaste. Por una parte “El alquimista loco” de 1998, que se puede considerar un proyecto paralelo al grupo, y “C´est La Vie” de 2003, con Antuán Muñoz como cantante. ¿Las canciones de aquellos discos han formado en algún momento parte del repertorio habitual de vuestros conciertos? ¿Las sentís tan vuestras como otras muchas canciones que están repartidas por los discos aunque no sean las más populares de la banda?
Creo que y por suerte que el cancionero de Celtas Cortos, que ha día de hoy en muy extenso, con presencia de Cifuentes o no.
En esos discos en los que yo no estuve, ha creado también una huella, ha habido giras en las que se han interpretado canciones de esas etapas, pero bueno, siempre cada vez que iniciamos una nueva gira le intentamos dar la vuelta, meter todas las bolas de nuestras canciones en el bombo y pegarles un refresque, para que la gente que se asome a nuestros conciertos, pues perciba cosas diferentes.
Todo lo que está hecho a lo largo de nuestra historia, pues forma parte de la misma, y hay que tratarla, sin duda, con el mismo respeto.
Previo a la grabación de “In Crescendo” ya habías ofrecido actuaciones compartidas con orquestas. ¿Cómo surgió el abordar vuestro repertorio con ese formato?
Es cierto que previo a “In Crescendo”, ya habíamos tenido alguna experiencia con alguna banda sinfónica, pero bueno, fueron experimentos más que experiencias, fueron colaboraciones que se hicieron en momentos puntuales en tres o cuatro canciones y fue en nuestro disco anterior, en “Contratiempos”, donde sí que decidimos desarrollar esta propuesta y lo que ha sido el principio del ovillo para abundar en ese formato, o sea que ha sido para nosotros un gran descubrimiento y una gran aventura.
En esos conciertos previos… ¿Cuánto tiempo dedicabais a preparar el repertorio con la orquesta?
En los conciertos previos a “In Crescendo”, como he dicho antes, en realidad eran experimentos.
Normalmente las bandas habían preparado una serie de arreglos y como he dicho, que no pasaban de ser 4 temas, con lo cual íbamos directamente al bolo e igual le dábamos una vuelta una hora antes. Pero realmente era una situación quizás de más riesgo, la gente ya venía con sus partituras ensayadas y lo que usábamos era en el momento de la prueba, como 4 cuartos de hora o una hora, para acoplar la banda con el grupo y ya, pues a tirarse al barro.
Y en el caso de la preparación de “In Crescendo”, en el que sabíais que se iba a registrar y para el que ibais a contar con la Orquesta Sinfónica Principado de Asturias. ¿Hubo unos preparativos especiales? ¿Cuánto tiempo dedicasteis a prepara la grabación?
Cuando la cosa se ha transformado en algo ya serio y el concierto con la banda o con la orquesta ya es cien por cien del repertorio, desde luego la inversión en tiempo de los ensayos previos es harina de otro costal. Porque se van dos miembros del grupo por delante un día o dos antes, y ensayan con la banda o con la orquesta, llevan todo grabado por pista y sí se hacen horas de ensayos previos, luego el día de autos luego ya vamos todo el grupo y el repertorio se hace de arriba abajo.
O sea que sí, que los conciertos sinfónicos desde luego tienen una exigencia en su preparación muy superior a lo que es un concierto en eléctrico estándar.
¿Cómo fue la relación con el director de la orquesta Oliver Díaz? ¿Conocía previamente vuestra música?
La relación realmente ha sido muy estrecha y emocionalmente muy intensa.
Oliver por suerte para nosotros, como director de orquesta ha tenido un bagaje previo curioso. Porque él ha tenido experiencias con grupos de rock y no es una persona que se haya ceñido únicamente al mundo sinfónico clásico.
Entonces, teniendo en cuenta ese bagaje y ese espectro tan amplio, ha tenido para nosotros una misión de facilitarlo y una visión de conjunto que ha sabido congeniar muy bien la parte clásica con la parte de banda de rock. Así que él ha sido un poco la llave que ha abierto esta puerta.
¿Por qué os decantasteis para grabar el álbum precisamente por la Orquesta Sinfónica Principado de Asturias?
Porque cuando les trasladamos la propuesta fueron todo brazos abiertos y facilidades.
He de decidir que previamente habíamos tocado con la sinfónica de Castilla y león, pero aunque el concierto que dimos aquí en Valladolid fue también memorable, no hubo tantas facilidades para llevar adelante la grabación. Y sin embargo en la del Principado de Asturias, a nivel administrativo no hubo absolutamente ningún problema sino todo lo contrario, todo era facilitar…
Y también resulta que hay unos antecedentes que previos con el público asturiano de lazos muy estrechos. Yo mismo estuve viviendo en Asturias una parte de mi infancia y mantengo una relación continua con ese territorio y bueno, también está el hecho de nuestra influencia celta, pues allí tiene un recorrido más amplio. Entonces pues todo fue miel sobre hojuelas, la bondad de la orquesta, la bondad de los gestores y encontrarnos con un territorio para nosotros realmente muy amable.
El disco se ha publicado con el sello The Music Company, recién nacido, aunque por lo que sabemos vinculado a Rock Estatal Records. Y se ha hecho una edición preciosa. ¿Por qué elegisteis este sello? ¿Os está dando una pequeña compañía como esta lo que echabais de menos en grandes sellos?
Desde luego para nosotros ha sido todo un lujo iniciar esta andadura de la mano de Music Company.
Ya el disco anterior, “Contratiempos”, tenía una iniciativa independiente. Nosotros hemos estado muchos años en una multinacional y creo que dentro del mercado de la industria a esos niveles, se ha perdido mucho el norte de la realidad y es desde pequeñas compañías, desde sellos independientes y desde el esfuerzo común de unos y de otros, cuando realmente se desarrolla un proyecto con cariño.
No hay más que ver la edición de este trabajo, ha habido mucho esfuerzo, mucho amor invertido en sacarlo adelante y bueno, pues para nosotros es realmente una casa muy confortable que habitar.
¿Seguís ofreciendo espectáculos con orquesta sinfónica?
Sí, obviamente después de haber sacado este trabajo, “In Crescendo”, está dentro de nuestro objetivos seguir desarrollando ese tipo de espectáculo, porque la gente que ha tenido ocasión de asomarse a verlo pues se lleva una visión absolutamente diferente del grupo de lo que está acostumbrado en su formato eléctrico. El espectro sonoro, el rango es muchísimo más amplio, la actitud que hay en un auditorio para escuchar es absolutamente distinta y la experiencia, dicha por la gente que ha ido a verlo, emocionalmente es superlativa.
O sea que sí, sí nos gustaría continuar desarrollando esta versión del espectáculo.
¿Para cuando un nuevo álbum con nuevas canciones?
Espero que si los hados y las musas nos son favorables pues que a lo largo de este año 2017 lo podamos llevarlo a cabo, ese es desde luego uno de los objetivos principales para nosotros.
¿Os gustaría añadir algo más para nuestros lectores?
Bueno, pues nada, solamente saludar a todos los lectores , a los que ya nos conocen pues ya saben un poco cual es nuestra trayectoria y a los que no nos conocen, pues animarles a que conozcan nuestro repertorio, porque desde luego muchas veces la gente quizás más joven, o que ha conocido solamente los singles de las canciones más conocidas de nuestra historia, pues que profundicen porque hay mucho más recorrido en nuestra historia y que a veces no ha tenido la suerte de ver la luz en primer plano, pero que investiguen un poco, porque el recorrido es muy amplio y en un repertorio que tiene aún mucho que decir. Y nada que gracias a todos, salud.
Teaser de “In Crescendo”:
Enlaces de interés:
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Entrevistas).
Be the first to comment