Y no lo tenía nada fácil después del monstruoso “The Downward Spiral”, el disco que se lo dio prácticamente todo dentro del mundo de la música (lo bueno y lo malo). Pero lo ha conseguido, ha cumplido y superado expectativas, ha demostrado por qué es quien es y está donde está y lo ha hecho con holgura, reinventándose a sí mismo sin perder la fuerte identidad que siempre ha acompañado a NIN (excepto, quizás, en “Broken”). Disco doble o dos discos en uno. “Left”, el primero, es una tremenda orgía de guitarras con espacio para la peculiaridad, la calma y la sensibilidad. Estribillos antológicos, canciones que se van a convertir en himnos para sus fans, instrumentales desgarradores (“The Frail”) u opresivos (“Pilgrimage”)… inmediato por encima de todo, a las tres escuchas conocerás de memoria su recorrido. El segundo, “Right”, requerirá más tiempo para que descubras su clave, centrada en investigar en los pasajes electrónicos. Sin llegar a la dificultad de “The Downward Spiral” pero buscando ir más allá, expone algunas de las facetas más introspectivas e inteligentes de NIN, en las que se apartan del monstruo del rock sin dejar de estrangular al sosiego. También hay aquí estribillos y contundencia, pues los dos discos forman un todo y ambos tienden puentes hacia el otro, como dos hermanos comparten características a pesar de ser totalmente distintos, aunque predomina un pálpito diferente. Pero, ¿cómo es que me refiero a NIN en plural si se supone que se trata de una sola persona? Pues porque en los créditos nos encontramos con todo el equipo habitual de Reznor (Clouser, Hillebrandt, Ogilvie…), a los que cabría añadir la colaboración puntual de gente como Steve Albini, William Rieflin, Dr. Dre (en las mezclas de “Even Deeper”) o Adrian Belew, cada u o de ellos aportando su granito de arena al resultado final. Y a pesar de todas estas colaboraciones creo que este disco pertenece por completo al propio Reznor, y posiblemente sea lo más Reznor que han hecho NIN, incluso lo más Reznor que ha hecho Reznor. Brillante.
Comentario por: Jorge X.
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