Pocas novedades en el nuevo disco de S.
Hombre, es posible que para esta grabación se hayan engarrulado un poco y que la voz de Juan recupere la energía de tiempo pasados – lo cual no deja de resultar positivo, ya que nunca ha sido demasiado bueno cuando había que encontrar en terrenos melódicos, escucha si no el principio de “Buenos Momentos” – pero por lo demás siguen en su línea, abundando en los medios tiempos y haciendo lo que casi todo el mundo espera de ellos.
El sonido obtenido en los estudios Katarain roza el sobresaliente y el grupo sabe aprovecharlo para ofrecer un trabajo que satisfará a los fans de toda la vida, pues cualidades y capacidad técnica no les falta, que supongo será lo que realmente les interesa. Y eso no es necesariamente malo, pero es que no hay duda de que S.A. son un grupo cuyas virtudes han quedado claramente demostradas en el pasado, y precisamente por eso se les puede pedir más. Creo que su postura acomodaticia les está enterrando en un agujero y que la tierra que les rodea no les permite ver todo lo que podrían hacer y no hacen, sin darse cuenta de que podrían bastante más lejos si rompieran el cercado que han construido a su alrededor. Claro que quizás estoy pidiendo demasiado y esto es lo máximo que el grupo nos puede ofrecer.
No me entendáis mal, el disco es francamente potente y no supone un bajón en el nivel de la banda, pero es que es como los cereales del desayuno: están buenos y tal, pero si no los cambias acabas harto de comer siempre lo mismo. Y a mí el trigo inflado de S.A. hace tiempo que no me sabe a nada.
Comentario: Jorge X
(Fecha del artículo: 15/3/2001)
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