El habitual colaborador de La Factoría del Ritmo, visitó Santander los pasados días 21, 22 y 23 de Febrero para presentar sus libros más recientes. Tres jornadas plenas de actividades.
Jueves. Aterrizamos en Santander en un día claro. Calor. Sol y sólida ciudad con una arquitectura a modo de simbiosis entre el arte y un urbanismo en decadencia. El Cantábrico a mi derecha. Muy rápidos embarque y desembarque. Pequeña ciudad, gran corazón, luces, sombras y viento. Antes debate en “Els Matins”, de TV3. Votar, no votar, asistir o no asistir al Parlament.
Viaje en avión. Pequeño, menos de la mitad de uno de los que vuelas a Palma de Mallorca. Viajo leyendo a la fantasía y la ciencia ficción, del libro que me ocupa estos días. “Delirio” con cuentos y novelas, ilustraciones, poemas, artículos rescatados de siglos anteriores de un nivel literario difícil de conseguir hoy en día. “Delirio”, nº1, diciembre de 2007 -La Bilioteca del Laberinto, Madrid-. Traducciones de Francisco Orellano. Plumas como Howard P. Lovecraft, Willis George Emerson, Erle Cox, Antonio de Hoyos y Vinent, etc, etc.
Repaso calles y casas con sus edades en el casco urbano santanderino. Liga una perliroja con un chaval y dos tíos se comen sendos helados. Harry Potter es el sexto sentido de las librerías españolas este día 21 de febrero y el dólar de J.K. Rowling. La fiera de industria cultural europea que es culto de todas las edades y países.
Culto de limpieza en el hostal Cabo Verde, Calle Cádiz nº 1, 2º, enfrente de las estaciones de autocares y ferroviaria, a un escupitajo del mar, bueno, a varios. Para comer plato lugareño. Garbanzos con bacalao. Caldoso, riquísimo. Ayer el Barça volvió a jugar a fútbol a ratos. Tocó premio. 2-3, genial, el domingo arrasará, seguro. El AVE, monotema de la paella mediática, en una emisora de radio cántabra cuentan las medidas excepcionales de cara a la última escala del circo camino del 9-M. Medidas de excepción sin llegar al estado de sitio, pero con los sitios asediados. No sé ¿qué da más miedo?, ¿la seguridad? Un satélite descontrolado destruido por Estados Unidos es otra cobertura de la médula ósea de este fraticidio expansivo. Rusia y China dicen que no es nada más que una prueba usando nuevas armas. La conquista del espacio y sus míseras ratas bípedas.
En un ciber de africanos, cerca del espacio de bomberos de Santander, paralelo a la calle Burgos, trabajo un rato la noche de este jueves. Dos yonquis en un bar hacen amagos con la muerte sedándola mediante tabaco y alcohol. Antes, unas cuantas horas antes, al fin el amigo Florián. 4 años de mails, de trabajo en conjunto en la primera revista digital musical española -La Factoría del Ritmo- de la que es Redactor Jefe, ni una llamada telefónica y por fin nos conocemos físicamente.
Abrazos, charla, amistad y el plan y programa de actividades en esta minigira organizada en conjunto con él y todas las entidades y editoriales del cartel, más la estimable colaboración de Lenoir Ediciones, editorial y librería barcelonesa, con la que saco mi próximo ensayo sociomusical.
Por la tarde tocaba en TIPO. Conozco a su responsable. Pin, emblemático dinamizador cultural y musical, gaitero en grupo de folrock, responsable de dos tiendas musicales, organizador de bolos y viajes a festivales y aventajado alumno de la calle y del rap.
A eso de la madrugada esquivo a dos borrachos a la salida del túnel de baldosines blancos y pintura azul con dos carriles para vehículos y dos peatonales. Uno es de la tierra y el otro sudamericano. Apresuran el paso por las prisas de su destierro, que les hace más alcohólicos que borrachos eventuales. Cotas de felicidad e infelicidad en unas calles donde el sacramento diario de la depredación nos consume. “El Diario Montañés” a 1.10?, habla en una página de las actividades en la tienda TIPO y en la librería “LA LIBRE”. Lo compro para saber y conocer algo del periodismo cántabro. Anochezco en un mesón que cierra las puertas en breve. Unos bocatas y autopromesas de amor al día siguiente. Día de campaña electoral en España y algún secreta que me mira porque esto de ser artista o como haya que definirnos es sospechoso de sospecha.
Bruma. Frío y niebla el viernes. Visité un par de iglesias. Me encantan las iglesias, serían buenos espacios para conciertos. Buena acústica y con la música alcanzas cotas divinas, je,je. Consulté mi reloj con el del Consistorio y entré en un ciber latino repleto de asiáticos y gente del Este de Europa. Tiene hasta cortinas para reservar la intimidad de l@s cibernautas. Intimidad excesiva en la política gallega y en la sociedad civil. Un reto para galleg@s desenredar los nudos de la migraña carca que todavía tricotea en sus ropas sociopolíticas. Disipadas las dudas de la belicosidad turca en Iraq, ésta última patria fúnebre y del dolor del siglo XXI, buscando sus terroristas. Solbes y Pizarro entablan grotesca danza para una España en muletas cada vez que se recurre a la economía desde sus tarimas en las que nos cojean.
Sigue hoy el frío en Santander. Hemos hablado Florián, Pin y yo, de la promoción musical, una necesidad, pero que hoy en día podría saturarse, según creo, ya que hay unas tecnologías que amamantan estrategias menos naturales, como ya nos indicaba la gente de “SOUL DEALERS” en un tema de su “Primer Asalto” y como dice Acción Sánchez, de los SFDK en el nº 93 de Hiphop Nation, entrevistado por el amigo Dobleache:
“y con tantas opciones para promocionar y encontrar lo que quieras, se puede perder el espíritu y el amor por la música”.
Sigue el frío en Santander. En EEU Hillary y Obama recuerdan ese hielo mortecino que pesa en Cuba para sus hinchas electorales y la pobreza y la falta de ahorro como sonido más directo del directo consumista del día a día. Despiulfarros sin sentido y con el sentido común en el ojo del culo. Ya lo afirma el excelente y magistral periodista, poeta y escritor Manuel Alcántara: “También es necesario reservar algún dinero para encajar la morosidad”(“elcorreodigital”, 22-02-08).
Hora de comer. De nuevo en “El Mesón el Montañés”, recuerdo, nostalgia, narices rojas y buen ambiente. Plato de la zona. Alubias con chorizo. Vino tinto de la tierra, muy bueno. Me sirvo a discreción, me dejan la fuente por si quiero repetir. Sin perdón. Mesón en la zona alta por ser de montaña. Casa antiguas, rojas, naranjas, con sus buhardillas, muy parecidas a las que recuerdo de Valladolid y de Salamanca. Mientras engancho el 2º con más bacalao escucho la discusión sobre política española de hombres de la parroquia. Distinguen claramente la impostura. Para ellos el debate de hoy lunes es un fogueo. Vistosa, creo, la falla teutónica entre los políticos y el pueblo.
En el Feve por la tarde Florián y yo hablamos. Llegados a Mogro, un pueblo, nos graban al bajar del vagón y caminar por el andén. Son unas imágenes para el programa de la tele local en la que curra Nico. Haremos el resto, unos buenos 20 minutos, en un bar.
Nico es norteamericano, profesor de inglés, presentador de un programa cultural y musical. Un virtuoso. Profunda radiografía de mi obra. Muchas gracias. Con él y su cámara, un tío estupendo también, hablamos de la cuestión de las licencias de televisión. Su tele ha sido pisado por la comercialidad legal de La Sexta, y se pilla menos que antes. ¡Qué putada!.
Florián me ha grabado uno de los trabajos de la banda de Nico. Ya he escuchado cuatro temas mientras ayer domingo el Real Madrid se encontraba devuelto sin vuelta, je, je.
Es un sonido muy personal, con claras influencias y una respiración norteamericana agradable, y muy profesional. Baladas delicadas, texturas suaves, intrínsecas, panoramas y secuencias extrovertidas. Jazz, un funky moderado a la par que con un caudaloso sentido orientativo, genuino. Yo me atrevo a decir que me llegan sonidos de reminiscencias countrys y algunos alardes de hombresorquesta. Reggae clásico, vientos que amainan desde una fuerza centrifugada, ráfagas conceptuales rápidas, simbiosis en las letras, solventes guitarras a veces en extrañezas, láminas hpyys y de psicodelia, ahí te he pillado pillín, o ¿no? La rapidez del tercer tema se agradece. ¡Ah!, virtuosidad instrumental, violín, bajo, vientos, batería milimétrica, registros abundantes. Poética en un atisbo de rock sinfónico en el 5º tema de “Etnic climax Frenzy”, reverso y verso de la experiencia existencial a flor de pueblo, más ¿country?. Más bailongo el 6º, de corte latino, muy personalizado en la interpretación conceptual, acústica en la guitarra de modales hispanos en sobredosis flamenca. Bien por esa idea, 7º y 8º tema. Reggae muy, pero que muy Marley en el 9º, Old Scholol, diría yo, y cierre risible.
En “La Libre”, presento libros, ideas, en una charla y debate apasionante de unas dos horas. Día de aprovechar todo tiempo con Florián que me presenta a Encarni, su novia, que participa en “La Factoría del Ritmo”, movidas varias y en cierto cd que se me ha prohibido que nombre, je,je. La actividad concluye con buen compañerismo y un descubrimiento. Paco, que ronda una edad sabia y madura. Republicano a vueltas ahora con el anarquismo. Entrañable y comprensivo. La participación ha sido alta.
Por la calle la noche es una congregación de policía nacional asegurándose su seguridad, horas extras y extras varios, trompos de coches conducidos por imberbes de cara y cerebro. Mejor dormir. Paso por delante del quiosco que enfrenta las escaleras a una zona santanderina de casas viejas enfrente del Ayuntamiento. Me cuenta Florián la presión inmobiliaria a quiénes habitan aún esas casas. La construcción según abandonos y otras telas, el derrumbe con dos muertos muy reciente y es que en todas partes cuecen habas. Y éstas tí@ están en tu ciudad ¡espabila!
De refrigerio en “La libre” una jarra de agua del grifo del lavabo y una cervecilla en “La Ópera”. No está mal. Mañana veré el Cantábrico, debe ser hermoso, hoy toca una entrevista en una tele en una discoteca. Magistral Laura, prendida en la vida y en las necesidades para las criaturas jóvenes, un ejemplo de mujer comprometida.
Y luego una cena con Florian y Encarni, pero esa ya es otra historia mezclada con palabras, confidencias, amistad, tres doradas, vino blanco y cava catalán sin oposición pepera, je,je. La vidas da estas vitalidades. Los sueños son voluntad paciente.
Salud y poesía, salud y anarquía, hasta siempre, Santander, por si no nos vemos más, Julián Sánchez
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