Fiesta para celebrar los años de existencia de un mítico bar, que se convirtió durante años en punto de encuentro de amantes de la música y la cultura de la provincia de Málaga.
La fiesta dedicada al desaparecido bar histórico Al-Ándalus (1987-1996), citó a un nutrido número de público en la plaza ubicada tras la Casa de la Cultura, venidos no sólo de las poblaciones aledañas a la zona del Valle del Guadalhorce, sino del resto de la provincia y propia capital malacitana. Hubo exhibiciones de skate y graffitis, zona habilitada para mercadillo artesanal y alternativo, donde pudimos disfrutar de las últimas novedades del sello independiente y “under” Collector’s Series, además, de multitud de material raro y diverso, todo ello por cortesía de la distro. Aunque con cierto retraso, una vez subió la primera banda al escenario, en este caso la joven banda antequerana Steamroller Jack, que abrieron de manera bastante enérgica y con muy buen sonido. El resto de artistas que desfilaron, en similares circunstancias, cada cual en su onda. Comentar que Steamroller Jack presentaban CD álbum cañero, auto-editado y de título tan sugerente como “Beware Of Weirdos!” Donde aparece el pedazo de tema “Stranger” que también tiene versión video en el canal de Youtube. Su estilo está a medio camino entre el rock norteamericano, muy influido por bandas punks como Social Distortion y sonidos más “garage” e incluso afinidades al rollo “skate”, muy apropiado por las exhibiciones que tenían lugar al otro lado de la plaza. La siguiente banda es una reciente formación de metal con ex-miembros de un grupo muy conocido en la zona, Anübis. Con cantante femenina, Samarqanda tiene un sonido con ciertos toques progresivos y estupendas versiones de grupos internacionales como Evanescence. Tuvimos la suerte de presenciar y disfrutar con su debut, no hacía mucho, en el Junco Rock Café. Así, que pudimos comprobar cierta soltura a la hora de descargar nuevamente, esta vez en un escenario “open air”, dejando muy buen sabor de boca. A continuación, saldrían los “thrashers” Morralla, que para esta ocasión venían con guitarrista sustituto. Su estilo está más cerca de bandas como Soulfly o Sepultura y con varios trabajos buenísimos “rulando” por festivales e Internet, dieron cuenta de su experiencia y bastantes tablas en plazas como las que nos ocupaban, este año con un sabor muy “metalero”. Desafortunadamente su actuación fue un poco más corta a causa del oportuno chubasco. Devil’s Dandruff ofrecieron un conciertazo de hard rock, con los guiños setenteros, “sleazy” y al grupo de “culto” The Cult, a los que nos tienen acostumbrados. Gozaron de un excelente sonido, poniendo a bailar al respetable con temazos del corte de “Deserts In Bloom” o “Suicide Lifestyle”.
Puño Americano & His Puñettes, en su particular operación “renove” y con flamante disco “Helio Shake”, pusieron la guinda rockanrolera perfecta a la jornada. Siempre en constante evolución, brillaron en una noche y jornada atípica, que hizo bailar de forma desenfrenada a más de un presente. No es de extrañar que su gran actuación de rock & roll puro y duro, significara ser el cierre y broche perfecto del festival. Con un Juanillo Basura inconmensurable, brillante y aporreando la caja y el bombo con su permanente pose de pie, diamante en bruto y buena gente donde las haya. Festival repleto de paella, rock and roll, en sus diferentes estilos y todo regado por buena y fresca cervecita. Más no se podía pedir. Fue jornada de reflexión, ante las elecciones europeas que se avecinaban al día siguiente. Aunque soleado durante prácticamente todo el día, al correr cierta brisa, trajeron nubarrones grises que se tradujeron en tímidas precipitaciones, que no estropearon el evento. Pero pasaban a engrosar la posible lista de contrariedades, junto con la jornada de fútbol por la copa europea de clubes, que se disputaban los dos principales equipos de Madrid capital. A pesar de todo, la mayor parte de los presentes permanecieron hasta el final de las últimas actuaciones, salvo los muy “futboleros”, que huyeron, cual estampida, hacia bares y casas, como si de ello dependieran sus vidas.
Y al rato, como si se hubiera proclamado la III República, ocuparon calles y plazas con un ensordecedor ruido de bocinas y cánticos absurdos. Sinceramente, en los tiempos convulsos en los que vivimos o más bien padecemos, se puede llegar a entender en cierta medida, que sea para desahogo personal; inocuo, pero desahogo al fin y al cabo. Pero bien, que podrían emplear esa misma energía y catarsis colectiva en la cual se ven sumidos, en luchar contra el poder… En dos días se acababa la crisis, al menos por el entusiasmo y empeño que ponen en exhibir las formas de expresión más ancestrales, que se puedan llegar a imaginar y que emparentan sin duda, al Homo sapiens con el resto de los primates, supuestamente menos evolucionados. Y ahora, toca sufrir “el mundial”. Más de lo mismo… ¡Pan y circo! Los que apostamos por la cultura, contracultura y transgresión, seguiremos en la lucha ¡Larga vida a la Fiesta Al-Ándalus!
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Galería de Fotos).
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