La cantidad de guiris borrachos por metro cuadrado era brutal y a juzgar por el comportamiento tan efusivo del público todo se terciaba para que se liase gorda. Y así fue, en cuanto sonó el primer riff aquello se convirtió en un campo de batalla, cervezas volando por los aires, “Stage Diving"...
La firma Eastpack y Cap Cap Produccions organiza este Resistance Tour tomando de alguna forma el relevo del Warped Tour en la península ya que este circo itinerante del Punk Rock desgraciadamente no nos visita desde el 1998, año en que se celebró la última edición a la cual tuve la ocasión de asistir con Bad Religion, The Specials y Lag Wagon como principales estandartes.
La Razzmatazz 2 de Barcelona, acogió a los que con permiso quizás de Dropkick Murphys son los portadores por excelencia de la bandera de los que algunos han querido denominar “Celtic Punk”, Flogging Molly, acompañados de Street Dogs, Skindred y Time Again, aunque a estos dos últimos nos fue imposible ver debido a los problemas propios de las grandes ciudades, así que, cuando cruzamos las puertas de la Razzmatazz ya estaban descargando los chicos de Boston, Street Dogs. Banda que cuenta como principal reclamo la presencia de un clásico en la escena Punk de la ciudad de los Celtics, Mike Mc Colgan, voceras de la banda y ex–miembro de Dropkick Murphys (a los cual abandonó para volcarse en su otra gran pasión, ser bombero!!). Street Dogs practican valga la redundancia un Street Punk clásico, libre de las reminiscencias irlandesas de su anterior grupo, optando por un espíritu más Rock & Roll que resulta muy efectivo, buenos estribillos muy coreables (marca de la casa) y una gran interactuación con el público, lo que les hizo ganarse el cariño de todo el respetable.
El ambiente que se respiraba en los momentos previos a la salida de Flogging Molly estaba calentito… (la cantidad de guiris borrachos por metro cuadrado era considerable) y a juzgar por el comportamiento tan efusivo del público todo se terciaba para que se liase gorda. Y así fue, en cuanto sonó el riff que da entrada a “Paddy’s Lament” aquello se convirtió en un campo de batalla, cervezas volando por los aires, “Stage Diving”…etc. Dave King es el jefe indiscutible de la banda, aunque si de presencia y carisma escénico hablamos, Nathen Maxwell, su bajista no le va a la zaga, recorriendo el escenario de un lado a otro, bromeando con el grupo y cantando a grito pelado todos y cada unos de los temas, al contrario que la chica de la banda, la violinista (y esposa de Dave) Bridget Regan, a la cual, a pesar de la importancia que tiene en el grupo, la vi demasiado seria y hierática.
Flogging Molly sabe lo que la gente espera de sus directos, y no se dejaron ninguna bala en la recámara, “Swagger”, “Requiem For A Dying Song”, ”Salty Dog”, ”Rebels Of The Sacred Heart” y como no la archiconocida “Drunken Lullabies”, en la cual se echó en falta de forma significativa el banjo de Bob George, el cual tuvo que abandonar repentinamente la gira ya que su mujer estaba a punto de dar a luz. Entre medias de tanta adrenalina, los Molly tuvieron tiempo también para regalarnos dos emotivos pasajes acústicos (pena no haber podido asistir al unplugged que se marcaron en la Fnac horas antes del concierto), como son “Float” y sobre todo “If I Ever Leave This World Alive”, posiblemente mi canción preferida de toda su discografía, y a partir de ahí, la traca final con “What’s Left Of The Flag”, ”Black Friday Rule” y “Seven Deadly Sins”, con un gracioso guiño al Hard-Rock por parte del guitarrista Denis Casey tocando unos fragmentos del “Inmigrant Song” de Zeppelín, y “Highway To Hell”de AC/DC como queriéndole recordar a Dave sus años de Heavy Metal en los Fastways de Eddie Clarck (Motorhead), y arrancarle una sonora carcajada. The Dubliners y The Pogues tienen unos dignos herederos al otro lado del atlántico.
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