Un libro en el que se analiza un movimiento diverso y espontáneo, que marcó a toda una generación de jóvenes y que influyó decisivamente en distintos ámbitos sociales, políticos y culturales de décadas posteriores.
Luis Ruiz Aja es el autor del libro “La Contracultura, ¿Qué Fue?, ¿Qué Queda?”. Su profesión es la de sociólogo, estando especializado en juventud y actualmente trabaja como técnico de juventud en el Ayuntamiento de Santander (en Cantabria, una región al norte de la península ibérica), donde se ha encargado, entre otras muchas cosas, de organizar las jornadas denominadas “La Noche es Joven”, en las que desde hace varios años se proponen actividades de ocio “sanas” (cursos de música, baile, pintura, etc).
Respecto a su libro, se trata de un estudio en formato de ensayo sobre la denominada “contracultura”. En realidad un fenómeno cultural y social que a finales de los años 60 se inició en los Estados Unidos y después se extendió por varios países europeos, con jóvenes de clase acomodada y de un buen nivel cultural manifestando su inconformismo con el sistema social imperante y proponiendo una nueva escala de valores y una forma de vivir muy distinta a la que las generaciones anteriores habían ansiado.
Este movimiento, conocido superficialmente como “hippy”, tuvo un inicio y también un final. Sin embargo su influencia, aunque sea desconocida para muchos, ha marcado de forma muy importante distintos aspectos de la sociedad actual, en facetas muchas veces contradictorias: los partidos “verdes” y alternativos de izquierda, el movimiento punk y hardcore posterior a la explosión del 77 o los referentes de liderazgo empresarial de los 80, yuppis incluidos, tienen conexiones evidentes con la “contracultura” y sus planteamientos.
En este libro se repasan los aspectos esenciales de esa corriente, desde un punto esencialmente social y filosófico, explicando en que consistió, las razones de su aparente fracaso y la forma en que contaminó el pensamiento posterior. Además, como complemento final, se incluyen entrevistas con algunos de los protagonistas de la “contracultura” en España: Fernando Sánchez Dragó, Luis Racionero o Antonio Escohotado entre otros.
• ¿Cuáles fueron tus motivaciones para escribir un libro la “Contracultura”? ¿Desde cuando te viene el interés por el tema?
Hombre, un momento importante fue cuando estudié Filosofía de COU que incluía el pensamiento de Marcuse, la Nueva Izquierda, los movimientos estudiantiles de los 60…De ahí que haya dedicado el libro a mi profesor de entonces, Fernando Llorente, por haberme introducido en estos temas. Por entonces empecé a aficionarme a grupos de música como los Doors (por entonces casi nadie de mi edad les conocía, porque aún no habían filmado la peli de Oliver Stone), John Mayall, los Kings, Who, Lennon, Beatles, Cat Stevens, Ten Years After etc. También empecé a contactar con cómics, films y ? sobretodo- literatura underground, algo que se intensificó a partir de entrar a la Universidad. De ahí que al acabar la carrera, decidiese dedicar mi tesina a la Contracultura (en realidad mi primera idea era hacer un estudio comparativo entre el movimiento hippie y la escuela filosófica de los cínicos, en la antigua Grecia, ya que éstos filósofos ? con el famoso Diógenes a la cabeza- eran los hippies de la antigua Atenas).
Finalmente opté por hacer un estudio más amplio sobre esos movimientos juveniles y su influencia en la actualidad, dedicando importancia al ideario contracultural que se alejaba de las ideologías tradicionales de izquierda y derecha, así como de cualquier autoritarismo o totalitarismo de ambos espectros ideológicos (algo con lo que también me identifico… de hecho si viviese en Alemania tendría claro a quién votar -los verdes- mientras aquí no me identifico claramente con ningún partido).
• En los inicios del libro dejas claro que la orientación del mismo es hacia la temática sociológica y política, dejando al margen los aspectos culturales… ¿Porqué tomaste esa decisión?
Bueno, debo matizarte que los aspectos culturales están muy presentes en el libro (la contracultura fue una revolución cultural). Aclaro a los lectores que tu pregunta se refiere a que no me centro en las manifestaciones más artísticas de la Contracultura como el rock, formas de arte, cómic y cine underground etc. Y, hombre, hay que partir de que las propuestas contraculturales tocaban todos los aspectos de la vida (hubo una filosofía contracultural, pero también una psiquiatría, urbanismo, arte, música, moda, estética, periodismo, formas de vida…). Por tanto, se hacía necesario acotar mi objeto de estudio y -sin dudarlo- opté por aquellos aspectos más olvidados: dado que la contracultura se ha convertido en una moda y la gente conoce sólo su parte más estética y superficial ( ropa, música, series de t.v. sobre los 60…), yo quise abordar otros aspectos más de contenido, que había detrás de dichos aspectos formales: los movimientos juveniles de protesta y todos sus aspectos novedosos que han heredado los Nuevos Movimientos Sociales; la crítica contracultural a nuestra sociedad del consumo; el ideario y propuestas contraculturales; los diversos sub-movimientos que incluía la Contracultura ( hippie, estudiantil, de apoyo a las minorías, pacifista, feminista, por los derechos civiles etc); los hechos principales ocurridos en aquellos años 60-70; en que consistió la psicodelia y el movimiento alternativo… y siempre analizando la influencia y herencia en la actualidad de aquellos jóvenes que creyeron posible crear un mundo mejor (“¿qué queda de todo aquello?”)
• Y la pregunta obvia es… ¿Habrá una segunda parte en la que te acerques a esos otros aspectos?
Te confieso que es una idea que últimamente me ronda, pero la haría en conjunción con otros autores, tocando diversos aspectos de la contracultura y analizando diversos países en los que explotaron estos movimientos juveniles (sería interesante comparar las experiencias de USA -mi libro se centra principalmente en ella- con Francia ( sobre ésta hay más bibliografía) pero también con otros menos estudiados, pero muy interesantes, como Holanda, Alemania, Inglaterra o Checoslovaquia; y sobre aspectos distintos del heterogéneo movimiento contracultural….
De todas formas mi próximo libro tengo idea de que esté relacionado con mi puesto de trabajo: gestión de políticas juveniles. Y otro proyecto literario aún más lejano que esos dos, sería escribir un libro sobre terapias energéticas: yoga tantra, yoga kundalini, reiki, sintonización arquetípica… Punset dice que la revolución del siglo XXI será la del cerebro humano. En la contracultura de los 60 se interesaron por despertar todo su potencial y descubrir la divinidad que llevamos dentro, pero alguno de los caminos que eligieron (las drogas sicodélicas) tiene sus riesgos; me gustaría investigar sobre otras alternativas de auto conocimiento mediante técnicas más “naturales”, como las que comento; que permiten obtener estados expandidos de consciencia y de creatividad tan profundos como los que buscaba el movimiento sicodélico, pero evitando riesgos.
• ¿Cuánto tiempo has empleado en escribir el libro?
La historia del libro es curiosa y algo “mágica”: empieza con la tesina final de carrera (estudié C.Políticas en Barcelona). En el 94 encontré una editorial alternativa que me la iba a publicar y a última hora se echó para atrás. Yo que tenía el ego subido de “veinteañero que publica un libro” me encontré jodido, pero seguí leyendo sobre el tema con la idea de retomar el proyecto “algún día”. La oportunidad surgió el año pasado cuando realice un Máster sobre Juventud por la UNED, en el que también tenía que realizar una tesina final. Aproveché para modificar, mejorar y ampliar la vieja tesina y el resultado lo mandé a varias editoriales, el pasado puente de diciembre y -ante mi grata sorpresa- el lunes ya tenía una oferta de contrato de Mandala Ediciones.
La enseñanza de todo esto es que la vida -afortunadamente- es más sabia que uno y al final fue una suerte el chasco de no haber publicado la primera tesina, porque estoy mucho más contento del resultado actual (por tanto, en la vida, hay que relativizar los -aparentes- éxitos o fracasos que nos surjan, porque a la larga pueden ser lo contrario).
• ¿Ha habido alguna dificultad especial a la hora de sacar adelante la obra? ¿Encontrar información y documentación fue complicado?
Pues no era tarea fácil, de hecho -como te digo- llevo 13 años en ello (todo este tiempo, desde la primera tesina, seguí recopilando y leyendo bibliografía). Tuve suerte -inicialmente, en la facultad- de contactar con gente como Pepe Ribas ( fundador de la revista Ajoblanco) o el intelectual Pániker ( director de la editorial Kairós), que me proporcionaron muchos libros contraculturales que se editaron en España en los inicios de la democracia o en USA durante los 60-70
• ¿Te fue sencillo contactar con las personas a las que entrevistas en la parte final del libro? ¿Cómo reaccionaron ante tu propuesta y tu proyecto?
Pues también surgió de manera fluída, mediante una serie de aparentes coincidencias: un amigo de la Facultad era hijo del primer director de Ajoblanco, por lo que me puso en contacto con Pepe Ribas. Antonio Escohotado fue profesor mío cuando empecé a estudiar Políticas por la UNED ( de hecho fue el único que tuvo cojones de saltarse la decisión del rector de no retrasarme los exámenes cuando estaba hospitalizado con neumonía, por lo que tuve que ir a Septiembre con todo el primer curso, excepto Filosofía, la asignatura de Escohotado). Años después – ya en la Facultad de Barcelona- fui a un curso de verano que él dirigía, le abordé, le recordé la historia y respondió encantado a mi entrevista para la tesina. El resto de intelectuales ex hippies que entrevisto en el libro, los contacté gracias a la editorial, o pidiendo el contacto de unos a otros de ellos. En general todos me atendieron muy amablemente, porque les interesó el proyecto y -seguramente también- por esa dosis de narcisismo habitual en los protagonistas de aquellos movimientos juveniles de los 60 (tenían una actitud del tipo: “si hay un apartado del libro que analiza el movimiento hippie en España, ahí tengo que estar yo”). Luego coincidí con la mayorías de ellos en el programa televisivo de Sanchez Dragó que dedicó a mi libro, y ahí pude comprobar nuevamente como, además de cierto narcisismo, estos antiguos jóvenes contraculturales también comparten unos mismos valores basados en la camaradería, cooperación, librepensamiento, generosidad y amabilidad; pese a sus actuales distintas posturas ideológicas o políticas (han ido evolucionando de formas distintas).
• En el libro se explica la influencia social posterior que tuvieron los ideales contraculturales y como “empaparon” a otras tendencias políticas y movimientos sociales… Sobre esto me gustarías preguntarte si además de lo que explicas en el libro crees que esos movimientos influyeron de alguna manera a movimientos como el punk (que si bien al principio fue de rechazo a justo lo anterior, movimiento hippie incluido, luego derivó hacia el “hazlo tu mismo” dejando en un segundo plano el “no future”) o el hardcore, o bien a otros movimientos juveniles…
La Contracultura de los 60-70 inicia un nuevo tipo de movimiento social, distinto a los ” viejos movimientos sociales” obreristas o liberal-burgueses del s.XIX y que ha influenciado a los posteriores ” Nuevos Movimientos Sociales” ( ecologismo, pacifismo, feminismo, oKupa, MOC, anti-globalización etc) en una serie de rasgos: el tipo de activista (ya no protestan violentamente las clases desposeídas, sino que lo hacen -pacíficamente- jóvenes de altos niveles educativos y clase media),las formas de protesta y de organizarse, las motivaciones – no de clase- por las que se protesta, las reivindicaciones posmaterialistas que introducen… todo esto lo desarrollo en el libro.
En cuanto al punk, resulta curioso que, como bien dices, nació como una subcultura que renegaba del florido y positivo hippismo, pero acabó desarrollando una cierta contracultura que recogía muchos aspectos de la del 60: ideología ácrata crítica con la sociedad de consumo, colectivos autogestionarios activamente políticos, squatters ( colectivos Okupas), cine y arte underground, influencias del surrealismo y dadaísmo, creación de cooperativas e instituciones alternativas… Personalmente, me remito al maestro John Lennon, quien antes de morir opinaba sobre el punk en una entrevista, diciendo -más o menos- que había sido el último gran movimiento de protesta contra el Sistema, aunque ese tipo de música rock-frenético-iconoclasta, ya la hacían los Beatles cuando eran unos adolescentes que tocaban en Hamburgo ( ver al respecto la peli “Backbeat”); y añadía que no podía compartir la filosofía auto-destructiva que acompañaba al punk. Amen.
• En el libro se habla de las conexiones entre los yuppies y la contracultura… En un ámbito relacionado, el de la empresa, ¿crees que corrientes de pensamiento como las defendidas por Daniel Goleman también están influenciadas por los ideales de la “contracultura”?
No conozco las tesis de Goleman relacionadas con la gestión empresarial; sé que es padre de un concepto tan de moda como la “inteligencia emocional”… y sí que la Contracultura puso mucho énfasis -hace 40 años- en la exploración de otras formas de conocimiento al margen de la razón, y en el desarrollo de las capacidades ligadas al hemisferio derecho del cerebro: creatividad, intuición, imaginación… y lo que ahora se denomina “inteligencia emocional”.
En cuanto al mundo de la empresa, David Brooks analiza en su libro “Bobos en el paraíso” como las modernas empresas americanas, han absorbido muchas influencias contraculturales en sus formas de gestión y organización; al evitar la jerarquización y símbolos de poder, optar por una gestión participativa y descentralizada, cuidar la calidad de vida del trabajador, explotar su creatividad etc… pero finalmente están creando unos profesionales que disfrutan con su trabajo y empresa hasta el punto de dedicarles 10-12 horas diarias … si los contraculturales querían acabar con la distinción entre ocio y trabajo, fusionando ambos; esta nueva gestión privada acaba haciendo del trabajo un juego que acaba por aniquilar cualquier “vida al margen del trabajo”.
• Y en los últimos tiempos Internet está demostrando, con todo lo relacionado con la “Web 2.0”, que la colaboración entre humanos sin interés egoísta inmediato es posible y obtiene muy buenos resultados… ¿También estas tendencias están influenciadas por la “contracultura” o son coincidencias que reflejan ese espíritu idealista e inconformista que el libro explicas que surge de forma periódica a lo largo de la historia?
Todas esas contraculturas históricas compartían una actitud “prometeica” de poner la información y los avances técnicos al alcance de todo el mundo, huyendo de secretismos. La contracultura de los 60 tenía esa filosofía y de ahí que tuviese mucho que ver con los orígenes del boom de las nuevas tecnologías, que inicialmente fueron desarrolladas por muchos hippies-informáticos, con esa mentalidad contracultural de ponerlas al alcance de la gran masa. Muchas de las contraculturas más actuales tienen que ver con esa visión tecno-libertaria ( cyberpunks, hackers, cyberdélicos…). Estos movimientos sí están claramente influenciados por la contracultura del 68 y de hecho tienen entre sus ” maestros” a algunos líderes contraculturales como Timoty Leary, gurú de la psicodelia que posteriormente se pasó a la cultura ” ciberdélica”.
Las nuevas tecnologías también siendo utilizadas por Nuevos Movimientos Sociales como el antiglobalizador, para profundizar en esas formas de organización ( red de redes) o de protesta ( recogida de firmas, convocatorias ciudadanas al margen de los partidos o sindicatos), que introdujeron las protestas contraculturales de los 60-70.
Por otro lado, al margen de las nuevas tecnologías, muchas otras iniciativas comunitarias actuales tuvieron su germen en la Contracultura. Por ejemplo las “Redes de Intercambio Local” o “Bancos del tiempo” ( trueque de bienes o servicios al margen del dinero); así como las bicicletas comunitarias y gratuitas que funcionan en muchas ciudades de Europa -entre ellas Santander-, una iniciativa que también surgió de los movimientos juveniles ( los “provos” holandeses) y que luego se han institucionalizado por muchos países.
• La semana pasada hiciste una presentación del libro en Santander, junto a Pepe Ribas que también presentaba “Los 70 a destajo”. ¿Qué tal fue la presentación? ¿Vas a realizar presentaciones en otras ciudades?
Fue como la había soñado; desde el principio tuve claro que no quería hacer una presentación convencional, sino un evento variado y atractivo, aprovechando el 40 aniversario del ” verano del amor”, de ahí que compartiendo mesa conmigo estuvieran el fundador de Ajoblanco y el profeso de filosofía -y poeta- Llorente, del que hablaba antes. Además de las actuaciones musicales con grupos de la ciudad versionando los éxitos de los 60-70.
El ateneo se llenó y se creó un gran ambiente inter-generacional entre la generación del 60 y los jóvenes del siglo XXI. Ese buen rollo se disparó en la fiesta posterior, en el Doblearte, que acabó con una jam session y la gente bailando, charlando con Pepe Ribas… hubo varios que me animaban a escribir más libros, jurando que los iban a comprar con tal de que montase eventos de presentación como ese, ja, ja… Aprovecho para agradecer a la concejalía de Cultura del Ayuntamiento que me financió esta original presentación y me permitió hacerla “a mi manera” y también a la Dirección General de Juventud del Gobierno, que también ha apoyado el libro con la compra de 300 ejemplares.
Y en cuanto a otras presentaciones, quisiera hacer alguna en Barcelona y otra en Madrid, dónde tenía ya un gran lugar concedido; nada menos que la Biblioteca Nacional…pero la autorización la había dado Rosa Regàs, la directora que acaba de ser sustituida, así que me temo que tendré que buscar otro lugar…
• El libro ha sido publicado por Mándala Ediciones. ¿Cómo surgió el interés de la editorial por tu obra?
Mandala es una editorial madrileña que lleva desde los 80 publicando libros relacionados con dos campos: orientalismo ( publicaban sobre yoga, meditación, chi-kung etc cuando en España nadie hablaba de estos temas) y movimientos alternativos ( el editor estuvo muy relacionado con el surgimiento de los partidos y movimientos verdes en nuestro país). El interés por mi libro surge precisamente a raíz de esta preferencia por la temática alternativa y verde.
• ¿En qué canales se distribuye? ¿Cómo pueden nuestros lectores hacerse con él?
Pues se distribuye por todo tipo de librería. En Santander ciudad lo tienen en todas las principales… los que no acaban de adquirirlo son las grandes superficies, pero – personalmente- me hace más gracia encontrarlo en Gil, Estudio, La libre, Utopía…
• ¿Tienes más obras en proyecto?
Sí, como te decía antes, el próximo sería un manual para gestionar programas de ocio alternativo, en el que volcaría toda mi experiencia dirigiendo La Noche es Joven desde sus inicios, hace ya 8 años. Reflexionaría sobre el ocio juvenil, explicaría la metodología que nos ha llevado a ser destacados a nivel europeo por la web EDDRA de buenas prácticas, también incluiría un apartado sobre los puntos fuertes y débiles de estos programas etc. Sería un Manual útil para cualquiera que trabaje con jóvenes o le interese el tema del ocio juvenil. Y también incluiría anécdotas relacionadas con el mundo del arte juvenil en Santander y la gestión pública por dentro, con las rigideces y trabas que se encuentra un trabajador joven que llega a un Ayuntamiento con ganas de hacer cosas en beneficio de la ciudadanía
• Nada más… darte las gracias, destacar que el libro nos ha parecido realmente muy interesante y dejarte espacio para si deseas añadir algo más para nuestros lectores…
Solamente animaros a leerlo, y acercaros así a unos movimientos juveniles que -no hace tanto- soñaron que otro mundo era posible y trataron de ponerse manos a la obra para ello. Descubriréis que muchos de los aspectos que hoy están presentes en nuestra vida cotidiana son herencia o tuvieron su germen en “aquellos maravillosos años”. No obstante, analizo todo aquello con la objetividad que me da el no haber pertenecido a esa generación y los 40 años transcurridos, por lo que huyo de mitificaciones, pero también de demonizar a la Contracultura, dos posturas contrapuestas demasiado habituales.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 23 (sección: Entrevistas).
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