Un single suele servir para hacernos un poco a la idea de cómo sonará el disco al cual precede.
Pues bien, si la estimación que tenía al grupo era alta, después de oír el compacto entero uno no puede por menos que quitarse el sombrero ante la valentía de los canarios a la hora de mezclar estilos y jugar un poco con todo.
Por los 13 temas del compacto uno se topa con todo tipo de estilos y aires: Babilonia y sus toques ragga, Something Special y ese principio que podría haber firmado Asfalto, aunque luego deriven hacia ritmos más indies, los cuales me recuerdan a los viejos tiempos de Hole, aunque no tan desgarrados (de eso hablaremos luego).
Vengo es el único tema prescindible del disco, una balada comercial para sonar en las radios comerciales. El aguacate, es un tema fresco con toques funk. Continúan con Ilegal, un tema muy rockero, con aires setenteros, pero que nos sorprende con un intermezzo con reminiscencias trip hop. Con Striptease respiran el mismo aire de rock americano, pero mucho más cercano a la psicodelia. En TV Rotos bajan el acelerador acercando el tema al ascua del pop, eso sí, con toques psicodelic-grunges. En Blue Train el ritmos vuelve a tempos un tantos lisérgicos hasta que al final pisan el distorsionador con ganas. En Día tras día parece que vuelve la alegría musical al cedé, aunque contrastada con una amarga letra. En Nails of my mind se gastan un contraste de guitarras propio de los grupos más grunges, arropados en partes por un cello, instrumento al que los finlandeses Apocallyptica parecen haber puesto de moda en el rock… ¡bienvenido sea!
Y seguimos con Entre tus pechos, donde estos chicos se desmelenan y se acercan al tecno-metal, sin alardes de maquinitas, pero con ganas de jugar con ritmos y distorsionadores de voz. Siguen con los ritmos medios, las reverberaciones altas y el wah psicodélicos de Wonder. Por último, una mini balada de menos un minuto… mejor, porque sigo sin aguantar estos ritmos tan melosos…
Como ves, a lo largo de los más de 45 minutos del compacto hay dónde elegir. No se puede decir lo mismo en cuanto a las letras, las cuales, pesa a ser interesantes e imaginativas, (y con más crítica de lo que pudiera parecer) en la fase final de la galleta pasan a referirse exclusivamente a la temática amorosa, si bien desde muy distintas ópticas.
Quizás el único punto donde este crítico con ganas de meter el dedo en la llaga puede encontrar un resquicio para sacar los trapos sucios es en el tema de la producción. Comprendo que ante tanta diversidad es difícil tirar hacia un punto definido y si bien Ojalá Muchá no es un grupo cañero en el sentido heavy del término, sí es cierto que en muchas ocasiones zumban el distorsionador de buena manera, y ahí es donde echo en falta más rabia en las guitarras.
Para terminar, insisto en la idea ya escrita en el comentario del single: Un grupo al que podría aplicarse el término comercial si este término pudiera redimirse de toda la basura que le han echado encima.
Por lo tanto, recomendado para gente con oídos abiertos, capaz por igual de disfrutar con la psicodelia, el grunge, los Rolling Stones ó Rage Against The Machine. En definitiva, para lo que debiera ser el prototipo del oyente del siglo que entra.
Más información:
Ojalá Muchá: “Vengo”
Entrevista a Ojalá Muchá
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OjalaMucha-Babilonia.mp3
Extracto del tema “Babilonia” del disco “Ojalámuchá” de Ojalá Muchá
22 KHz. Sonido estéreo.
Formato MP3. 37 segundos aproximadamente. 295 Kbytes
Por cortesía de Ojalámuchá.
Comentario: Félix Vera
(Fecha del artículo: 23/05/2001)
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