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En su incansable, y admirable, labor de arqueología musical, el sello Vampisoul está rescatando del olvido verdaderas joyas sonoras. Y una de las que más brilla es este excelente disco de jazz, publicado por el grupo argentino Quinteplus en el año 1972 y que recoge sus únicas seis piezas grabadas en estudio, más otras cuatro registradas en directo.
Quinteplus fue un combo muy adelantado para su tiempo, formado por los músicos Jorge "Negro" González (contrabajo), Gustavo Bergalli (trompeta), Jorge Anders (saxo tenor), Gustavo Bergalli (trompeta), Santiago Giacobbe (teclados) y Norberto "Pocho" Lapouble (batería y percusiones).
Se unieron en el año 1969 y desde el principio rompieron tópicos, reconociendo su admiración por músicos como Atahualpa Yupanqui o los Hermanos Ábalos, creadores muy alejados del jazz, o dejándose influir por la floreciente escena rockequera argentina de la época. Además fueron pioneros en la incorporación de sonoridades eléctricas al jazz, pues su teclista incorporó a la sonoridad de la banda un piano eléctrico Fender, proponiendo una actualización del sonido jazz coincidente en época e intenciones con los primeros experimentos en ese sentido de Miles Davis.
Por la información que manejamos Quinteplus solo publicaron dos grabaciones, el disco en estudio "Quinteplus", para el sello EMI, y "En Vivo" (desconocemos para que sello). Y en esta edición en CD se incluye el primer álbum al completo y una selección de tres cortes del total de cinco del segundo.
La música de este plástico es vitalista, con un repertorio de composiciones propias, donde se notan toques funky, elementos eléctricos perfectamente integrados, ritmos tradicionales argentinos que se dejan sentir sin borrar el espíritu jazzero, y una ágil combinación de los instrumentistas, que se dan el relevo con maestría y trazan frases claras, frescas, que llegan al oyente con facilidad.
Los temas en estudio cuentan con un excelente sonido. Los registrados el directo tienen una menor calidad en ese sentido, con cierta distorsión y menor presencia.
La portada, realmente bonita y sorprendente para un disco de jazz, incluye un monstruo dibujado, verde y perezoso, por el batería del grupo.
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