El grupo sevilla Falso Cabaret acaba de lanzar su primer álbum.
FALSO CABARET ya tienen listo su álbum de debut, Para Muchas Amigas Mías, la incontenible e incontestable opera prima de un trío de “outsiders” que a base de coraje e instinto han confeccionado una obra intensa, oscura y polifacética, llena de excelentes y vibrantes canciones, que debería catapultarlos hacia un estatus prominente en la escena del rock independiente nacional.
FALSO CABARET son viejos desconocidos de la escena sevillana, habiendo militado en grupos como La Morgue, Amphetamine Discharge, Lemon Fly o El Cazador de Elefantes Invisibles. Contemporáneos de figuras como Antonio Luque (Sr Chinarro) o Miguel Rivera (Maga), la suerte siempre ha sido esquiva con ellos, siempre en lugar y el momento equivocados. Sus miembros son Juamba D’estroso (voz, guitarra, teclado, y otros); Alberto Calixto (batería); y Von Stardust (bajo).
Las canciones del disco ya están disponibles en descarga libre para todo el público en formato digital. Además podrás disfrutar de las remezclas de “Lápices de Colores” y “I’m divine”, realizadas por Paco Loco y masterizadas por José M. Rosillo.
La edición física del disco estará disponible a partir del 7 octubre de este 2011.
Presentación del disco, por Emilio R. Cascajosa:
Planteemos un hipotético what if? donde Nino Bravo habría sido un fan irreductible de Joy Division. Léase intensidad, tradición, tensión y romántica oscuridad. Entonces, con seguridad, podríamos acercarnos un tanto a la peculiar naturaleza de este trío sevillano.
Tocado por la gravedad del rock denso e incómodo de los ochenta, Falso Cabaret resuelve años de cambios y reestructuración formal con una propuesta que ya comienza a sentar unas bases evolucionando hasta una suerte de tormenta eléctrica donde las figuras de Jacques Brel y Kurt Weill bailan en beoda intensidad al ritmo de The Sounds.
Su rock en caída libre, musculoso, pringado por el glam, la new wave y el gótico sureño, podría encajar en cajones tan dispares que daría lo mismo archivarlo junto a los discos de Interpol, Devastations, Leonard Cohen, Woven Hand o Die Haut. Rituales de cortejo, fetichismo, hoteles vacíos, personajes atrincherados en su propia desazón, muchachas que imantan la locura, avaricia, nocturnidad y el peso del crossover chocando con la tensión pre milenio que nos ha tocado vivir.
A ratos excesivo, siempre catártico, Falso Cabaret debe su naturaleza a la melomanía galopante de sus tres miembros, a un torrente de voz endeudado con el circo megalómano de Tom Waits, a una granítica base rítmica y a una falta de escrúpulos para mostrar ese histrión tan perseguido por Bunbury, Javier Colis o el endiosado Nick Cave.
Falta carisma en el rock patrio, y puede que a estos tres tipos les sobre como para regalar.
Enlaces de interés:
